El 18 de febrero del 2022 el gobierno del reino de España aprobó el anteproyecto de ley de protección animal. En una de sus cláusulas reza: “se prohíbe el sacrificio de animales, el abandono y el maltrato. Son seres sintientes con capacidad de pensar y sentir” “que se los descosifiquen legalmente” si una mascota se encuentra extraviada en la vía pública debe ser trasladada de inmediato a las perreras municipales para que reciban manutención y un trato digno. A los animales no se les puede dejar solos y requieren de una constante vigilancia por parte de sus dueños. Las sanciones en caso de infracción son para las leves multas de los 600 a los 30.000 euros, para las graves de 30.000 a 100.000 euros y para las muy graves, entre 100.000 y 600.000 euros. Si los jueces los encuentran culpables pueden ser condenados a penas de 24 meses de cárcel “Hoy empezamos a reducir la distancia entre el sentir social que busca proteger a los seres vivos que conviven con nosotros en el día a día y las leyes. Y comenzamos a terminar con la impunidad de los maltratadores en nuestro país” expresó Ione Belarra ministra de Derechos sociales y Agenda 2030. Los perros se consideran animales de compañía, son realmente los reyes del hogar, están bien alimentados, bien cuidados, no les falta hospitales, peluquería, y tratamientos de belleza. Muchas mascotas reciben más muestras de amor que los propios hijos.
Si a los inmigrantes no se les aplica los derechos humanos, que al menos se les apliquen los derechos de los animales.
Nos hemos quedado paralizados con la noticia de la matanza de inmigrantes africanos en la valla de Melilla. Ha sido un shock tremendo porque no podíamos imaginar un estado miembro de UE que se infringiera un golpe tan siniestro y perverso. Tras el deshielo de las relaciones entre el reino de Marruecos y el reino de España, sellado en Rabat el pasado 7 de abril del 2022 entre el gran chambelán de Felipe VI Pedro Sánchez y el tirano de Marruecos Mohamed VI se fraguó esta masacre, es decir, que se dio luz verde a las fuerzas del orden tanto marroquíes como españolas para que actuaran con toda la saña y brutalidad del caso. Un castigo inmisericorde más propio de los campos de concentración nazis. La consigna consensuada por los dos reinos hermanos es mano dura contra los peligrosos invasores enemigos del orden y la ley. Es el inicio de una nueva era en las relaciones entre el reino de Marruecos y el reino de España, una nueva era en la que se niega el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación y reabre el abastecimiento de gas natural a través del gasoducto Magreb-Europa que cortó Argelia. A cambio el reino alauita se comprometió a ofrecer seguridad a los enclaves españoles de Ceuta y de Melilla asediados por la inmigración africana.
Tras firmar de la paz -a causa del empecinamiento del reino de España por que se cumplan las resoluciones de la ONU sobre el Sahara Occidental- el reino de Marruecos ha asumido el trabajo sucio, mientras Madrid se lava las manos. Es imprescindible disuadir a esos “indeseables clandestinos” que intentan invadir la Europa una, grande y libre. La dictadura marroquí se ha especializado en perseguir, torturar y desaparecer a cualquier opositor que ose trasgredir a los designios del rey Mohamed VI.
Este diabólico pacto se selló con la deleznable masacre de Melilla, nunca mejor dicho, un pacto de sangre que deja un número indeterminado de muertos, heridos, torturados, encarcelados y desaparecidos. Parece mentira que un país supuestamente democrático como es el reino de España que siempre se ha declarado defensor de los derechos humanos ante los organismos internacionales -llámese la Unión Europea o la ONU- haya cometido tan macabro crimen. “España (según el Ministerio de Relaciones Exteriores) es un país profundamente comprometido con los derechos humanos, cuya protección y promoción constituye un eje prioritario de nuestra política exterior” (estos principios fundamentales que tanto pregonan los han escupido y pisoteado) Y para rematar ahora intentan echarle la culpa a las “mafias” Menos mal que los sicarios marroquíes ya limpiaron la escena del crimen, cavaron las tumbas y enterraron los cadáveres de las víctimas para borrar cualquier prueba que los pudieran implicar. Aquí no ha pasado nada y que descasen en paz.
