Una de las mujeres indígenas que desde hace una semana tomaron el IPPIS (Instituto Provincial de Pueblos Indígenas de Salta) para reclamar el suministro de agua y el cumplimiento de los proyectos de viviendas para las comunidades Toba y Guaraní, se encadenó a la reja de la institución provincial.
Las mujeres de las comunidades indígenas llegaron hace una semana a la capital salteña. Desde hace un año reclaman una manguera para el suministro del agua, ya que la que tenían se rompió.
Las altas temperaturas que desde hace años se registran en la provincia del norte en verano derivo en un aumento en los casos de deshidratación. Las comunidades denuncian que el calor se incrementó como consecuencia de que la provincia esta primera en la lista de desmontes en las últimas décadas, lo que además las privo de sus formas ancestrales de vida.
“El estado es responsable del genocidio por desidia y en beneficio del agronegocio”, denuncian en un comunicado difundido.
Denuncian que el expediente con el pedido de suministro de agua “duerme hace más de un año”. Señalan que ante la llegada de la temporada de verano “a crisis se agrava y hay un gobierno provincial que esta por entrar en su segundo mandato y no ha tiene interés de gestionar una manguera. Es constante el manoseo a las comunidades indígenas que llegan a la capital salteña con pedidos básicos. Se realizan actas de compromiso que luego jamás se cumplen. Los pedidos siempre son los mismos: vivienda, centros de salud, escuelas y el agua”.
Explican, finalmente que “ante la desesperación de no tener respuesta vemos a hermanas de comunidades de pueblos originarios caminar días y semanas para llegar a la ciudad para poder ser escuchada”.
Solicitan el acompañamiento y la difusión:
Alejandra +543873638641
Francisca +543873684471
Fuente: https://www.redeco.com.ar/nacional/pueblosoriginarios/39403