Eduardo Prestofelippo, el exaltado youtuber conocido como El Presto, el dirigente de extrema derecha Hernán Carrol y el standapero derechista Martín Almeida, fueron testigos en el juicio oral por el intento de magnicidio de Cristina Fernández de Kirchner. Todos están sospechados de alimentar con sus prédicas el “odio político”, pero se mostraron como gente pacífica y abierta a la sana discusión de las ideas.
Redacción: Carlos Rodríguez.
El Presto sigue procesado en una causa por amenazas de muerte contra CFK, llamó “minita de la noche” a la imputada Brenda Uliarte y hasta lanzó un “carajo” en la audiencia, cuestionando el rumbo del juicio oral y público.
Carrol negó sus vínculos con el diputado Gerardo Milman, bajo sospecha como instigador del atentado a la exvicepresidenta, pero se mostró complacido con la prédica agresiva del presidente Javier Milei y la ministra Patricia Bullrich. Almeida, por su parte, tuvo como invitados en su cumpleaños a Fernando Sabag Montiel y Brenda Uliarte, poco antes del intento de magnicidio, y celebró con risas los “chistes” que hizo sobre el suceso que casi le cuesta la vida a CFK.
Los tres testigos enarbolan la “batalla cultural” que alienta Milei, siguiendo los lineamientos de su inspirador español, el ultraderechista Santiago Abascal, quien en su país quiere volver a los tiempos de la Guerra Civil para terminar “con los zurdos”.
Buenos muchachos
El segundo testigo de la audiencia 12 fue Eduardo Miguel Prestofelippo, de 32 años, conocido en las redes sociales como El Presto. Se presentó como “periodista, comunicador”. Dijo que conocía a la imputada Brenda Uliarte, porque habían tenido “un encuentro sexual una noche y nada más”. La fiscala Gabriela Baigún le recordó al testigo que tiene una causa pendiente por amenazas contra la entonces vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. El testigo sostuvo que el juez de la causa dijo que “no hubo delito”, pero la Fiscalía apeló la decisión y el caso sigue en trámite. El Presto recordó que la denuncia fue por un tweet en el que afirmaba que CFK “no iba a salir viva” por haber impulsado una reforma judicial rechazada por sectores políticos que se reunieron y “golpearon las puertas del Congreso”. El testigo aclaró que jamás dijo “hay que matarla” a CFK. Aprovechó el momento para denunciar que por esa causa allanaron su casa, “rompieron la puerta” de su domicilio y aseguró que sus dichos fueron “tergiversados”, mientras que nada pasó, según él, con “comunicadores que publicaron imágenes del expresidente Mauricio Macri con un balazo en la cabeza”.
Ante una consulta de la fiscala Gabriela Baigún, opinó que Cristina Kirchner es “una de las dirigentes políticas más importantes de los últimos 20 años, pero tengo fuertes críticas sobre la corrupción en su gestión”. Aunque se lo conoce como “youtuber”, afirmó que es “comunicador porque youtuber no es nada”.
Desde las redes sociales, dijo que plantea “una batalla cultural desde las ideas del liberalismo, desde la derecha, en contra de lo que son los gobiernos populistas, de izquierda, centro izquierda o progresistas”. Dijo tener una “idea mucho más patriótica” y admitió que puede tener “un léxico desaforado o vehemente”, pero jamás llamaría a los jóvenes “a la violencia armada de los años setenta”. Sólo criticó “las cárceles del pueblo, el secuestro de políticos y empresarios” por parte de las organizaciones guerrilleras. Nunca hizo mención al genocidio, a la dictadura cívico militar y por supuesto, mucho menos se acordó de hablar de las y los 30 mil desaparecidos. Su camino es “la batalla cultural”, la estrategia que despliega hoy el presidente Javier Milei, inspirada en las lecciones aprendidas del ultraderechista español Santiago Abascal, quien en su país alienta el retorno a la Guerra Civil.
El Presto sostuvo que jamás tuvo contacto con grupos violentos como Nueva Derecha o Revolución Federal. Solo conoció a Martín Almeida “este cómico que pertenecía a la Nueva Centro Derecha”. El testigo participó de un evento organizado por Almeida en 2020, donde concurrieron “varios comunicadores como Augusto Grinner, Manuel Daner, Tipito Enojado y el politólogo y escritor Alvaro Cicarelli. “Ese evento lo organizó la Nueva Centro Derecha”.
Estuvo en un acto en el Obelisco porteño, en septiembre de 2020, en el cual fue orador junto con el escritor Alvaro Cicarelli. El testigo recordó que estuvo a punto de ser candidato en las elecciones de 2019, acompañando al economista José Luis Espert, en una lista en la provincia de Córdoba.
Luego comentó que se reunió y recibió “felicitaciones” de la hoy ministra de Seguridad Patricia Bullrich. Dijo que el encuentro fue “en la sede del PRO”, pero por los datos que dio, la reunión fue en el Instituto de Estudios Estratégicos de Seguridad. El instituto fue creado por Bullrich en 2009 y uno de sus miembros es el diputado Gerardo Milman, sospechoso de haber tenido participación en el atentado contra CFK.
