El primer día hábil del 2020 inició con una importante concentración y marcha de trabajadoras y trabajadores públicos provinciales. Hubo fuerte rechazo a la extensión del cronograma de pagos impuesta por el Gobernador, Omar Perotti, que suma otra ficha conservadora a sus definiciones políticas.
Gremios estatales nucleados en Amsafe Rosario, SIPRUS y ATE Rosario que fue al paro desde las 10.00 horas, se concentraron este jueves en Plaza San Martín, realizaron un acto y marcharon hacia el Ministerio de Trabajo de la Provincia. Allí dejaron una nota formal de rechazo a la postergación del depósito salarial para empleados y empleadas públicas.
Violando lo dispuesto en la Ley de Contrato de Trabajo, que indica que los salarios deben abonarse los primeros cuatro días hábiles del mes, Perotti extendió el cronograma de las y los empleados públicos provinciales hasta mediados de mes. Vale recordar que, por decreto, el Gobernador dio vacaciones en la administración pública provincial todo enero.
“Primer día hábil y una concentración de trabajadores públicos muy numerosa. Esto expresa el tremendo malestar y rechazo que ha causado el cronograma de pago que el gobernador Perotti planteó para los empleados públicos. Un cronograma que termina a mitad de mes. Claramente una definición de una política de ajuste, una lógica de volver a los 90. Y nosotros lo que le estamos exigiendo al Gobernador es que plantee un nuevo cronograma, que pague tal cual plantea la Ley de Contrato de Trabajo”, dijo el Secretario General de la CTAA Rosario y de Amsafe local, Gustavo Terés.
“Me parece que todos sabemos las consecuencias que trae esto, hay tarjetas que vencen, hay servicios que pagar, hay compras que hacer, está el derecho a vacacionar. Todo eso el quince es prácticamente una provocación, un destrato hacia el sector de los trabajadores públicos, que no corresponde. Esta es una situación de malestar y atrás de esto también está en discusión la cláusula gatillo, atrás de esto también está en discusión la caja de jubilaciones. No creemos que se le pueda permitir semejantes arbitrariedades al gobierno de la provincia, sin ningún escenario de diálogo. Con lo cual da para que las conducciones gremiales provinciales se pongan al frente de este reclamo que es unánime en toda la provincia”, expresó Terés.
Si bien no llamó la atención, generó rechazo la actitud de otras conducciones gremiales que justificaron o matizaron el efecto de la medida. Lo curioso es que en las propias explicaciones de los voceros gubernamentales quedó al desnudo que la inmensa mayoría de las y los trabajadores públicos provinciales, perciben salarios bajos, incluso por debajo de la canasta básica. “Sólo el 7% cobrará a mitad de mes”, dijeron para menospreciar el aplazamiento.
Pero este no fue el único reclamo en la primera plaza de protesta del año: se exigió la continuidad de la cláusula gatillo, el reclamo porque muchos recibos de sueldo llegaron con liquidaciones mal hechas, a la baja, la faltante de creación de cargos en ministerios como Educación, la ausencia de partidas para el pago de proveedores en comedores escolares, el cese de actividades en salud laboral por el término de contratos, entre otras. “Hay un nivel de desorganización e ineficacia en el Estado, con un gobierno que no es que ganó las elecciones y a los cinco días tuvieron que asumir: hubo seis meses de transición”, fustigó Terés.
“Como sindicalistas defendemos los intereses genuinos de los trabajadores. Por lo mismo que salió el pueblo mendocino para dar vuelta la ley minera, y los residentes en Buenos Aires logrando revertir la situación que profundizaba su precarización. Seguiremos en las calles mientras las definiciones gubernamentales afecten la integridad y dignidad de los trabajadores”, aseguró la Secretaria General de SIPRUS y Presidenta de Fesprosa, Maria Fernanda Boriotti.