Quilombo
Ya se armó. Porque la tocaron. Y no sólo a Cristina: a la Argentina.
La conjetura es un ejercicio al que nos dedicamos pocos —los artistas, los científicos—, pero que en horas como estas deberíamos intentar en masa, a escala nacional. Para entender cabalmente lo que acaba de pasar, lo que sigue pasando. Para ponernos en condiciones de alumbrar lo que vendrá. Es preciso tener el coraje de imaginar lo que habría ocurrido si el primer gatillazo, o el segundo, no hubiesen percutado en falso.
El balazo a quemarropa. En plena cara, tal vez entrando a través de uno de los ojos. El desastre que hubiese producido en el cráneo, rebotando entre sus paredes internas. La imagen movida que las pantallas congelan y se queda a vivir con nosotros para siempre, persiguiéndonos hasta en...