Verdades sobre la URSS que los medios y el sistema educativo burgués no nos quieren contar

Verdades sobre la URSS que los medios y el sistema educativo burgués no nos quieren contar.

El 17 de marzo de 1991, los ciudadanos de la URSS votaron en el referendo por mayoría aplastada (76,6%) a favor de “la conservación de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, como una federación renovada de repúblicas soberanas”.

Pero meses más tarde llegó la traición, la URSS solo podía ser destruida desde dentro, y el borracho Boris Yeltsin y sus compinches lo sabían, como lo sabía la CIA y el Gobierno de los EEUU, sin traición interna la URSS no hubiese caído y la historia reciente sería otra bien distinta.

Finalmente los traidores y los Yanquis también consiguieron sus objetivos, y la URSS se desmoronó dando la apariencia de que era precisamente por la voluntad del pueblo: el 1 de diciembre más del 90% de ucranianos apoyaron la idea de independencia, aunque en marzo más del 70% de ellos se manifestó a favor de un estado unido.

Al separarse la segunda república más importante, todo se acabó. Una semana más tarde el mundo oyó sobre el Tratado de Belovezh firmado por los presidentes de Rusia, Ucrania y Bielorrusia, que declaró la disolución oficial de la URSS estableciendo en su lugar la Comunidad de Estados Independientes (CEI).

En la URSS como en cualquier sociedad políticamente inestable y democráticamente inmadura el referendo no es una manifestación de los deseos de los ciudadanos, sino una herramienta para una intriga política y manipulación aun más explícita que la que suele observarse algunos comicios.

La votación sobre la conservación de la URSS fue un elemento de una lucha reñida que emprendieron las autoridades federales contra las élites de las repúblicas, ante todo contra la autoridad de Rusia liderada por Boris Yeltsin quien hábilmente arrebató el éxito del Kremlin al proponer aquel mismo día a la población de la República Socialista Federativa Soviética de Rusia (RSFSR) la creación del cargo de su propio presidente (más del 71% votaron “ a favor”).

De esta manera, fue creado un centro de poder alternativo que al fin y al cabo liquidó a su rival. En otras palabras, los ciudadanos de Rusia se proclamaron al mismo tiempo por dos guiones opuestos, siendo las dos votaciones libres y legítimas.

Posteriormente, fueron convocados varios referendos en el espacio postsoviético. Pero siempre sirvieron para afianzar y prolongar los poderes de mandatarios autoritarios (Bielorrusia, Kazajistán, Uzbekistán, Tayikistán, Azerbaiyán) o llevaron a agravar el proceso político como en Rusia en marzo de 1993 cuando Yelstin convocó el referendo sobre la confianza del pueblo a él y sobre la aprobación de una nueva Constitución que le confirió poderes muy amplios.

Así, los eventos violentos en Moscú de octubre de 1993 en el curso del contencioso entre el presidente y el parlamento fueron resultado, en parte, de que la voluntad del pueblo proclamada en primavera agudizó el conflicto de legitimidad y agravó el problema de la dualidad de poderes.

En marzo de 1991 ya fue imposible conservar el país. Su desintegración no fue provocada por los referendos, claro está. Pero esta experiencia permite sacar una conclusión curiosa. Los referendos llegan a convertirse o en atributos de regímenes que no tienen nada que ver con la democracia, o son medio de élites débiles que no quieren o son incapaces de asumir la responsabilidad por sus decisiones.

La historia no puede retroceder, pero es interesante reflexionar si hubo posibilidad de crear una renovada Unión de Repúblicas Soberanas como fue previsto por los resultados del plebiscito. Creo que esta posibilidad existió hasta el golpe de estado de 1991. Pero es poco probable que aquella unión hubiera parado el proceso de desintegración que ya iba acelerando a todo vapor. La Unión de repúblicas soberanas habría sido una etapa intermediaria de la redistribución del poder a favor de las repúblicas, siendo el mismo el resultado. La unión estaba condenada a colapso, porque la voluntad de los líderes por obtener poderes no era posible  detenerla con medidas paliativas.

