El porcentaje de posibilidades de contagio en el personal sanitario triplica al del resto de la población adulta.
El Ministerio de Salud informa que la cantidad de trabajadores sanitarios infectados superó los 15.000. Esto representa el 7,2% de los contagios. Si tomamos el total de agentes sanitarios, la tasa de infección es del 2,5%. Eso significa que la posibilidad de enfermarse para un trabajador de la salud triplica al del resto de la población adulta.
Si bien el Ministerio no ha informado ni la distribución geográfica ni la cantidad de fallecidos, se estima que la mitad pertenece a la provincia de Buenos Aires y los fallecidos en todo el país son más de 40, muchos de ellos trabajadores a los cuales se les negó licencia por comorbilidades. Solo en el Hospital Posadas el número de infectados superó los 400 y más de 1.300 trabajadores tuvieron que entrar en aislamiento.
Las medidas para parar esta escalada son aún insuficientes. La Fesprosa ha planteado en el Comité Nacional de Emergencia propuestas para que apliquen todos los ministerios de salud.
Estas son:
- Profundizar los testeos masivos (que ya han comenzado) para detectar asintomáticos
- Extremar las medidas de separación entre áreas verdes y rojas en los establecimientos y reforzar los cuidados en el uso de los espacios comunes
- No ofrecer guardias ni horas extras al personal que haya cumplido más de 40 horas de servicio efectivo en la semana.
El personal de salud está agotado e invadido por la incertidumbre. La decisión de congelar las paritarias en todos los ámbitos públicos fue un balde de agua fría. El destrato económico contribuye al agotamiento sicofísico y este a la extensión de los contagios
El 20 de agosto los trabajadores volverán manifestarse en una gran jornada de lucha nacional donde la defensa de su salud y su salario serán ejes principales.
En el pico de la pandemia es urgente que el Estado haga gestos claros y decididos para cuidar a los que cuidan.