Según los nuevos datos revelados por el INDEC las personas en situación de pobreza en esas zonas alcanza al 49%. La mayoría de los habitantes no tiene acceso a electricidad, agua potable, salud o educación.
Los nuevos porcentajes de pobreza e indigencia arrojan datos sumamente preocupantes. Según el último informe de INDEC la pobreza aumentó en 2018 del 25,7% al 32%. Esto significa que el año pasado se agregaron 2.650.000 pobres. Por otro lado, el porcentaje de indigencia pasó del 4,8% al 6,7% lo que equivale a 800.000 indigentes más. Estos datos pertenecen sólo a los conglomerados urbanos, y no a las zonas rurales donde la pobreza suele ser mayor.
En todo el país, ya se suman más de 14 millones de pobres. Las provincias ubicadas en el norte del país son las más afectadas por la crisis económica y la falta de recursos de parte del Estado. En Corrientes se registró un 49,3% de pobres, en Concordia (Entre Ríos) un 41,9%, en Resistencia (Chaco) un 41,4%, en La Banda (Santiago del Estero) un 38,9% y un 37,7% en Salta.
Sin embargo, estos datos no reflejan la realidad del interior de las provincias en donde la situación es mucho peor. Según Valeria, militante del FOL en Castelli, Chaco, las zonas rurales de la provincia no reciben asistencia del Estado, dejando a los habitantes totalmente abandonados.“Ahí no tienen ni para llevar un plato de comida, no tienen agua potable, luz eléctrica, y salud tampoco, no hay ambulancias que puedan entrar a las zonas rurales.”, comentó respecto a la desidia del gobierno chaqueño.
La desnutrición además es uno de los principales problemas de la provincia. En Castelli, en los supermercados y mercados locales no llegan los precios cuidados, y además, el gobierno de Domingo Peppo se encargó de cerrar los comedores y centros comunitarios. “Algunos niños están desnutridos, porque acá las salitas públicas dicen que no tienen leche. Los centros de salud le quitaron la ayuda a todas las mamás que contaban con leche para sus niños.”, afirmó Valeria sobre otra de las medidas que tomó Peppo.
Según el INDEC, el 46,8% de los chicos menores de 14 años son pobres, y dentro de esa cifra el 10,9% de indigentes pese a la AUH que no alcanza para cubrir los gastos de alimentos, vestimenta y educación, debido a los constantes aumentos y a la desactualización de su valor. Es por ello que casi la mitad de los niños del país se ven obligados a asistir a comedores para tener al menos una comida durante el día.
En Santiago del Estero la pobreza es extrema. Gladys, militante del FOL, afirma que en el norte de la provincia el porcentaje es superior al del provisto por los datos oficiales. “No tenemos la dicha de almorzar y cenar, es uno de dos para poder llegar a fin de mes aunque muchas veces no llegamos.”, declaró sobre el impacto de la crisis en el bolsillo de las familias.
En cuanto a la presencia estatal, Gladys confirma que allí también es nula. Hace un año que el FOL llegó al norte de la provincia para luchar por derechos básicos como el acceso al agua potable, salud, educación y trabajo digno. “No recibimos ninguna clase de ayuda política ni social. Hace décadas que estamos abandonados por distintas áreas política.”, reclamó.
Desde el gobierno nacional insisten en que “son coletazos de la crisis”, mientras que la asistencia social es cada vez menos, y el desempleo y la inflación aumentan. Según los expertos, para este año se espera una agudización de la crisis si no hay un cambio de rumbo en las políticas económicas y sociales de Cambiemos.