Una comunidad mapuche en la primera línea de combate al fuego

Fernando Nahuelpan nació hace 55 años en la comunidad que lleva su apellido. Nunca vio un incendio como el que ahora amenaza su casa. El frente de uno de los focos está a menos de mil metros de su vivienda, donde además cría animales. Desde el 24 de enero toda la comunidad Nahuelpan colabora transportando agua y construyendo fajas de seguridad para que el fuego no avance. Una nota de Santiago Rey para ElDiarioAr.

08/02/2021

Las altas temperaturas, el viento de direcciones cruzadas, y la baja humedad siguen complicando el incendio que, en cercanías de El Bolsón, se mantiene descontrolado y amenazando viviendas.

La rapidez con la que se mueven las llamas y se generan nuevos focos, hace imposible que las previsiones de ayer sirvan para el ataque del fuego de hoy. Lo sufren los experimentados brigadistas que, en un número cercano a 200, trabajan en el lugar. Y lo saben también los integrantes de la comunidad Nahuelpan que colaboran desde la primera línea de combate del fuego.

Fernando Nahuelpan coordina las tareas. Trabajó como Guardaparque, conoce la geografía del lugar, y sabe de lo impredecible del comportamiento de las llamas que ya quemaron más de 8 mil hectáreas.

El incendio subió hasta la ladera del cerro Piltriquitrón y comenzó a bajar hacia la Rinconada Nahuelap, donde se asienta históricamente la comunidad. Dividido en dos frente, el fuego está a menos de mil metros de la viviendas, detalla Fernando a ElDiarioAr.

Identifica las lenguas de fuego que bajan hacia la comunidad como sector 1 y 2, y explica que “del sector dos lo tengo hacia el este de mi casa a unos 700 metros, en el faldeo. Debe estar en la cota de 1200 metros” del cerro Piltriquitrón. El otro frente está a unos dos mil metros.

“El sector uno está más tranquilo”, dice este lunes a primera hora. “Como tiene posición norte si se llega a levantar viento norte es posible que se reactiven algunos focos; si cruza puede entrar a la comunidad y se podría juntarse con el otro sector. Eso es lo que hay que evitar”.

Los Nahuelpan reúnen a unas 200 personas, divididas en 40 familias. Fernando vive en el lugar en el que históricamente se asentó su familia hace más de 150 años, y que el Estado le reconoció como integrante de la comunidad. Allí nació su abuelo. Y no recuerda de un incendio de la magnitud que ahora están sufriendo.

“Hasta hace dos días estábamos trabajando en el incendio en la ladera norte, que da al barrio Unión y El Mirador. Ahí se sigue laburando. Pero antes de ayer a la tarde se cruzó el fuego de atrás del Piltri -como llaman en la zona al cerro Piltriquitrón- para el predio de la comunidad, en la naciente del arroyo La Cascada. Se metió y se dividió en dos sectores; uno que va hacia el norte y otro hacia el sur”, detalla.

Fernando Nahuelpán trabaja y coordina la tarea de voluntarios en uno de los dos sectores que amenaza la comunidad. Otro grupo lo hace más cerca de la Cascada.

“Ayer se estuvo laburando bastante llevando agua desde un tanque de la comunidad. El problema es que no hay arroyos de gran caudal, son todas vertientes chiquitas que no te permiten meter una motobomba, entonces se estuvo acarreando tambores de mil litros que mucha gente ha facilitado”. Los tambores se cargan de un tanque que Fernando tiene en su y se llevan en camionetas, a unos dos kilómetros. Allí “se va acopiando el agua y de ahí se cargan las mochilas de espalda y eventualmente alguna autobomba”.

Además, la comunidad Nahuelpan aporta su trabajo para realizar los cortafuegos, limpiar el terreno, sacar las raíces de los árboles para que el calor subterráneo no genere nuevos focos.

“Siempre se coordinó y se sumó al trabajo de las instituciones; a veces con acuerdos y desacuerdos, pero tratando siempre de minimizar los riesgos que produce el fuego”, dice.

La implantación de pinos de rápido crecimiento para su comercialización, genera desde hace décadas condiciones favorables para este tipo de fenómenos. Los proyectos forestales de gran escala en manos de empresas incluyeron desmontes y el reemplazo es especies nativas como el ciprés y el coihue por el pino. “Hay muchos pinos de más de 40 años”, confirma Fernando a ElDiarioAr, “la obligación que tenía la gente cuando sacaba madera de un ciprés que es nativo, era poner pinos exóticos. Los pinos son más resinosos, más combustibles. Y en el piso, en el sotobosque, tienen más residuos”.