Sin embargo, si el tratado de la unión cuya firma fue prevista para el agosto de 1991 hubiera sido firmado, el carácter y, lo más importante, las consecuencias el colapso de la URSS habrían sido menos dramáticos. Las élites locales habrían obtenido el mecanismo del “divorcio civilizado” paulatino que crearon entonces de prisa llamándolo la CEI. Por lo consiguiente, la calidad de esta herramienta habría sido más alta y los pueblos habrían pagado un precio menor por la desintegración del país unido. Pero es que el precio que pagó la gente  lo fijaron los políticos que no repararon en nada por obtener su propio premio.

A partir del 17 de marzo de 1991 desapareció una comunidad llamada “el pueblo soviético”. Pero su última voluntad, expuesta en el referendo sobre la conservación de la URSS, nadie la cumplió.

La caida de la URSS nos llevó a un mundo unipolar donde los EEUU podían actuar como la policía del mundo y inmponer la “Pax Américana” con marines y bombardeos, con bloqueos, con golpes de Estado, o con invasiones, nada ni nadie los podía parar, o eso pensaban.

La desintegración de la URSS, víctima de políticos corruptos y traidores fue un día aciago para el pueblo soviético pero también para la clase obrera a nivel mundial.

La URSS con sus errores y horrores había sido el motor de cambio en cuanto a derechos y calidad de vida no solo de la clase trabajadora del campo soviético, sino también de la clase obrera del mundo. El miedo al contagio de la revolución soviética de Octubre llevo a las oligarquías a permitir mejoras de la clase trabajadora para evitar revoluciones obreras que siguiesen su ejemplo.

La URSS durante décadas equilibró la balanza en cuanto políticas geoestratégicas y económicas. El mundo era algo más «seguro» durante esa etapa puesto que los EEUU no tenían la hegemonía y tenían que medirse un poco a la hora de invadir países, derribar gobiernos o dar golpes de Estado.

La URSS no solo derrotó al fascismo en Europa, además ayudo a combatir el imperialismo y el colonialismo en África, Asia y Latinoamérica.

A la URSS le debemos avances como la sanidad universal, el derecho a vivienda, la educación pública, una Constitución que reconocía el derecho a la autodeterminación de los pueblos, un estado laico, la igualdad salarial y de oportunidades entre mujeres y hombres. Estos avances y otros muchos, son pasos adelante de gigante para la clase trabajadora.

Pongo un ejemplo que en plena pandemia del COVID-19 considero que es justo recordar e importante recordar.

Voy a contaros aquella vez que la URSS salvó a los niños del mundo.

Probablemente la mayor parte de la gente no sepa quién es Viktor Zhdanov. Sin embargo, estadísticamente hablando, le debes la vida.

Como mínimo, alguien que conoces le debe no haber sido horriblemente desfigurado o quedarse ciego.

Y es que él fue el protagonista principal de la derrota definitiva del asesino más sangriento de toda la historia de la humanidad: El virus de la viruela.

La viruela era un asesino de niños, hasta el punto que en India no se ponía nombre a los hijos hasta que la habían superado (porque era algo que había que pasar, como la varicela o el sarampión, solo que con una mortandad que rondaba entre el 20% y el 60%, que dejaba ciegos a un tercio de los supervivientes).

Viktor Zhdanov se presentó un día frente a la asamblea general de la OMS para proponer algo que nunca antes se había ni siquiera intentado. Su plan era probablemente la cosa más ambiciosa que la humanidad iba a proponerse en el siglo, aparte del viaje a la luna: acabar con la viruela para siempre.

Extinguirla hasta que no quedase ni rastro, y que los niños del futuro (esos somos nosotros, por si no te has dado cuenta) leyeran sobre ella tan sólo en los libros de historia.

Nunca antes se había erradicado una enfermedad, era algo de ciencia ficción, y muy pocos en la OMS creían que fuera posible.

Pero Zhdanov y la URSS no se rindieron. Si la OMS no apoyaba su plan (que pretendía hacer una campaña obligatoria de vacunación en todos los países, en la que los países ricos proporcionaran las vacunas a los pobres), la URSS tiraría el plan adelante… ¡En solitario! Para ello ya tenían preparados más de mil médicos y fabricadas ya 25 millones de dosis (y Cuba otros 2 millones).

