El Juzgado de Garantías N°2 de Pergamino hizo lugar a un habeas corpus preventivo presentado por la Comisión por la Memoria luego de que la víctima recibiera golpes y amenazas por parte de dos agentes de la comisaría primera. La mujer, que cumple con un arresto domiciliario en el barrio La Lomita, llamó al 911 por un conflicto con vecinos y terminó siendo víctima de la violencia policial.
Carla cumple un arresto domiciliario en el barrio La Lomita de Pergamino. Falta poco para que llegue su juicio y lo espera en su casa por razones de salud. Una madrugada escuchó un golpe y vio a dos vecinos queriendo ingresar a su domicilio. En su ayuda acudió su hermano, Agustín, y ella pidió a los gritos que alguien llame al 911. Los patrulleros llegaron cuando los vecinos agredían a su hermano con palos y cadenas frente a la casa. Se bajaron, entre otros, los agentes Eliana Serro y Lucas Maldonado, pero intervinieron disparando sus armas reglamentarias y agrediendo a Agustín. Desesperada, Carla les gritó que no podían hacer eso y que los iba a denunciar a Asuntos Internos. La reacción de los policías fue ingresar a la casa: fueron por ella.
Adentro los disparos continuaron, la golpearon y la sacaron a la rastra frente a otros vecinos. Ella pedía por favor que no le pegaran, les gritaba que está enferma. Se abrazó a un árbol para tratar de resistirse, la golpearon con una escopeta y le arrojaron gas pimienta. Perdió el conocimiento. “Dale enfermita, caminá” fue lo que escuchó cuando volvió en sí en la comisaría donde continuó la violencia verbal y física. Ese día terminó en el hospital y con una nueva causa por resistencia a la autoridad y daño agravado.
Estando en la comisaría, además, la fotografiaron esposada, con la ropa desacomodada y sin su autorización. Esas imágenes circularon en un grupo de Facebook. Aunque es usual que la policía publique imágenes de personas aprehendidas de espalda o pixeladas y las difundan en redes sociales e incluso medios de comunicación locales, esta práctica viola distintas normas.
Carla volvió a su casa amenazada y con miedo: a que le revoquen la prisión domiciliaria a pesar de su padecimiento, a cruzarse con los policías al salir a trabajar, miedo al verlos pasar despacio y riendo por la puerta de su casa. “Ya te vas a regalar. Te llevé una y no me cuesta nada llevarte dos”, le dijeron.
Al conocer los hechos, la Comisión por la Memoria, en su carácter de Mecanismo local de Prevención de la Tortura, presentó un habeas corpus preventivo. “De lo expuesto se advierte un claro hostigamiento y una persecución de parte de los efectivos policiales”, señala en su fallo el juez Julio Caturla a cargo del Juzgado de Garantías N° 2 de Pergamino. El magistrado hizo lugar a la acción presentada por la CPM y prohibió que los agentes Serro y Maldonado se acerquen a la mujer. También estableció un perímetro de exclusión tanto en su domicilio particular como en la vía pública.
El organismo presentó además una denuncia penal por lo ocurrido y el informe correspondiente ante la Auditoría de Asuntos Internos para que se investiguen los hechos y se arbitren las sanciones pertinentes.