El fin de semana pasado se llevaron a cabo en la zona sur del conurbano bonaerense tres actividades conmemorativas en torno a la vida y legado de sendos militantes sociales significativos para el movimiento de trabajadores desocupades. Estamos hablando de Darío Santillán, de Norberto Salto y de Javier Barrionuevo, artífices de la construcción del movimiento piquetero en los años ´90 y posteriores al 2000 en las barriadas sureñas. En testimonios de quienes les conocieron y compañeres de lucha, celebramos sus vidas.
El pasado sábado 11 de febrero fue una fecha cargada de emotividad, importante en el calendario de lucha de los movimientos sociales que desde hace más de 20 años vienen construyendo un rumbo en la reivindicación de derechos para la clase trabajadora en Argentina. En ese camino, las vidas de varias personas quedaron unidas a través de movilizaciones masivas, ollas populares solidarias, concentraciones y piquetes al calor de las gomas quemadas, y hoy esas personas dan batalla contra el olvido de quienes dejaron un hito fundamental en cada acción.
Ese sábado, particularmente, concentró la reunión activa en Almirante Brown, Lanús y Esteban Echeverría en memoria y recuerdo de tres militantes de la región sur del conurbano bonaerense, escenario, justamente, de enormes luchas en las últimas décadas del siglo pasado cuando la crisis social, económica y política arreciaba contra la clase trabajadora, dejándola en la desocupación e indigencia. Darío Santillán, Norberto Salto y Javier Barrionuevo, tuvieron cada uno su homenaje en un mes coincidente en distintos aniversarios. Por un lado, Darío Alberto Santillán nació el 18 de enero de 1981, hubiera cumplido 42 años. Familiares y compañerada, como les gusta definirse, pensaron en una jornada para «celebrar su vida, celebrar la lucha». Por otro lado, el 6 de febrero se cumplieron 21 años del asesinato de Javier Barrionuevo a manos de un puntero político, Jorge “Batata” Bogado, en un corte de la ruta 205, en el partido de Esteban Echeverría. Una radio abierta con varias organizaciones, en el centro de Monte Grande, en contra de la impunidad fue el punto de unión. Y para cerrar, el 12 de febrero del 2005, Norberto Salto perdía su vida por la maldita precarización laboral, entonces a 18 años de su partida se realizó una vigilia en el Galpón Cultural de Claypole, lugar que lo vio crecer.
MONTE GRANDE – ESTEBAN ECHEVERRÍA
“A 21 años del asesinato de Javier Barrionuevo, levantamos su bandera, porque la lucha de ayer nos inspira a llenar de luz la memoria”
La madrugada del 6 de febrero de 2002 quedó en la historia y en la memoria de las luchas populares, cuando en el corte de la ruta 205 a la altura de la localidad de El Jagüel irrumpió de manera violenta con su auto Jorge Batata Bogado, quien “sin mediar palabras sacó una pistola 9 milímetros y le disparó a quemarropa a Javier. La policía de la comisaría 5ta de dicha localidad, que custodiaba el piquete, le había cedido el paso a Bogado, y ya asesinado Javier, abandonó el lugar. El juicio iniciado en 2003, fue resuelto con absoluta celeridad por responsabilidad del fiscal Pablo Pando. La fiscalía decidió no tomar declaración a la organización, ni presentarse como querellante”, recuerdan desde las organizaciones convocantes.
“Este año se cumplen 21 años del asesinato de Javier. La actividad fue una radio abierta, en la plaza que está enfrente de la municipalidad de Echeverría, estuvimos el Frente Popular Darío Santillán, el FOL y el MULCS, tres organizaciones que venimos todos los años realizando las actividades por el 6 de febrero. Como todos los años desde ese momento, hicimos algo para que no pierda la fecha, no se olvide al compañero, y este año hicimos esta radio abierta, con feria de productivos, exponiendo los trabajos de las organizaciones, para la gente que pasaba por la plaza”, relata con emoción Nina, militante del FOL.