Finalmente, la OMS aprobó el plan Zhdanov al completo (declaración WHA11.54), sólo por dos votos de diferencia, y tras quince años de esfuerzos continuos por parte de todas las naciones de la tierra, se lograron sus objetivos. El esfuerzo mereció la pena, la viruela había caído y millones de vidas se  habían salvado.

Además y a modo de necesario resumen quiero poner sobre el papel tan solo 10 importantísimos logros de la URSS que todo el mundo debería conocer:

1º Fue el primer estado en la historia de la humanidad en acabar con el hambre gracias a la colectivización de la tierra, muchos países muy avanzados hoy en día (como EEUU), no han podido acabar con esa lacra (o no han querido).

2º Fue el estado que soporto la mayor carga en la Segunda Guerra Mundial al derrotar al ejército nazi, según los analistas militares el 70% del ejército nazi fue derrotado en el frente oriental, unos 24 millones de soviéticos murieron en la mayor guerra de la historia para acabar con Hitler y con su ideología genocida. Sin embargo, hoy en día nos siguen mostrando a EEUU como el vencedor de esa guerra, gracias en parte a la hegemonía que ha conseguido Hollywood en el pensamiento colectivo.

3º La URSS lideró la campaña mundial para erradicar la viruela en el mundo, una enfermedad que se llevaba millones de vidas al año sobre todo en los países del tercer mundo, en las antiguas colonias de los estados capitalistas. Se trataron 15 millones de casos de viruela en 31 países, erradicando así la enfermedad, hoy en día existe el peligro latente para que vuelva a propagarse masivamente.

4º La seguridad social soviética; este punto (como los 3 anteriores) necesitaría una entrada entera, simplemente os voy a resumir unos cuantos puntos de lo que fue, la primera seguridad social de la historia, nacida de la constitución soviética de 1936.

-Jornada laboral de 7 horas, 6 para especialistas.

-Sistema de pensiones para ancianos e inválidos. Jubilación a los 60 años (para hombres) a los 55 para las mujeres, en trabajos duros (minería, industria pesada…) podía rebajarse a los 50. Para recibir la pensión completa había que trabajar entre 20 y 25 años.

-Baja por maternidad, desde el inicio del embarazo, y un año tras el parto, unos 20 meses en total.

-Baja por enfermedad: 100% del sueldo.

-Un mes de vacaciones pagadas por el estado.

Estos son los puntos más impactantes de la seguridad social soviética, que tras más de 70 años de su aprobación parece inalcanzable para los países capitalistas.

5º El primer sistema sanitario gratuito y universal, que elevó la esperanza de vida de los soviéticos, de menos de 40 años en 1917, a llegar a los niveles de occidente en los 80 (70 años). Los logros de la erradicación del hambre y del sistema sanitario se pueden comparar igualmente con la estatura media de los soviéticos, en 1917 1.60m en los 80 casi 1.80m. Este sistema sanitario descubrió el parto sin dolor y realizó los primeros trasplantes de órganos.

6º El primer sistema educativo totalmente público y gratuito, que alcanzó las mayores tasas de alfabetización de la historia en las 15 repúblicas soviéticas. Además, los colegios soviéticos ofrecían gratuitamente alimentación para los alumnos, por lo que la conciliación laboral-familiar se hacía mucho más fácil que hoy en día en los países capitalistas. Además las guarderías también eran gratuitas.

7º El gran logro económico que consiguió la URSS, según varios analistas políticos ha sido el crecimiento económico mayor en la historia de la humanidad, consiguiendo situar a una Rusia retrasada y feudal, en una superpotencia económica, que además, mejoró notablemente la vida de sus ciudadanos. Churchill inmortalizaría esta gesta con su popular frase: «Cogió a una Rusia con arados y la dejó equipada con la bomba atómica» refiriéndose a Stalin.

