Tensión en la CGT: la interna, entre la búsqueda de consensos y el temor a “portazos” de dirigentes

La central sindical seguirá unida “con los dientes apretados”. Lograron consenso por el atentado a Cristina Kirchner, pero las diferencias resurgieron.

Por Alejandro Di Biasi.

La CGT sigue atravesada por los desencuentros de sus dirigentes aunque sostienen que la unidad se mantendrá “con los dientes apretados”, explicó gráficamente un referente del consejo directivo a iProfesional. Eso no garantiza que alguno “pegue un portazo” que, en definitiva, no afectará a la estructura de la central obrera. Por lo menos, en el corto plazo.

El atentado contra Cristina Fernández de Kirchner provocó el alineamiento de los diferentes espacios políticos, que salieron a repudiar el hecho y convocaron a participar de la masiva movilización que se llevó a cabo el viernes 2 a Plaza de Mayo. Sin embargo, pasada la conmoción del intento de magnicidio, la política volvió a meter la cola en la vida de la central obrera.

Los integrantes del consejo directivo cegetista consideraron que la reunión previa a la marcha había sido “escasa” para analizar la situación y debatir sobre los pasos a seguir. La urgencia de los sucesos y la declaración de un asueto nacional de parte del Presidente Alberto Fernández abortaron la declaración de un paro nacional. Sin embargo, se especuló con la posibilidad de convocar a una huelga, con una nueva manifestación.

La posibilidad de otra medida de fuerza ya era resistida por los Gordos (Sanidad, Comercio…), Independientes (Estatales de UPCN, Construcción, Obras Sanitarias) y Barrionuevistas mientras que el Moyanismo y sus aliados pretendían declarar un cese de actividades con una manifestación frente al Palacio de Tribunales para repudiar el accionar de la Corte Suprema de Justicia. El debate estaba planteado para el lunes 5, con la convocatoria a una reunión del consejo del salario.

Suspensión de la reunión para evitar la confrontación

Allí volvió a aparecer el fantasma de la división. Para evitar que se recalienten los ánimos, se acordó suspender el encuentro con un comunicado firmado por los tres secretarios Generales, Héctor Daer, Carlos Acuña y Pablo Moyano, donde expresaron que la manifestación en Plaza de Mayo y otros puntos del país fue una “respuesta contundente de los trabajadores a la convocatoria efectuada”, explicando que se iba a seguir la evolución de los acontecimientos, manteniendo “el estado de alerta”.

La central obrera exigió un cese a la “violencia social y política”, al tiempo que reclamó “Justicia Independiente para todos los argentinos” y apuntó que “el movimiento obrero organizado garantizará con la fuerza de todos los trabajadores la plena vigencia de todos los derechos democráticos de nuestro país”.

La decisión de suspender el encuentro del consejo directivo no cayó nada bien en los gremios referenciados en el kirchnerismo. Uno de los referentes de la Corriente Federal de Trabajadores (CFT), Sergio Palazzo, se encargó de cruzar a varios de sus pares vía Whatsapp y habría abandonado el grupo interno de la CGT. El titular de la Asociación Bancaria era uno de los convencidos en que había que “seguir en la calle”, con el llamado a una huelga nacional con movilización. Y acompañaba la postura de Moyano en marchar contra la Corte Suprema. Otra de las señales de descontento del dirigente se remonta a la movilización del 17 de agosto organizado por la central obrera. Si bien dispuso un cese de actividades en el sector, prefirió marchar aparte y no junto con el consejo directivo.

Desde el entorno de Palazzo explican que “no se trata de ganar o perder en un debate, lo cuestionable es no darlo” y agregaron que “el viernes antes de la marcha, coincidimos en la necesidad de seguir dialogando sobre un curso de acción que se debe adoptar desde el Consejo Directivo. La reunión no se puede cancelar en forma unilateral”, aunque en realidad el comunicado estuvo firmado por los tres secretarios Generales.

CGT: dirigentes a favor del diálogo y el consenso

Las fuentes gremiales sostiene que Moyano tenía dos alternativas: o acompañaba la idea o partía la CGT. Indicaron que “la exposición que hizo Hugo Moyano el viernes, previo a la marcha a la Plaza, fue fundamental para que nadie rompa, para que nadie se vaya, porque sería hacerle el juego a una derecha que cada día es más extremista”.

Quien salió a aclarar la postura de la CGT fue el secretario Adjunto, Andrés Rodríguez, quien explicó que la posibilidad de hacer un paro nacional en repudio al ataque a la Vicepresidenta fue planteada por “algunos compañeros”, pero indicó que, en caso de convocarse, “tiene que haber otros fundamentos, como necesidades de los trabajadores”. Afirmó que una huelga nacional es “un instrumento” que “solamente se usa cuando las realidades del mundo laboral se ven en peligro”.

El también titular de la Unión Del Personal Civil De La Nación (UPCN) consideró que el debate realizado el viernes, previo a la movilización que se realizó hacia Plaza de Mayo, fue “muy bueno” porque permitió que se expresara “la mayoría de los integrantes del consejo directivo de la CGT”. Asimismo, llamó a “lograr consenso y a la unidad nacional”, coincidiendo con las declaraciones del ministro del Interior, Eduardo Wado” De Pedro, quien viene trabajando al respecto.

Quien adhirió a la línea del “consenso” fue el secretario General de la Unión Obrera de la Construcción (UOCRA), Gerardo Martínez, expresando que “necesitamos acuerdos para aprovechar el potencial que tiene Argentina y evitar que el país se siga hundiendo”, al tiempo que manifestó que “el diálogo y la concertación son herramientas fundamentales para superar la gran cantidad de problemas estructurales que tiene el país”.

¿Moyano y Barrionuevo, con terminales kirchneristas?

Agregó que “el problema actual es grave porque no tenemos una mesa de diálogo ni una plataforma de acuerdos que contemple el interés mayor de todos los actores sociales, que es Argentina”. E indicó que “para alcanzar este logro hay que cambiar muchas cosas y desde el sindicalismo planteamos que el diálogo y la concertación son el camino profundo y seguro para conciliar los intereses de los 430.000 trabajadores que representamos y de los 6 millones de asalariados de todo el país”.

En tanto, Pablo Moyano decidió bajar la exposición de los últimos días y resolver problemas de su gremio (sostener el empleo y salarios de los choferes de grúas y acarreo de CABA y comenzar a negociar las paritarias de Camioneros). Sin embargo, sigue aceitando su relación con el kirchnerismo y referentes como el propio Palazzo, el nuevo secretario General de la Unión Obrera Metalúrgica, Abel Furlán, y el titular de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky. La sorpresa de las últimas semanas es que el líder de los Gastronómicos, Luis Barrionuevo, profundiza su amistad con Wado De Pedro y muchos hablar de un par de reuniones que habría mantenido con el diputado del Frente de Todos (FdT), Máximo Kirchner. Para los dirigentes sindicales, ya comenzó la carrera presidencial del 2023 y hay que fijar posiciones.


Fuente: https://www.iprofesional.com/actualidad/369235-tension-en-la-cgt-como-esta-hoy-la-interna-de-los-gremios

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