La “furia amarilla” avanza con recolección de firmas, pañuelazos y otras actividades de difusión.
Pañuelos amarillos aparecen atados desde hace semanas en cuellos, muñecas, mochilas, riñoneras y carteras. Estos triángulos de tela asoman como banderas decorando balcones. También se pueden vislumbrar multiplicados, como si fueran banderines, colgados de alguna cuerda. Una estampa central grita “Ley Trans Ya” en letras negras. Más abajo, otra exige: “Nuestro derecho a SER es urgente”. Se trata de uno de los elementos más distintivos de la campaña nacional en apoyo a la ley integral para personas trans que está en discusión en el Parlamento.
El proyecto de ley empezó a discutirse el 13 de agosto en la Comisión de Población, Desarrollo e Inclusión del Senado, pero todavía no se votó porque varios legisladores plantearon dudas sobre algunos de sus artículos. El debate quedó en pausa una semana después, cuando ingresó a la cámara alta el proyecto de Rendición de Cuentas. Según fuentes de la comisión, la votación sería en octubre.
Mientras tanto, la campaña –que inició el 26 de agosto– funciona a toda máquina: a menos de un mes de su lanzamiento, ya impulsó una “furia amarilla” que en las calles se replica con los pañuelos y otros símbolos de este color, y en las redes sociales se difunde con el hashtag #LeyTransYa. Los pañuelos se pueden adquirir a 50 pesos y los fondos recaudados están destinados a sustentar otros gastos de la campaña, que está integrada por 33 colectivos y organizaciones (ver recuadro). A su vez, la campaña organiza distintas jornadas de reflexión e información, con la participación de activistas y profesionales de la salud.
Quienes lideran esta lucha evalúan de manera positiva la respuesta que generó en tan poco tiempo esta “ola” amarilla. “La campaña está tomando forma y está teniendo una repercusión muy importante. Esa es la idea: replicarla y darle vida”, dijo una de las voceras de la campaña, Josefina González, a la diaria. La activista trans y feminista contó que “se dispararon un sinfín de acciones muy lindas” para apoyar y replicar la campaña. “Todo el trabajo es de forma honoraria y artesanal, porque la campaña es autogestionada desde la sociedad civil, entonces todos los eventos que se hacen son para financiar la impresión de los pañuelos y demás materiales”, agregó, antes de aclarar que “esta campaña no le va a llenar los bolsillos a ningún privado o empresa”.
Colectivos y organizaciones que integran la campaña
Unión Trans, Trans Boys Uruguay, Asociación Trans del Uruguay, Colectivo Diverso de Las Piedras, Transgénero Uruguay, Ovejas Negras, Mizangas, Uruguay Deporte y Diversidad, Coordinadora de la Marcha por la Diversidad, Coordinadora de la Marcha por la Diversidad Salto, Colonia Diversa, Red Uruguaya de Jóvenes y Adolescentes Positivos, Los Dioses Están Locos, Colectivo Multimostro, Rebelarte, Organización de Trabajadoras Sexuales, Encuentro de Feministas Diversas, Minervas Colectivo de Mujeres, Diversidad Sexual Fray Bentos, Federación de Estudiantes Universitarios Uruguay, Traidores de Papá, Media Red, Bailamos Siempre las Mismas Canciones, Entre, Revista Harta, Friendly Map, La Poderosa Uruguay, Otres, Mujer y Salud en Uruguay, Cotidiano Mujer, Organización Marcha por la Diversidad Soriano, Radio Vilardevoz, Unión de Trabajadores del Ministerio de Desarrollo Social.
Aunque está integrada por múltiples agrupaciones, la campaña está liderada por personas trans, principalmente mujeres. “Uno de los acuerdos, antes de lanzar la campaña, fue que la voz protagonista sea la de las propias personas trans. No estamos permitiendo que ninguna otra identidad hable por nosotras. Ninguna persona cis, ningún varón gay, ninguna mujer lesbiana puede hablar desde la vocería de la campaña. Vamos a ser siempre las propias identidades trans las encargadas de poder hablar de la campaña sobre la ley”, explicó González. Esta decisión trajo problemas al interior del movimiento de diversidad sexual, pero para la activista es un “quiebre” necesario: “Es un momento histórico en el que las identidades trans nos organizamos, nos paramos y decimos que queremos ser las protagonistas y tener nuestra propia voz. Lamentamos mucho las rispideces, pero estamos muy empoderadas y por primera vez nos estamos dando cuenta de que no podemos permitir que otros trabajen por nosotras sin nosotras”.
