Encuentro de Pueblos Originarios a 100 años de la Masacre de Napalpí

Integrantes de la Red de Docentes Familias y Organizaciones del Bajo Flores viajaron a Colonia Aborigen, Chaco, para participar del 16° Encuentro Nacional de naciones y Pueblos Originarios, que tuvo lugar entre el 17 y el 19 de agosto, en conmemoración del genocidio, en manos del Estado Argentino, de 500 hermanos y hermanas durante la Masacre de Napalpí, el 24 de julio de 1924. Esta Masacre ha sido considerada por la Justicia argentina, como un crimen de lesa humanidad, contra el pueblo Qom.

Por Red de Docentes Familias y Organizaciones del Bajo Flores.

Los pueblos Qom, Wichí, Mocoví y Vilelas convocaron al encuentro, también para dar debate sobre la realidad, generar espacios de participación y reflexión así como de búsqueda de consensos para enfrentar la dolorosa situación que viven frente a la política de hambreo a nuestras comunidades, incluida la privación del agua potable, que va a la saga de las muertes evitables por dengue, desnutrición, Mal de Chagas, tuberculosis, diarreas y deshidratación, parasitosis y consumo de aguas contaminadas, que dan continuidad a las políticas genocidas.

El objetivo de nuestro viaje fue acudir al llamado y la conmemoración y nutrirnos de la experiencia de resistencia ancestral de nuestros hermanos y hermanas, a la vez que brindar nuestro apoyo y colaborar con romper el cerco mediático que silencia sus luchas.

Frente a lo que vimos, oímos y compartimos nos vemos en la imperiosa necesidad de hacer esta crónica y seguir pensando acciones a nuestra escala humana que sostengan este puente tendido entre el Bajo Flores y las puertas del Impenetrable.

La apertura del Encuentro se realizó en el Memorial de la Masacre de Napalpí, con una ceremonia conducida por referentes del Pueblo Qom y la palabra de representantes de las comunidades de todo el País. La experiencia estuvo atravesada por la dolorosa constatación de que el genocidio continúa de manera sostenida y atroz y que los pueblos indígenas, no sólo son los más olvidados, sino también los más pobres entre los pobres. No obstante, esta convocatoria y esta resistencia nos habla de la dignidad y de la entera convicción de que, también en situaciones extremas, como las que allí se viven, la salida es colectiva.

Pese a que conocemos y padecemos la precarización de la vida impuestas en nuestros barrios populares,vemos que aquí, en el Chaco, las comunidades cargan con la ausencia total y absoluta de políticas elementales, orientadas a resolver problemas estructurales como el hambre y la salud. La falta de agua potable para el consumo apenas se apalea con una distribución insuficiente de tanques, pese a que, mediante obras de perforación, que el Estado ni se propone realizar, se garantizaría el acceso a este derecho fundamental a todas las poblaciones de la región. Las condiciones son de indigencia Estructural.

Resulta indignante saber que el agua está debajo de nuestros pies y que el Estado prefiera someternos a mendigar este bien común elemental para la vida antes que realizar las obras para su libre acceso, mientras permite que las mineras y petroleras en todo el país se valgan de millones de litros de agua que envenenan y utilizan para usufructo privado.

Paralelamente al desarrollo del Encuentro, en Castelli, portal del Impenetrable, se produjo el acampe de más de 2000 compañerxs de los pueblos Qom y Wichí, a quienes se les sumó el campesinado criollo, bajo la consigna de “Basta de Hambre”. Esta movilización no fue cubierta por los medios de comunicación que, en forma obsesiva, están dispuestos a seguir vendiendo humo, antes que mostrar los estragos de la política sistemática de exterminio.

Pese a este reclamo legítimo, pacífico y de carácter humanitario, los gobiernos provincial y nacional ignoraron sus obligaciones como garantes de la vida, la salud y la dignidad humanas.

Finalmente, después de 14 días de acampe, cuando estas cronistas regresaron a su ciudad de origen, el miércoles 21 el Defensor del Pueblo y su equipo recorrieron todas y cada una de las carpas, anunciaron la campaña anti TBC en el Impenetrable, se destrabó también el tema de los merenderos y se acordó la implementación inmediata al presentar la documentación correspondiente, interpretando el artículo 6 de la Ley de “Marco Legal para la asignación de beneficios sociales”.

A pesar de que las voces fueron escuchadas consideramos imprescindible poder enunciar el cuadro de situación que conocimos:

  • 4 de cada 10 niños no llegan al nivel mínimo alimentación
  • Desde hace 8 meses no funcionan los comedores escolares en casi la totalidad de la provincia y dejaron de entregar mercadería a los centenares de merenderos a lo largo del Chaco.
  • Solo 4500 familias indígenas reciben módulos alimentarios.
  • Hay 300 mil personas en emergencia alimentaria y solo 70 mil acceden a programas sociales fragmentarios que no les permiten salir de la indigencia.
  • La inexistencia de programas para apoyar la producción de pequeños y medianos productores con semilla, gasoil y créditos accesibles.

A las condiciones de vida inhumanas de comunidades enteras que viven en condiciones de indigencia planificada, se suman las consecuencias profundas de las grandes masacres como Napalpí y del genocidio por goteo.

Genocidio, Etnocidio y Ecocidio son crímenes contra la humanidad perpetrados sobre los cuerpos y territorios indígenas.Techo, tierra y territorio; participación, consulta libre, previa e informada; alimentación, agua y soberanía alimentaria; salud; trabajo, condiciones para trabajar la tierra; preservación de las lenguas originarias y del medio ambiente; educación multicultural y bilingüe; paz, cese de hostilidades, y criminalización del ejercicio de los derechos indígenas; acceso a los servicios de comunicación; políticas de Memoria, Verdad y Justiciay otras garantías de no repetición, constituyen el programa que el Estado debe garantizar a los pueblos originarios para dar cumplimiento a la reparación histórica por la que fue condenado.

Desde los espacios que integramos la Red, reivindicamos la identidad indígena de muchas y muchos de quienes formamos parte de ella, identidad fuertemente hostigada y discriminada en el contexto urbano, segregada a la vida en las villas, el trabajo precario, a la explotación a la que vemos expuestas a nuestras familias y generaciones más jóvenes.

Fortalecer esta lucha es fortalecernos y es también defender el derecho a una vida digna de nuestras generaciones venideras.

Regresamos con el absoluto convencimiento que nosotros/as a nuestra escala vamos a impulsar acciones y realizar articulaciones para que algo de nuestra solidaridad llegue a nuestros/as hermanos/as. La salida es plurinacional y colectiva.


Fuente: https://www.anred.org/2024/08/28/encuentro-de-pueblos-originarios-a-100-anos-de-la-masacre-de-napalpi/

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