La zona de veranada, donde se trasladan los animales en esta época del año, ya fue arrasada por las llamas.

El Consejo de Desarrollo de las Comunidades Indígenas (Zona Andina) y la Coordinadora del Parlamento Mapuche resaltaron el trabajo de los Nahuelpan ante la emergencia. “Si bien desde el Ministerio de Ambiente de la Nación y Protección Civil de la Provincia se recomienda que los integrantes de la comunidad no sean los que trabajen para frenar el incendio, la comunidad resiste la embestida del fuego para que no llegue a las viviendas de las y los integrantes de la comunidad Mapuche”, dijeron a través de un comunicado.

“Sin contar con ningún equipamiento necesario -ampliaron las organizaciones- las y los integrantes de la comunidad combaten el fuego con lo puesto, día a día organizándose para subir a primera hora en cuadrillas y a caballo a la ladera norte del Piltriquitron con moto-sierras, palas y hachas para realizar grandes cortafuegos en las márgenes de la comunidad”.

Explicaron que “es contradictorio recomendarle a una comunidad Mapuche quienes registran ocupación comunitaria desde hace más de 150 años en la zona, no combatir el fuego. Sin embargo en estos días entre el día 11 y 12 del incendio, acudió a uno de los sectores más afectados un grupo de combatientes capacitados en incendios forestales desde la provincia de Córdoba, los cuales quedaron atrapados por el fuego y pudieron replegarse por una huella que utiliza la comunidad Mapuche para la trashumancia de sus animales a las veranadas”.

Descontrolado

El fuego se mantiene descontrolado en la mayoría de los seis focos en los que el Servicio de Prevención y Lucha contra Incendios Forestales (SPLIF) dividió el incendio.

El sábado a última hora una gran columna surgió en la zona alta del cerro Piltriquitrón entre los sectores 2 y 4 y hasta allí se destinaron 39 brigadistas que realizaron una faja con herramientas de 600 metros por 3 de ancho, se informó desde el Gobierno de Río Negro. “Un cambio repentino en la dirección del viento provocó que la columna convectiva se volcara y traspasara la línea con un gran número de focos secundarios”, se amplió.

A última hora, el fuego comenzó a descender sobre la ladera oeste del cerro y se destinaron todos los recursos para el cuidado de las personas y sus viviendas en la zona de la Rinconada Nahuelpan, tarea que prosigue en estos momentos.

Allí se concentra un importante número de brigadistas del SPLIF y de otras organizaciones al tiempo que se realizaron algunas evacuaciones preventivas llevando a las personas a zonas seguras.

Por su parte, ayer el sector 2 fue abordado por personal del SPLIF Bariloche y El Bolsón y de todos los ICE (Incendios Comunicaciones y Emergencias) de Parques Nacionales con una línea de agua de 750 metros con una ramificación de 250 metros. A su vez, se hizo una línea con herramientas por el perímetro desde abajo y desde arriba. “De esta manera se logró contener ese sector”, se indicó desde Provincia.

Desde el SPLIF se informó que los sectores 1, 2 y 3 se encuentran contenidos, la parte baja del 5 detenido mientras que se sigue trabajando en el 4 y en la ladera del 5 y del 6 para controlarlo.

Este domingo se trasladó al lugar la Gobernadora rionegrina Arabela Carreras, quien junto a varios de sus ministros participó de reuniones con los referentes de los organismos de lucha contra el fuego.

Se espera para este martes una importante presencia de funcionarios del Gobierno nacional.

Pero desde las organizaciones mapuches es mayor la desconfianza que el elogio. “Más allá de los Estados provinciales o nacionales los que quedamos en el medio somos las comunidades Mapuche y pobladores campesinos”, se indicó desde la Coordinadora del Parlamento Mapuche y el Consejo de Desarrollo de las Comunidades Indígenas (Zona Andina).

Apuntaron contra “la falta de políticas claras como la continuación y el financiamiento de los ‘Planes de manejo de Bosques’ para comunidades u organizaciones Mapuche o la nula exigencia por parte de los estados a las forestales como EMFORSA (Empresa Forestal Rionegrina Sociedad Anónima) que produjeron, producen e insertaron monocultivo en la región, en este caso el pino”.

“No hay ningún plan para la mantención de la plantación de pinos por parte de las forestales o el Estado provincial, este tipo de monocultivo en la región ni siquiera tendría que existir dada a la cantidad de acumulación de material combustible que produce y sus grandes efectos negativos que dejan”, sentenciaron.

Fuente: https://www.enestosdias.com.ar/4931-una-comunidad-mapuche-en-la-primera-linea-de-combate-al-fuego

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