Por su parte, Mayra del Frente Popular Darío Santillán, explica: “Javier fue asesinado por Bogado, puntero del partido justicialista. Este año tiene algo particular, ya que la causa prescribió, después de incansables pedidos de justicia por parte de las organizaciones sociales, que lo venimos haciendo y llevando a delante estas actividades recordando al compañero. No nos olvidemos que fue el primer manifestante asesinado en la provincia de Buenos Aires, dentro de un plan de amedrentamiento a la organización popular. Cuatro meses después sucede la masacre del puente Pueyrredón, acabando con las vidas de Maxi y Darío. Todo en el contexto de una de las peores crisis económicas del país. Su asesinato puso sobre la mesa el nivel de contradicciones del sistema judicial y su estrecha vinculación con lo más rancio del aparato del partido Justicialista y la nefasta policía bonaerense.”
Nina afirma que “como ya sabemos, no hubo justicia por Javier, el asesino quedó libre, porque el fiscal no lo acusó, y quedó completamente impune el asesinato y ni siquiera sabemos si está vivo el asesino Bogado”, y concluye, “hoy, lo que queremos hacer es más que nada ir instalando en el municipio la fecha 6 de febrero y lo que pasó ese día, que quede como efeméride, una fecha histórica a nivel municipal, que se reconozca”.
Mayra concuerda con Nina en que les surgió “la necesidad de trasformar el pedido de justicia, que nunca llegó, sin bajar las banderas” y amplía la propuesta: “se nos ocurrió que la mejor manera era con la memoria. Así, empezamos a esbozar una campaña, y un proyecto para llevar al Concejo Deliberante, y que el 6 de febrero sea declarado día de la memoria y de la justicia en el distrito de Esteban Echeverría. Con esta idea realizamos la actividad en la plaza Mitre, comenzando a visibilizar y a convidar la propuesta a vecinos y vecinas del distrito, como a su vez mostrar los trabajos que realizamos en los distintos barrios, como sostenemos comedores y merenderos, y también nos organizamos para un trabajo digno con nuestros productivos textiles, panaderías, herrerías.”
En aquel 2002, el reclamo del movimiento de trabajadores desocupades de Esteban Echeverría era por planes de empleo y alimentos para los comedores populares, en la actualidad tiene su correlato con los reclamos de las organizaciones y sus cooperativas. Tal como plantean Nina y Mayra, no han bajado los brazos ni las banderas, algo que homenajea a Javier Barrionuevo, que buscaba una vida digna cuando se sumó a la lucha.
CLAYPOLE – ALMIRANTE BROWN
Homenaje por la memoria de Norberto Salto, ejemplo de lucha en el barrio
Norberto Salto falleció el 12 de febrero de 2005, en el marco de condiciones precarias de trabajo. Trabajo, algo por lo que luchó el joven en los años previos, sumándose al Galpón Cultural de Claypole. En ese lugar, la noche del sábado a partir de las 20, comenzó una vigilia en homenaje a Norbert, como solían llamarlo, con inauguración del monolito, comida y música, un encuentro en su memoria.
Para saber más de la vida de Norbert, conversamos con Ernesto, más conocido como Jol, militante del FOL, quien supo ser su compinche y en esa amistad, forjar un vínculo más grande, el compañerismo.
“La actividad por los 18 años – explica – aniversario de la muerte de Norbert, se cumplieron el domingo 12 de febrero, la convocamos desde el FOL junto con distintos barrios de la regional, yo calculo alrededor de 50 personas en total la participación prevista. La idea es recuperar la historia y la memoria de Norbert, en un sentido de compromiso militante, con su aporte a la organización. En los inicios del Movimiento él se acercó al Galpón Cultural de Claypole desde los 12 años. Norbert nació el 15 de mayo de 1982 y con los años y la participación y el acompañamiento de otros militantes se fue involucrando. Fue uno de los primeros en organizarse como movimiento de desocupados en el barrio allá por el año 2000, y más firmemente en 2001, 2002”.
