Contrariamente al Foro Económico Mundial de Davos, en la Cumbre de la CELAC se discuten proyectos viables para los pueblos de América Latina en medio de la crisis económica mundial.
La crisis es del sistema capitalista de occidente no de los pueblos
Frente a la incapacidad de la “ciencia económica” para comprender la crisis actual, se sostiene que entre las causas estarían: a) El gran crecimiento poblacional, ¿como si los 6 mayores multimillonarios no concentraran la misma riqueza que la mitad de la población mundial?; b) las guerras, como si estas no fueran promovidas por los países capitalistas para obtener beneficios económicos y geopolíticos; c) los enemigos del imperio catalogados como comunistas, terroristas, eje del mal, actores estatales malignos, algo típico de la guerra fría.
La crisis provocada por el sistema capitalista colonial mundial cuya naturaleza es la acumulación, el despojo y explotación de la riqueza ajena, es responsabilidad de los otros.
Por otra parte, el avance del neofascismo que es la expresión más oscura de la derecha y que es resultado de la crisis, amenaza a los procesos políticos de los pueblos de América Latina.
Economía de guerra y el fin de la hegemonía del imperio de occidente
El conflicto bélico Rusia-Ucrania es uno de los eventos que mayor impacto ha tenido sobre la economía mundial.
Mientras la UE y Ucrania sufren las consecuencias de la guerra, EEUU obtiene ganancias económicas de la venta de armamento, del endeudamiento de estos países, beneficios geopolíticos y, todo, sin arriesgar a un solo soldado. Sin embargo, el terror a una derrota los lleva a ampliar el apoyo financiero y militar a Ucrania puesto que desnudaría su alta vulnerabilidad.
Las medidas contra Rusia como el bloqueo solamente están afectando Europa, lo mismo pasa con la guerra tecnológica de Biden con la prohibición de abastecimiento de microchips contra el indiscutible ascenso de la economía china, no hace otra cosa que fortalecer la industria china y bloques opuestos a Occidente.
Frente a la catástrofe industrial y la pérdida de hegemonía, EEUU evidencia una crisis terminal. El capitalismo basado en su rol de gendarme mundial y el control del petróleo ha terminado, ahora empezó una nueva fase del capitalismo mundial basada en la alta productividad de la fuerza de trabajo alcanzada mediante políticas socialistas.
Viabilidad histórica nacional y regional
En un contexto de multipolaridad generada por la debacle de la hegemonía de EEUU y el crecimiento de los países emergentes, los países de la región podrían hallar una oportunidad para ir más allá del papel establecido por la división internacional del trabajo para sus economías, que consiste en la exportación de materias primas con incipientes procesos de industrialización y falta de tecnología.
El Presidente Luis Arce en la Cumbre de CELAC, compartió el modelo económico social comunitario productivo que tiene como su principal pilar la soberanía económica obtenida con la recuperación de los recursos naturales lo que resultó en la recuperación de excedentes y la redistribución de la riqueza.
Con esta base se impulsa una industrialización que era impensable en décadas anteriores y que sirve para generar valor agregado en la producción. Paralelamente, la estabilidad económica y social sienta las bases para el fortalecimiento del mercado interno.
La soberanía monetaria y financiera derivada de la bolivianización ha impedido que la crisis y las presiones del dólar afecten la economía manteniéndose una baja inflación. La estrategia del control de precios de los alimentos mediante empresas estatales, ha evitado la especulación, el desabastecimiento y la subida de precios.
Como un eje principal pero complementario con el económico, las políticas sociales han permitido realizar grandes avances en la democratización de la educación primaria y secundaria y el acceso gratuito a la educación técnica y superior. Las políticas de empleo se encargan de orientar estas capacidades hacia un apoyo efectivo a las unidades productivas.
Con el Seguro Universal de Salud gratuito mejora las condiciones de vida y genera mayores condiciones para el despliegue de la productividad laboral. En términos de protección del estado a las madres y niños recién nacidos, también se ha universalizado la atención prenatal y del parto mediante incentivos económicos y se otorga el subsidio alimentario posparto. El Bono Dignidad representa un ingreso para las personas adultas mayores que no gozan de jubilación, pequeño pero muy importante.
En resumen, las políticas sociales generan mejores condiciones de vida para el pueblo, pero también se convierten en unas condiciones económicas poderosas que impulsan la economía a partir del potenciamiento del trabajo como núcleo generador de riqueza, de valor y de vida.
Mientras tanto, en alguna parte de ciudad Gótica, Laura Richardson jefa del Comando Sur de EEUU asegura que en Latinoamérica “tenemos” una riqueza incomparable de recursos, listando el litio, agua, petróleo, minerales y otros, en un foro-video de la Atlantic Council poco después de la Cumbre de la CELAC. Pero en América Latina se conoce bien el significado de esta preocupación por “nuestros recursos”.
Por eso, la integración regional es una condición sin la cual no se podrá aprovechar la oportunidad de este nuevo contexto multipolar. Esta opción exige mucha claridad política y solidaridad entre los pueblos de América Latina, además de enfrentar la emergencia del fascismo y la ofensiva del imperio del norte por su desinteresada preocupación por “nuestros recursos”.