8º Carrera espacial, este es de especial importancia ya que consiguió llegar al nivel tecnológico de EEUU -y superarlo- en 40 años, habiendo salido del feudalismo y sin capacidad tecnológica, la URSS fue el primer país en enviar un satélite al espacio -Sputnik-, el primer ser vivo al espacio -La perra Laika-, el primer hombre en el espacio -Yuri Gagarin- y la primera mujer en el espacio -Valentina Tereshkova-. Sin embargo en el imaginario colectivo nos ha quedado que esta carrera la ganaron los americanos, al ser los primeros en llegar a la Luna.

9º Cultura popular. La URSS fue el país donde la cultura llegó a sus máximos niveles de expresión. La URSS era el país donde más periódicos se leían y vendían, donde más libros se vendían (también los más baratos), el país donde más conciertos musicales se celebraban. Era un país donde las masas de obreros acudían a la ópera, donde más teatros, salas de cine y edificios culturales existían.

10º Consiguió que la mujer tuviera los mismos derechos que el hombre, el mismo sueldo, las mismas posibilidades laborales, las mismas oportunidad para alcanzar cargos públicos… La URSS consiguió una igualdad plena entre hombres y mujeres.

«Que vuelva la URSS, hace falta ya….»

En defensa de los logros del campo socialista
Nuestros ahora menguados derechos y avances sociales se consiguieron gracias a esos hombres y mujeres que lucharon por el ideal socialista.

Existe el peligro de que la «nueva izquierda» venda y llegue a creerse que es posible hacer una revolución entre las cuatro paredes de un Parlamento, compartiendo en Twitter, Facebook, Wassap, Telegram, etc, sus excelentes, rebeldes e incendiarias intervenciones parlamentarias, existe el peligro de llegar a pensar que es posible hacer la revolución desde las instituciones burguesas, o que algunos lleguen a autoconvencerte que tu intervención en el Parlamento le importa a alguien más allá de tus seguidores en las redes sociales.

No podemos ni debemos olvidar que las revoluciones las hacen los pueblos en las calles, que ese cuento del capitalismo de cara amable es una gran mentira, que las revoluciones las hacen las trabajadoras y trabajadores organizados y con conciencia de clase, el resto de herramientas tienen una utilidad muy limitada.

Desde la “izquierda” algunas voces vuelven a hablar, como si no lo hubiesen hecho antes otros y ahora hubiesen descubierto la pólvora, del nuevo momento histórico que lo cambia todo, de un supuesto nuevo contexto que obliga a cambiar de estrategia, porque eso de la clase obrera y el comunismo es cosa del pasado, curiosamente las mismas voces que proclaman que el comunismo está anticuado vienen ahora con las consignas de la revolución francesa, una revolución burguesa que dio la espalda a la clase trabajadora y que está ya totalmente superada.

Son también los mismos que hablan de fracaso del campo socialista y ponen como ejemplo en colapso de la URSS, se olvidan apropósito o por desconocimiento, de que los derechos laborales y sociales de los que disfrutamos los trabajadores en occidente hasta ahora se consiguieron gracias a la existencia del campo socialista y del miedo que infundía en las oligarquías a nivel mundial, pero sobre todo a nivel europeo.

Nuestros ahora menguados derechos y avances sociales se consiguieron gracias a esos hombres y mujeres que lucharon por el ideal socialista, ellos que lo dieron todo, hasta la vida por el ideal socialista fueron quienes sembraron y cosecharon dignidad para la clase obrera.

Gracias a estos valientes camaradas pudimos disfrutar durante un tiempo de algunos derechos y mantener nuestra dignidad, derechos y dignidad que ahora nos roban, nos la roban porque después de la caída del campo socialista la oligarquía ya no tiene miedo y por lo tanto no siente la necesidad de tenernos «contentos», saben que ya no recordamos como se consiguen y como se defienden los avances sociales.

Para ser justos en lo que se refiere a la URSS y al campo socialista y en contraposición a esos pseudohistoriadores y mamporreros del poder, que más que escribir la historia la prostituyen, es necesario que hablemos claro y digamos la verdad.

