Un grupo de organizaciones indígenas –con el aval de numerosas instituciones del ámbito universitario nacional– viene solicitando al Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) en los últimos años que el próximo Censo nacional indague sobre las diferentes lenguas que se hablan en comunidades de nuestro país.
Desde hace varios años, organizaciones indígenas vienen solicitado al Indec que el próximo Censo Nacional de Población y Vivienda indague sobre las diferentes lenguas que se hablan en las comunidades de nuestro país; en la foto, una de las campañas de recolección de firmas.
14/12/2020
¿Cómo se obtiene una educación de calidad cuando no se habla el mismo idioma? ¿Es posible defenderse ante la Justicia o contar con una buena atención sanitaria si hay una barrera idiomática de por medio? ¿Se pueden generar políticas efectivas y acortar brechas de acceso a derechos sin información estadística de calidad?
Movido por estas preguntas, un grupo de organizaciones indígenas –con el aval de numerosas instituciones del ámbito universitario nacional– viene solicitando al Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) en los últimos años que el próximo Censo nacional indague sobre las diferentes lenguas que se hablan en comunidades de nuestro país. El último año, durante el Seminario Internacional de Pueblos Indígenas y Censo, realizado en el Auditorio de la Cámara de Diputados de la Nación, las agrupaciones entregaron en mano a la Directora de Población y Estadísticas Sociales del organismo, Gladys Masse, una petición en tal sentido con 2400 firmas.
Conocer la diversidad de idiomas que se hablan en el país es, según los referentes indígenas, un paso fundamental en múltiples sentidos. Por un lado, es una condición previa necesaria para que el Estado pueda generar políticas públicas y romper con la barrera idiomática que todos los días vulnera los derechos esenciales de los pueblos originarios de la Argentina. Por otro lado, promovería una mayor visibilización de la riqueza cultural de las comunidades.
Sin embargo, hasta el momento, el organismo no prevé incluir en el cuestionario censal una pregunta sobre la diversidad lingüística que se da en el seno de las comunidades originarias locales. LA NACION consultó al Indec si en el censo habrá una pregunta sobre las lenguas de las comunidades y la respuesta escueta y textual del organismo fue: “No, al menos en esta instancia”.
La inclusión de una pregunta lingüística colocaría a la Argentina entre los países de la región que ya han comenzado a seguir las recomendaciones del Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (Celade) acerca de incorporar, en los censos, preguntas que propicien una mayor visibilidad de las poblaciones indígenas.
“Con el cambio de siglo, en la región se fueron generando cambios sociopolíticos que consolidaron estándares de derechos de las poblaciones indígenas, avalados en el ámbito internacional por instrumentos como el Convenio 196 de la OIT o la declaración de Naciones Unidas de Pueblos Originarios de 2007, ratificados por la Argentina”, explica Fabiana Del Popolo, jefa del Área de Análisis Demográfico e Información en Población del Celade, División de Población de la Cepal.
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Del Popolo explica que, en este contexto, los derechos lingüísticos están en el centro de las reivindicaciones de los pueblos originarios. “Son un elemento central de su identidad y fundamentales para la transmisión de la cultura. A través del idioma es que expresamos nuestra manera de ver el mundo. A lo largo de la historia en la región se menoscabó este derecho. Diferentes estudios muestran la progresiva pérdida intergeneracional de muchos idiomas. Y cuando un idioma indígena muere, se extinguen saberes y conocimientos”, reflexiona la especialista, quien asegura que en la ronda de censos que se inicia este año en América latina, se prevé que la mayoría de los países incorpore una pregunta lingüística.
La presidenta del Tejido de Profesionales Indígenas, Verónica Azpiroz Cleñan –organización que encabeza el reclamo ante el Indec-, sostiene que, en la actualidad, se estima que en nuestro país hay un total de 23 lenguas indígenas. Catorce de ellas se estarían hablando activamente y el resto se encontraría en proceso de retracción o de recuperación. A modo de ejemplo, solo en la provincia de Buenos Aires, el castellano convive con los idiomas mapuzungun, guaraní (del norte de Salta), qom y quechua/aymara. “Cualquier política lingüística requiere de información oficial previa y el próximo censo es una gran oportunidad para obtenerla”, afirma.
“No se ve la diversidad”
Hasta el momento, el próximo censo –previsto para noviembre del año próximo- solo indagará sobre la identidad indígena. El Indec informa que se incorporan dos nuevas preguntas que hacen referencia al autorreconocimiento indígena. Estas preguntas son:
¿Se reconoce indígena o descendiente de pueblos indígenas u originarios?
¿De qué pueblo indígena u originario?
La respuesta a la segunda pregunta será abierta, es decir, que deberá ser completada por el censista en función de la respuesta de la persona encuestada. Esta modalidad genera desacuerdo con las organizaciones indígenas, quienes sugirieron que la planilla censal contara con los nombres impresos de las diferentes comunidades, a fin de que el censista solo tuviera que marcar la opción correcta.
“Si no se los nomina específicamente, no se ve la diversidad de comunidades indígenas en las planillas censales. No están contando que en la Argentina hay 36 pueblos originarios vivos. Estarnos ante un proceso de invisibilización producto del racismo estructural que prima en muchas instituciones del Estado argentino”, sostiene Azpiroz Cleñan, quien agrega que una pregunta abierta da lugar a posibles errores.
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“Todos tenemos una caligrafía diferente. Es impensable que la máquina que hace la lectura óptica de las planillas censales en la primera ronda de lectura pueda leer correctamente todas las planillas. Así que deberemos esperar hasta la segunda instancia, en la que esas planillas son leídas por personas. Pero eso también puede generar errores: en el apuro por avanzar con la lectura, se puede incurrir en interpretaciones incorrectas”, alerta.
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Desde el Indec sostienen que “durante la actual etapa precensal, que se inició a partir de abril de 2017, la Dirección Nacional de Estadísticas Sociales y Población impulsó más de 80 de reuniones con otros organismos nacionales, provinciales, municipales y de la sociedad civil para conocer sus necesidades y analizar la inclusión de temas o la revisión de otros dentro de los cuestionarios censales, como parte de las tareas preparatorias y de planificación”. Asimismo, agregan que “se trabajó y se seguirá trabajando con los representantes de las comunidades”.
Sin embargo, Azpiroz Cleñan sostiene que, hasta el momento, el organismo no les dio una respuesta oficial sobre el pedido de la inclusión de una pregunta lingüística. “Hicimos una propuesta de una pregunta concreta pero todavía no obtuvimos respuesta. Si la intención es darles visibilidad a los pueblos originarios en el censo, el Indec debería dialogar con las comunidades, con toda esa diversidad”, reflexiona la especialista, quien participó del conversatorio “Hacia la ampliación de derechos lingüísticos en el Censo Nacional de Población, Hogares y Vivienda”.
En este sentido, Del Popolo agrega: “Hay recomendaciones de la Cepal sobre que los pueblos originarios tienen que participar de manera efectiva en todo el proyecto censal: en las estrategias comunicacionales, en la traducción de las planillas y en procurar que haya censistas de la comunidad. La Argentina participa de la Confederación Estadística de las Américas, CEA-Cepal. Es parte de ella. Eso genera una obligación moral de los países integrantes a cumplir con los estándares”, concluye la especialista.