Pero las imágenes son contundentes y reflejan a la perfección qué es lo que sucedió ese luctuoso día 24 de junio de 2022 cuando Gendarmes y fuerzas auxiliares marroquíes junto a la Policía y Guardia Civil española -unidas en la misión de salvaguardar la soberanía del territorio de la UE- les tendieron una trampa a los inmigrantes africanos para cazarlos sin piedad. Tan estrecha colaboración surtió el efecto deseado y los nuevos socios han logrado coronar con éxito tan “heroica misión”
Se han ensañado cobardemente con los más pobres, con seres indefensos que huyen de la miseria, la marginación, las enfermedades, el hambre, y las guerras.
A palazos, con barras de metal, balas de goma, balas auténticas, gases lacrimógenos y botes de humo consumaron la matanza. Porque según las autoridades competentes se trataba de “un asalto organizado y violento”. A como diera lugar había que reprimirlos, eso sí, “respetando los derechos humanos”. Estas afirmaciones son avaladas igualmente por Bruselas. Al final no se sabe muy bien la cifra exacta de asesinados, de detenidos, de desaparecidos, de procesados judicialmente. Una espantosa catástrofe humanitaria más propia del III Reich. Muchas de las victimas agonizaron tiradas en el suelo como si se trataran de cerdos en un matadero.
Pero ya se ha encontrado el verdadero culpable: “Argelia es el instigador del ataque”. “No son inmigrantes sino terroristas” Este acto criminal se ha cometido con premeditación y alevosía porque semanas antes ya se habían iniciado las redadas en los campamentos de refugiados del Gurugú. El propósito la policía marroquí, en coordinación con la Guardia Civil española, no era otro que desmantelarlos e incendiarlos. De alguna manera tenían que escarmentar a esas “bestias malolientes” que se alimentan de la basura, duermen entre cartones y afean el espacio público. Hay que arrasar con todo y borrarlos de la faz de la tierra. El conflicto de la migración ilegal solo se resolverá por vía militar. Así lo ha decidido el capitán general de los ejércitos españoles su majestad Felipe VI y el Comendador de los Creyentes Mohamed VI.
No son fallecidos, sino asesinatos a mansalva, no es defensa propia sino ejecuciones extrajudiciales consentidas por los dos reinos que intentan ocultar el genocidio bajo un tupido velo. Pero este es un capítulo más en su sangriento prontuario pues basta recordar el salto de la valla de Ceuta, mejor conocido como la “tragedia del Tarajal”, el día el 6 de febrero del 2014 cuando unos 300 clandestinos, la mayoría africanos, intentaron entrar a nado en Ceuta por el dique que separa Marruecos de España. Inmediatamente la Guardia Civil al grito de “¡negros de mierda fuera de España!” les dispararon gases lacrimógenos y balas de goma que causaron el ahogamiento de 15 migrantes. En ese entonces el presidente Mariano Rajoy y el ministro del Interior Fernández Díaz respaldaron la “heroica actuación” de la Guardia Civil que evitó una catástrofe de gigantescas proporciones. Aunque este crimen de lesa humanidad fue judicializado al final el Supremo definitivamente archivó la causa. 8 años después “la tragedia del Tarajal” continúa impune. Algo que desde luego ocurrirá también con la Masacre de Melilla. Al final las víctimas son las culpables y a los victimarios se les eleva a la categoría de los “mejores soldados de la patria que merecen ascensos y condecoraciones”
La inmigración ilegal se considera una amenaza contra el orden establecido y la soberanía de los estados. Las oleadas de miserables africanos no pretenden otra cosa que desestabilizar las pujantes economías del Primer Mundo. ¡Nuestra civilización está en peligro! Las potencias harán hasta lo imposible para enfrenta a los “nuevos bárbaros”. Y así queda reflejado en la declaración final de la cumbre de la OTAN en Madrid. Desde luego que este ha sido un espaldarazo al “lamentable incidente de Melilla”. “El reino de España dolorosamente tuvo que tomar medidas excepcionales en estricto apego a la legalidad internacional” Tanto cinismo nos produce náuseas. La OTAN ha prometido defender la frontera sur de España (incluido Ceuta y Melilla) No hay nada que reprocharle al ejecutivo “Socialista” que ha demostrado una gran mesura en momentos tan difíciles. El presidente Biden le dio una palmadita en la espalda al gran chambelán de Felipe VI: “Good job, good job, Mr. Peter” y a continuación brindaron con champagne por la buena marcha de las relaciones entre los dos países. Los gangster les echan más leña a las hogueras del akelarre.