El trabajo está dividido en cinco comisiones –comunicación, logística y finanzas, pañuelos, ciencia política y vocería– y gira en torno a tres acciones políticas principales. La primera y más importante es la recolección nacional de firmas para apoyar la ley (ver recuadro). La segunda es el “pañuelazo”, que González definió como la movida para “colmar el país de pañuelos, replicarlos y que sea un apoyo no sólo desde el punto de vista político sino también visual”. La tercera acción política que se planea es una movilización masiva en los alrededores del Palacio Legislativo el día de la votación.
Esa idea de “replicar” el apoyo empezó a tener eco también en el interior del país, gracias al intento de la campaña de descentralizar las acciones. “Está teniendo una buena repercusión en el interior. La gente empieza a apropiarse de la campaña a través del distintivo del pañuelo y la recolección de firmas. Se hacen eventos, en cada marcha se recolectan firmas y siempre se hace una mención a la campaña”, aseguró González. Una de las principales dificultades para llegar al resto del país es el abastecimiento de pañuelos, ya que el proceso artesanal lleva su tiempo y se necesitan recursos para poder enviarlos al interior. Sin embargo, la campaña ya ha podido mandar encomiendas a algunas zonas de Salto, Rivera, Canelones y Paysandú. Además, a través de las redes sociales las organizaciones instan a los seguidores a estampar sus propios pañuelos con la ayuda de tutoriales.
En la página web oficial de la campaña, los colectivos explican que su acción es “desde el amor, la alegría y, sobre todo, la información y la militancia en las calles”. Y agregan: “Somos tu vecina, tu compañero de liceo, tu amigo, la cajera de tu panadería preferida. Somos uruguayas y uruguayos luchando por los derechos de uruguayas y uruguayos”.
Difícil para quien no entiende
En un momento de auge de los fundamentalismos religiosos y ultraconservadores en América Latina, muchas iniciativas parlamentarias vinculadas a los derechos de las mujeres y de la comunidad LGBTI han sido frenadas en el último tiempo. ¿Qué sucede en Uruguay? González aseguró que, por el momento, la campaña no ha recibido amenazas o presiones de grupos contrarios a la ley. Sin embargo, varias de sus integrantes han recibido “opiniones insultantes, comentarios de odio y agravios” en sus cuentas personales de Facebook, por ejemplo, y en las páginas oficiales de la campaña. “No son tan públicas, a veces te las mandan por privado”, precisó la portavoz.
“Esta gente tiene una intencionalidad intransigente y antidemocrática, porque se escuda en la libertad de expresión pero su discurso atenta contra el derecho de las personas, entonces es un discurso de odio y es antiderechos”, opinó González, y agregó que “no es legítimo ni válido, porque está cercenando el derecho de alguien”.
Puntos oficiales de recolección de firmas
Para conocer los puntos de recolección de firmas que hay en Montevideo y en el resto del país, ingresá a https://leytransuy.wixsite.com/misitio/puntos-de-recoleccion-de-firmas.
Si querés conseguir planillas para juntar firmas, te podés comunicar con la campaña nacional a través del correo electrónico yofirmoleytrans@gmail.com.
Las últimas firmas se estarán recolectando este jueves y viernes en la Plaza Independencia, en la previa de la Marcha por la Diversidad. También se estarán juntando firmas durante la marcha y en el espectáculo de cierre.
En cuanto a la incidencia de estos grupos antiderechos en los legisladores la activista no mostró preocupación, porque a su entender es una batalla que se libra “con información fidedigna”. Contó que las activistas trans ya se reunieron con varios senadores y que el “núcleo duro” para persuadir está en el Partido Nacional (PN). En esta línea, las líderes de la campaña visitaron hace unas semanas al senador Luis Lacalle Pou porque “no había marcado postura política ni había hablado públicamente de la ley y nos interesaba saber por qué”, dijo González, quien valoró el encuentro como positivo. “Nos hizo muchas preguntas, charlamos un montón y quedó muy contento de recibirnos, nos dijo que le sacamos muchas dudas. No se comprometió a nada, pero creo que votaría a favor de algunos artículos de la ley”, agregó.
Para quienes integran #LeyTransYa, dialogar con Lacalle Pou era crucial no sólo porque otros sectores del PN ya se posicionaron en contra del proyecto de ley, sino porque se trata de un partido que, a su entender, “históricamente no ha participado en la construcción de la agenda de derechos y temas de diversidad sexual” y ahora puede empezar a hacerlo. Que llegue la información a los despachos aparece en este marco como algo urgente.