En una semblanza de Norbert, Jol profundiza “personalmente, me tocó compartir convivencia, el armado de la casilla de caseros del Galpón Cultural a martillo, madera y clavo. Convivimos juntos en esa casilla, iniciamos el proceso juntes con más compañeres en el desmalezamiento del espacio donde actualmente está el Galpón y a su vez tanto del desarmado del tinglado que estaba en lo de una familia de vecinos muy solidaria, que nos prestaron generosamente la parte de adelante del terreno. Hasta que luego, encontramos el terreno que queríamos, juntada de firmas con los vecinos de por medio, teniendo siempre esa articulación con el territorio con vecinas y vecinos, avanzando en eso con cierta oposición en su momento por parte de una puntera del barrio de la cual pudimos defender la posición y defender el espacio y mantenerlo. En ese momento ya estábamos articulados con el MTD de Solano y gracias a la ayuda de les compañeres pudimos concretar ese avance.”
Con respecto al sábado, Jol puntualiza cómo se fue dando el desarrollo de la actividad. “Nosotros empezamos diciendo las palabras de las características del encuentro, habló el compañero Alejandro, se leyó la primera nota que hicimos en el año 2006, a un año de su fallecimiento, donde habíamos decidido ponerle el nombre al movimiento en honor al compañero Movimiento de Trabajadores Norberto Salto, en lo que ya sería el FOL, o pre FOL, se leyó ese texto de ese momento, tomamos la palabra expresamos sentimientos, pensamientos siempre en función del compañero, trayéndolo al aquí y ahora del presente, deseamos que de esta forma, al conmemorar su partida, su fallecimiento, tenía que ver con conmemorarlo cómo era él, trabajando, compartiendo la comida, compartiendo un momento, compartiendo pensamientos, acuerdos o no acuerdos, pero siempre de una forma honesta y siempre con amor. Hablaron Darío, Ernesto Grance, Marcelo, el compañero herrero Ale Hall. Ahí, hicimos la presentación, porque inauguramos el mural o muro activo de la memoria por llamarlo de alguna forma, que consta de un murito de tres metros de ancho y la idea es completar las 18 hiladas, una hilada por cada año que no está el compañero, tomando el compromiso de que año a año vamos a ir completando un año más por cada hilada, firmamos un acta de compromiso con la memoria, con la historia, con el compañero y con la organización”.
En ese momento, Jol se detiene a detallar algo muy importante en el simbolismo de la obra. “Ese muro activo no solo consta de eso, sino que hay una placa con el nombre del compañero hecha en chapa, pulida a mano, hecha a mano, hay una obra muy importante hecha por el equipo de trabajo de la herrería, que es un homenaje a la primera línea de Chile que hizo aguante y resistencia en estos años de lucha y movilización en dicho país. Esa primera línea de combate, de autodefensa, decíamos que expresaba el compañero Norbert en la tarea que él también tomaba, inclusive el 26 de junio de 2002. Consta de un monolito que ya estaba de antes pero lo restauramos y le pusimos una base, una escultura que simula una goma grande como símbolo de lucha piquetero identificación de la organización y de la lucha, y unas gomas como simulación de que están encendidas al lado, más chiquitas, como escultura”.
La emoción embarga a Jol en este punto, y rememora, “continuamos con música y guitarreada hasta la madrugada esperando la fecha”, y plantea nuevas actividades para el futuro, “este año se cumplen 30 años del Galpón Cultural y vamos a seguir haciendo aniversarios”.
La lucha por trabajo digno fue y sigue siendo el motor de las organizaciones tal como las conoció Norbert, haciendo hincapié en que ese trabajo debe contemplar todos los derechos para les trabajadores.
PREDIO RECUPERADO ROCA NEGRA – LANÚS
Celebración del 42° aniversario del nacimiento de Darío Santillán
EL sábado por la tarde familiares, compañeres, amigxs y organizaciones populares se reunieron en el marco de la celebración del nacimiento de Darío Santillán, quien el pasado 18 de enero habría cumplido 42 años.
El homenaje a su vida de lucha tuvo lugar en Camino General Belgrano 4431, Lanús Este, en el predio Recuperado Roca Negra, con música en vivo, actividades para niñes, buffet a precios populares.
