Al tiempo que se discute la aplicación del bono, este gremio adelante el último tramo de la paritaria, solicitando un aumento anual mayor al 110 por ciento.
Por Alejandro Di Biasi.
El bono de fin de año sigue generando polémicas y enfrentamientos. Primero fue entre una parte de la conducción de la CGT y los sectores gremiales más cercanos al kirchnerismo, con la Unión Industrial Argentina (UIA) rechazándolo de plano. Luego fue con la aplicación, a quienes beneficiaba, montos, topes y otras yerbas. Y en las últimas semanas, distintas patronales afirmando que es imposible pagar los 24.000 pesos que dispuso el Gobierno por decreto.
En este lote, se inscribe la Cámara de la Pequeña y Mediana Industria Metalúrgica Argentina (CAMIMA) que provocó la reacción de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) advirtiendo que si no se abona, dispondrán medidas de fuerza.
Los directivos de CAMIMA enviaron una carta a la ministra de Trabajo, Raquel “Kelly” Olmos en la que solicitó que se “se revea, en carácter de urgente, los alcances del decreto 841/2022” para considerar la situación del sector Pyme que “no pueden afrontar ese costo”. Remarcaron que con el decreto presidencial “hacen responsables del pago de un bono a empresarios Pymes, que no son los culpables de la inflación, solo sufren sus consecuencias, al igual que los trabajadores”.
Fuentes de la UOM revelaron a iProfesional que “venimos reclamando una compensación por efectos de la inflación y el empresariado dice que no son culpables, como si todo fuese responsabilidad del Gobierno” y subrayaron que “vamos a esperar que se cumplan los plazos legales porque no vamos a desatar un conflicto ya; simplemente advertimos que los trabajadores y trabajadoras no pueden ser la variable de ajuste”.
Las cámaras metalúrgicas rechazaron pagar un plus de $50.000
Al tiempo que se discutía la aplicación del bono, la UOM estaba llevando adelante el último tramo de la paritaria, solicitando un aumento anual del 111 por ciento y un bono de 50.000 pesos. Las negociaciones se fueron dilatando al punto de amenazar con un plan de lucha que se levantó prácticamente al borde del inicio de las medidas de fuerza.
Hasta ese momento, los metalúrgicos habían conseguido un incremento del 65%, sumando un 45 por ciento del que ya se pagó un 11 por ciento en diciembre y resta liquidar: 11% en enero, 11% en febrero y 12% en marzo. El total fue entonces del 110% quedando pendiente el bono porque se descontaba que el Ejecutivo iba a implementar una ayuda salarial.
Los voceros consultados admiten que el secretario General del gremio, Abel Furlán, no insistió en el tema sabiendo de la aplicación del plus que, en definitiva, estaba destinado a las Pymes, donde los salarios son más bajos que en otras ramas como la de la siderurgia.
La paritaria fue aceptada por ADIMRA, AFAC (autopartistas), Camima (pymes), Afarte (electrónicas de Tierra del Fuego), Caiama (aluminio) y Fedehogar (electrodomésticos). Luego las tratativas se extendieron a la Cámara Argentina del Acero y el Centro de Laminadores Industriales Metalúrgicos Argentinos (CLIMA) y la empresa SIDERCA SAIC.
Compensación salarial ante la pérdida del poder adquisitivo
En un plenario en Pilar donde Cristina Fernández de Kirchner reapareció después del intento de asesinato, el titular de la UOM destacó la necesidad de un plus salarial que compense la pérdida del poder de compra por la constante remarcación de precios. Con la llegada de Furlán al frente del consejo directivo en reemplazo del histórico Antonio Caló, la UOM anunció que iba por una recuperación de los ingresos y, de a poco, parece que lo va consiguiendo.
Desde su asunción, prometió una recuperación concreta de los salarios. Sin ánimo de entrar en internas, indicó: “Hasta ahora fuimos demasiado contemplativos, no quiere decir que no seamos dialoguistas; pero no vamos a firmar ningún acuerdo que signifique la pérdida del poder adquisitivo de los ingresos de las compañeras y compañeros”.
Agregó que “está creciendo la producción, hay inversiones y se están creando puestos de trabajo. Sin embargo, tenemos sueldos con los que no podemos llegar a fin de mes”, destacando que “nuestra demanda está dentro de los parámetros económicos que estamos atravesando”.