En Francia, la cólera de los agricultores no cesa.
Las manifestaciones se multiplican en varios países europeos, testigos del fracaso de la Política Agrícola Común (PAC). Esta rabia campesina es especialmente virulenta en Francia, movilizando a decenas de miles de agricultores con medios de acción inéditos a esta escala: bloqueos de carreteras que impiden el acceso a las ciudades y amenaza con bloquear París. El pánico se apodera del gobierno, que teme la paralización de la actividad económica y que otros sectores se unan a la lucha.
Los motivos de la revuelta de los agricultores franceses son similares a los de sus homólogos de otros países. La mayoría no gana lo suficiente con su trabajo para vivir, a pesar de las complicadas y a veces opacas ayudas y subvenciones, que no benefician a quienes más las necesitan. Lo que está...