Ariel Ibarra, más conocido como Turu, es militante organizado en el Frente Popular Darío Santillán de Almirante Brown, y comienza su testimonio afirmando “yo conocí a Darío en el año 2000, estuvimos participando en varias movilizaciones, inclusive en el primer piquete que se realizó en Almirante Brown, que se hizo en Monteverde y cerca del Cottolengo Don Orione, fui al cumpleaños de 18 del compañero, también participé en lo que fue la represión del 26 de junio de 2002, la Masacre de Avellaneda, donde tuve la tarea de seguridad de ese día. Estaba encolumnado con la columna de Almirante Brown y si bien él era de acá de Brown, de don Orione, ya había pasado unos meses antes a militar en lo que era el MTD de Lanús”.
Mucho para contar tiene el Turu, cuando rememora, “desde ahí, fuimos a la movilización grande que se hizo el 3 de julio con lluvia con todo, fuimos por justicia por Darío por Maxi, de ahí en más todos los años un montón de movilizaciones conmovedoras, muy masivas, lo que generan Darío y Maxi, imposible olvidar la acción que tuvo Darío, porque no muchos se quedan cuando alguien está tirado en el piso y él lo auxilió a Maxi, que ya estaba muy grave, herido de muerte. Al quedarse en la estación Avellaneda junto a Maxi, él nos dijo que se quedaba allí y cuando pasamos, que sigamos. Él se quedó con Maxi y lo cumplió, hasta dar la vida por el compañero”.
“Estamos festejando la vida de Darío – prosigue– el cumpleaños número 42, lo sentimos así aunque suene raro, le festejamos la vida al compañero.”
En cuanto a otros recuerdos, Turu evoca “él vivía en la Manzana 2 del barrio Don Orione y con una corta militancia en el MTD de Almirante Brown estaba como militante del MTD en Monte Chingolo. Con el compañero fuimos cuando todas las escuelas de La Plata estaban tomadas, y mucha gente, muchos jóvenes nos preguntaban por qué los piquetes, por qué el corte de ruta, cuando cortamos la autopista Buenos Aires – La Plata. Puedo recordar que uno de los productivos que empezamos a hacer de panadería acá en Araujo y Figueroa era hacer pre pizzas y fue un compañero que nos incentivó a que todo lo que hacíamos como cooperativa lo trabajemos y nos incentivó al trabajo, porque nos decía que desde ahí nos teníamos que organizar y pensar, porque podía llegar un día en que el subsidio el Estado no lo paga más y teníamos que seguir organizados desde lo que compremos del productivo lo que hagamos para poder seguir resistiendo y hacer asambleas, juntarnos y luchar desde ese lado del trabajo y como clase trabajadora, por eso él decía que no nos quedamos tranquilos cuando nos volvemos a casa cobramos 120 o 200 pesos, sino que había que seguir organizándonos”.
Por su parte, Luis Alberto Santillán, el padre de Darío, expresó su agradecimiento en las redes sociales a través de este mensaje:
“Quiero agradecer a toda esa hermosa compañerada. Que han puesto tanto amor para llevar adelante el nacimiento de NUESTRO DARÍO…
Sé que fueron muchos días de pensar y poner el cuerpo para que todo salga bien. No sólo salió bien, salió perfecto…
No solamente fue por Dari, también por Vicente Zito Lema, por Celeste Leprati, hermosas personas que están otro plano que sin dudas nos llenaran de energía para seguir con más fuerzas que nunca esta lucha…
A todos y todas que vinieron desde distintos puntos, algunas/os de lugares alejados, diciendo Presente!!!
Los abrazo con el alma un padre agradecido!!!
Por Dari, Maxi, Vicente, Celeste y por todas /todos los compañeros/ as caídos por las balas asesinas del maldito Estado!!
HLVS
Ese fin de semana contra el olvido, contra la impunidad, por la Memoria, por la Justicia dejó no solo buenos recuerdos, sino también la firme convicción de que a les compañeres el mejor homenaje que se les puede hacer es seguir siendo consecuentes con la consigna que forjaron arrancando este milenio: “Trabajo, Dignidad y Cambio Social”.
Compañeros Darío Santillán, Norberto Salto y Javier Barrionuevo, ¡¡¡presentes!!! ¡Ahora y siempre!