Estamos absortos, conmovidos y escandalizados al contemplar por los medios de comunicación las terribles imágenes de la Masacre de Melilla. Ya nos hemos despertado, no es una pesadilla sino la cruel realidad. Este atentado tan zafio y rastrero es imperdonable y será una maldición que tengan que cargar por los siglos de los siglos.
Los inmigrantes en su largo viaje hasta llegar a Marruecos atravesaron el desierto del Sahara, donde miles han muerto de inanición o abandonados por los traficantes de seres humanos; muchos de ellos lo han cruzado a pie y en su larga ruta han sido esclavizados y explotados. Llevan grabado en su frente el estigma de apestados. Pero es preferible arriesgar la vida pues en su propia tierra no existe ni una pizca de esperanza. Solo en Europa podrán resucitar y encontrar la redención.
Eligieron el sacrificio supremo, el martirio antes que estar aguantando la perpetua humillación. No les quedó más remedio que saltar la valla de Melilla porque al fin y al cabo la dignidad humana tiene un límite. El reino de España junto al reino de Marruecos como buenos socios aplicaron la solución final: exterminarlos, fumigarlos como alimañas. Esta masacre racista es una clara advertencia para aquellos que pretendan dirigirse a Ceuta o Melilla con la intención de entrar en Europa. El Mediterráneo es el último obstáculo que tienen que sortear atraídos por los cantos de sirena y donde miles y miles se han ahogado al naufragar las pateras
El presidente Pedro Sánchez cínicamente se autoproclama defensor de los derechos humanos y en los cónclaves y foros internacionales repite hasta la extenuación palabras claves: paz, libertad, solidaridad, fraternidad. Incluso se mostró benevolente y le brindó refugio en el puerto de Valencia al barco Aquarius con 629 inmigrantes a la deriva. “Refugee’s Welcome”. Ahora incomprensiblemente les clava una puñalada trapera.
Ya se les ha caído todas las máscaras al Partido Socialista Obrero Español y a sus socios: Unidas Podemos, EH Bildu, ERC, BNG, PNV, Más País, JxCat, PDeCAT, Compromis, en vergonzosa connivencia con el PP, Vox y Cs. Quizás lo más decepcionante sea el comportamiento mezquino y rastrero de Unidas Podemos que ha traicionado a sus electores por su tibio mensaje de “insatisfacción por los desgraciados sucesos acontecidos en Melilla” “Un trauma que no los deja conciliar el sueño” Están más preocupados en la defensa del lenguaje inclusivo y la organización de la marcha del orgullo Gay. Unidas Podemos como ficha clave en el gobierno de coalición ha preferido mantener un silencio cómplice. Claro, la prioridad es ofrecer estabilidad al reino borbónico, conservar sus privilegios, sus puestos burocráticos, sus altos sueldos y prebendas antes que presentar la renuncia. Porque la única respuesta válida ante esta satánica masacre es dimitir en señal de protesta. En todo caso la historia los juzgará como unos cobardes, ruines, inmorales e hipócritas. Definitivamente no necesitamos de VOX ni a ningún partido ultraderechista pues para eso tenemos al PSOE y sus socios que los han superado con creces. Ahora comprendemos lo que significa la palabra fascismo, no en teoría sino en práctica.
