Sucedió en Lanús, que el sábado 23 de febrero del corriente un cortocircuito causó un incendio en la secundaria técnica N°7, dejándola en riesgo de derrumbe.
El 26 de febrero por la noche, se produjo un nuevo incendio intencional de dos aulas. Por la mañana del 27 de febrero, a escasas horas del siniestro el municipio de Grindetti (PRO) hace girar un supuesto video de seguridad donde se ve en baja calidad a los dos sospechosos entrando en la escuela y saca un comunicado en repudio. El comunicado cierra “Claramente estas acciones no son la forma de resolver ninguna disputa política o sindical en un sistema democrático”. Es decir culpabiliza a algún actor que pudiera utilizar alguna escuela en disputa política o sindical. Si bien, el primer actor que uno pensaría capaz de algo así es el mismo municipio, al ser Grindetti quien saca el comunicado se trata de una clara acusación al colectivo de docentes organizados en sindicatos.
La infamia de acusarnos a los docentes, cuando el año pasado nos movilizaron los homicidios culposos del Estado contra Sandra y Rubén, cuando nos pasamos pintando y equipando salones con las cooperadoras de las escuelas y nuestros propios aportes, cuando conocemos y sufrimos el estado de las escuelas.
Claro sin embargo, que está claro que no es sólo este gobierno. El abandono sistemático de los establecimientos educativos, sin mantenimiento ni refacciones profundas ya tiene décadas. Es una política multinacional para degradar la educación pública y valorizar la educación privada.
Pero en este gobierno hay un nuevo salto cualitativo. No se trata del mero ataque a les docentes, que ya lo sufrimos en gobiernos anteriores, sino de la organización de la comunidad en contra de la docencia.
Este año en todos los distritos de la provincia de Buenos Aires, la gobernadora M. Eugenia Vidal mandó a organizar “mesas educativas” donde sólo podían concurrir militantes de la Alianza Cambiemos. Incluso se pusieron en pie agendas de actividades que combinan las herramientas clásicas de la política de este espacio (timbreos, mesas en plazas) con herramientas de movilización que hacen pensar en un embrión de fascismo.
Porque hace falta recordar a quien vea esto como una lectura “exagerada”, que cuando les docentes nos movilizamos, nos movilizamos contra un actor social que detenta el poder político y lleva adelante políticas contra la educación pública. Pero cuando ese poder intenta movilizar masas contra nuestro legítimo derecho a la protesta está redoblando la violencia que ya ejerce desde el vaciamiento presupuestario en el que nos obliga a sostener la educación con nuestros cuerpos y bolsillos. Eso hicieron este año, y esto también hizo la patota municipal del PJ el año pasado en Moreno intentando levantar sistemáticamente el acampe por Sandra y Rubén. Hoy, siquiera sugerir que vamos a ejercer vandalismo contra una escuela es lisa y llanamente una infamia.
Difundamos estas iniciativas del poder que hoy a nivel provincial detenta Cambiemos pero a nivel municipal varía de distrito a distrito, no para sentir miedo, sino para que hasta el último callejón de cada barrio, a nadie le quede duda que la forma de rechazarlo esto es saliendo a la calle. A defender la educación y salud pública. A acompañar los distintos reclamos de trabajadorxs ocupadxs y lxs no ocupadxs. A echar el gobierno hoy, y no esperar a ver cómo aguantamos hasta octubre.
Gabriela Domínguez
Congresal Suplente por la lista multicolor de Suteba Lanús