Que les pregunten hoy a los ciudadanos exsoviéticos que ganaron y que perdieron tras la caída de la URSS, que les ha traído el capitalismo más que desigualdad, hambre, crimen organizado, prostitución, abuso de menores, además de la caída en picado de la calidad educativa y sanitaria.

La URSS con todos sus errores consiguió el gigantesco logro de ser el primer país en el mundo capaz de garantizar a todos sus ciudadanos, una vivienda, un trabajo, una educación y una sanidad universal y de calidad, una jubilación adecuada al tipo de trabajo realizado, vacaciones pagadas, derecho a baja remunerada con el 100% del salario, igualdad salarial entre mujeres y hombres, en la URSS ningún anciano moría de frio por falta de combustible, ningún niño dormía en la calle esnifando pegamento, ninguna niña era prostituida, que les pregunten a los ciudadanos exsoviéticos lo que han ganado con la llegada del capitalismo y lo que han perdido con la caída del comunismo.

*“Según las encuestas, más del 50% de los rusos lamentan la desintegración del anterior Estado. Una encuesta del Centro Levada en abril mostró que esta opinión era compartida por el 56% de los encuestados.

Una investigación de otro centro de análisis, el público VTsIOM, afirma que el 64% de los rusos votarían actualmente para conservar la URSS si se realizase un referéndum análogo al del 17 de marzo de 1991, cuando los ciudadanos de la Unión respondieron si consideraban necesario conservar el país en su forma anterior.

Tradicionalmente, el porcentaje de nostálgicos de la URSS es mayor entre las personas mayores de 55 años y los habitantes de zonas rurales, es decir, las categorías de población con una menor protección social, según señala la socióloga de Levada Karina Pipia. Pero tampoco es infrecuente que entre los nostálgicos de la URSS se encuentre jóvenes en una buena posición social, totalmente integradas en la sociedad moderna y que no vivieron

Según Mijaíl Mamónov, esta tendencia muestra que la principal causa de la nostalgia hacia la URSS es la económica. El año 2000 supuso el punto máximo de empobrecimiento de la población, y lo que más echaban en falta los rusos era la estabilidad de los tiempos soviéticos, según explica el experto. A lo largo de la década siguiente, los ingresos de los rusos crecieron junto con la economía, y empezaron a añorar menos el pasado. Pero al comenzar la crisis económica, la nostalgia volvió a aumentar.”

*Cubadebate

Los militantes comunistas debemos esforzarnos en recuperar el prestigio de los comunistas entre las trabajadoras y trabajadores y debemos defender los éxitos del campo socialista, lo que no significa que no reconozcamos errores y horrores cometidos por el camino, significa poner todo en su justa medida y en su justo contexto.

El capitalismo ha demostrado y sigue demostrando que es un sistema bárbaro basado en la desigualdad, la explotación, el abuso y el expolio, un sistema depredador que pone al ser humano y al mismo planeta Tierra al servicio de la economía llevándonos hacia el colapso y la destrucción.

Aquellos que desde la “izquierda” defienden la posibilidad de humanizar el capitalismo, que dicen que es posible un capitalismo bueno y de cara amable, los que dicen poder conseguir ese capitalismo benévolo solamente utilizando los cauces y los límites que pone a su «servicio» la democracia burguesa, mienten descaradamente, venden humo, son cómplices del sistema y no pretenden nada más que pisar moqueta y colocarse en un sillón del Parlamento para poder asegurar su propio presente y su futuro tanto a nivel laboral como económico.

Para la izquierda que realmente quiere transformar la sociedad y combatir al capitalismo, esa izquierda que sabe que el enemigo es el sistema y la corrupción es tan solo un efecto secundario inevitable derivado del sistema capitalista, para la verdadera izquierda es necesario recuperar el discurso de clase, es necesario conseguir que las trabajadoras y trabajadores recuperen la conciencia de ser clase obrera para poder enfrentarnos al sistema, porque sin organización no habrá movilización y sin movilización y toma de conciencia de las trabajadoras y los trabajadores nada se puede cambiar.

¡Proletarios del mundo uníos!

André Abeledo Fernández (Delegado de Persoal da CIG en Mercadona na Provincia de A Coruña)

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