Pedro Sánchez en los jardines del palacio de la Moncloa juega con su mascota de nombre Turca, una preciosa perrita de aguas; la mima, la acaricia, la ama. Es tan bella y adorable. Lo que más le atrae de ella es su nobleza y su dulzura. Se merece un chuletón de Segovia. Qué lástima que esos negros abatidos en la valla de Melilla no puedan ladrar, mover la cola y mansamente besar la mano de su amo. ¿Cuál es el balance de la carnicería? ¿cuántos muertos han caído? ¿Cuáles son sus nombres y apellidos? ¿cuántos heridos? ¿cuántos torturados? ¿cuántos encarcelados? ¿cuántos desaparecidos? ¿adónde se llevaron a los detenidos? ¿Talvez están confinados en campos de concentración en lo más profundo del desierto? ¿qué trato están recibiendo los supervivientes? Pedro Sánchez, el gran chambelán de Felipe VI, trata de eludir sus responsabilidades, mira para otro lado como desentendiéndose de la tragedia que el mismo provocó. “la culpa es de los violentos inmigrantes. La culpa es de las mafias” “Nosotros solo hemos cumplido con nuestro deber” El reino de España es víctima de una confabulación mediática que pretende manchar su honra. Gracias a Marruecos se ha evitado la invasión de Melilla, la violación del territorio patrio y un motín de impredecibles consecuencias.
A miles de kilómetros desde la frontera con los EE.UU y México se repite el mismo fenómeno de Ceuta o de Melilla. El día 28 de junio en San Antonio Texas han perecido asfixiados más de 50 migrantes ilegales mexicanos y centroamericanos que pretendían ingresar en los EE.UU han perecido asfixiados en el remolque de un trailer. La migración clandestina en este lado del mundo, la trata de personas por parte de los carteles y delincuencia organizada sigue en alza. El viacrucis deja en los últimos 40 años miles de muertos y desaparecidos. Para los millones de empobrecidos del Tercer Mundo no hay otra salida que saltar la valla o el muro en busca de una existencia más digna y sobre todo de la “libertad”.
En Nador (Marruecos) los sicarios policiales marroquíes están abriendo tumbas para sepultar a las víctimas de la masacre de Melilla. Es una antesala de que reinará la total impunidad, ni siquiera se les ha identificado, ni se les ha hecho las autopsias, ¿se han comunicado con sus familiares? ¿se llevará a cabo una investigación imparcial? No son perros de pedigrí y su destino es la fosa común. ¿alguien protesta? ¿la Comisión de Derechos Humanos de la Unión Europea? ¿derechos humanos de la ONU? ¿la ACNUDH? el Papa Francisco al menos concelebra una misa de réquiem por el eterno descanso de sus “hijos pródigos”. Menos mal que ya están en la casa del padre y no padecerán más sufrimientos. Su majestad el rey Felipe VI está muy ocupado y que puede importarle lo que ocurra con una “manada de negros” muertos en una avalancha y prefiere dedicar su tiempo libre a pasear con su mascota Salvador.
Esta matanza permanecerá grabada a fuego candente en nuestra memoria por más que traten de engañarnos con sentidas disculpas y discursos grandilocuentes.
Lo fundamental es que la opinión pública se olvide de este “pequeño incidente” Primero porque ya salimos de la pandemia y el crecimiento económico este año 2022 va a ser espectacular. Se aproximan las vacaciones de verano y es la hora de relajarnos después de un ajetreado año laboral. La táctica es dejar que pase el tiempo, porque el tiempo cura todas las heridas y pronto las aguas volverán a su cauce.
Carlos de Urabá 2022