Al testigo le mostraron fotos suyas junto con Bullrich, con el presidente Javier Milei cuando era candidato a diputado en 2021. Explicó que desde esos años, junto con otros “comunicadores”, armaron “una red de contención alternativa a la información que publicaban los medios hegemónicos, que tienen el control de las voces”. Desde ese momento viene apoyando al actual presidente. En 2013 se sacó una foto con el exdictador Jorge Rafael Videla, a quien entrevistó. “También me reuní con exintegrantes de Montoneros como Luis Labraña”, dijo. Mencionó a Labraña para dar cuenta de una amplitud ideológica que no es tal, porque Labraña hoy avala la impunidad de los genocidas y pone en duda, igual que la derecha, que hubo 30 mil desaparecidos y desaparecidas. También se sacó una foto con Ximena de Tezanos Pinto, la vecina que odia a CFK, pero dijo que no sabía quién era, porque tiene “un millón y medio de seguidores” en las redes sociales.
El testigo dijo que conoció a Brenda Uliarte en un acto de Javier Milei en el Parque Lezama. La conoció como Ambar, el nombre que ella usaba en las redes sociales, y desde ese momento se comunicaron asiduamente por esos dispositivos. Con cierto enojo, aclaró que no tuvo “un romance” con la imputada y relató una serie de encuentros fugaces, dando a entender claramente una supuesta actitud persecutoria por parte de Brenda hacia él. Habló luego de un “extraño mensaje” que le envió a su celular poco antes de “este vergonzoso acto”, en alusión al atentado a CFK. En forma despectiva, dijo que ella hablaba de “un amor” entre ambos que, según él, era fruto de “un delirium tremens” de ella.
Muy molesto, afirmó que con ella tuvo un par de encuentros “de 15 minutos” y luego “un encuentro sexual de una noche y nada más”. Volvió a referirse al atentado y sostuvo: “No creo que se trate de dos loquitos lúmpenes (en alusión a Brenda y Fernando Sabag Montiel), yo creo que acá hay olor a las cloacas de los servicios” de inteligencia “y a mí todo esto me ha hecho muchísimo daño”.
El testigo, cada vez con más énfasis, en una exaltación de sí mismo, aseguró que “el poder político no nos va a perdonar que nosotros pusimos a un presidente (Javier Milei), desde las redes sociales”. Agregó luego que “jamás” le pasaría por la cabeza “mandar a matar a alguien, jamás podría cargar con la culpa de una muerte”. Insistió en que “la batalla cultural se gana luchando contra las ideas nefastas”. Toda su exposición fue en un tono encendido y hasta reconoció que algunos seguidores si hablan de “matar”. Afirmó que los políticos que son sus enemigos deben “pagar sus culpas” con la Justicia. Después desacreditó las denuncias contra Gerardo Milman y aseguró que “un perito” demostró que son falsas las denuncias contra el diputado, aunque eso no es así dado que las dudas persisten. Aunque lo defendió enfáticamente, dijo que a Milman no le conoce “ni el tono de voz”. Sobre Sabag Montiel, sostuvo que “jamás” tuvo “conocimiento de este tipo”, salvo por lo que se supo a través de los medios. Aunque pidió disculpas antes del exabrupto, igual expuso su soberbia machista al definir a Brenda Uliarte como “una minita de la noche”.
Después volvió a exponer su teoría de que “acá hubo una mano muy negra para ensuciar a comunicadores, a periodistas y a opositores al kirchnerismo”. Acusó “a los medios” por decir que fue “pareja” de Brenda Uliarte, cuando sólo tuvieron “un amorío”.
El querellante José Manuel Ubeira quiso saber si el término “minita de la noche” que utilizó para referirse a Brenda es lo que opina “sobre las mujeres en general”. La respuesta fue: “No, para nada, dije antes que tengo una forma desagradable de hablar”. El querellante le recordó luego el texto completo del tweet por el que sigue procesado por amenazas contra CFK: “Vos no vas a salir viva de este estallido social, vas a ser la primera, junto con tus crías políticas en pagar todo el daño que causaron, te queda poco tiempo”. Ubeira comentó luego que, de acuerdo con la información en su poder, la Cámara Federal de Casación “confirmó el procesamiento” de El Presto en esa causa por amenazas. El testigo insistió en que “eso no es así, pero tendría que consultarlo” con su abogado Marcelo Peña. Y se negó a seguir hablando de esa causa.
Ubeira dijo que no sabía si mencionar al testigo como “periodista o como político”. El Presto estimó que “a los periodistas políticos nos gusta la política y a veces en los editoriales hablamos como políticos”. Admitió que Brenda, en el encuentro que tuvieron, le pidió su opinión sobre José Luis Espert, y sobre todo acerca de Javier Milei y Patricia Bullrich”, pero él no respondió porque no quiere “hablar de política”, aunque ese es el tema central de su prédica comunicacional. “No hablo de temas políticos, no hablo de temas políticos”, ratificó con su tono siempre desafiante.
“Para nada”, respondió tajante cuando Ubeira le preguntó si sus mensajes en las redes sociales podrían contribuir “al odio, a la violencia política”. Aseguró que, a pesar de su apoyo a Milei, hoy critica “a funcionarios que no se están portando muy bien, y así como me insultaban los kirchneristas, hoy me insultan los libertarios”. Aseguró que mantiene “la misma línea editorial”, de crítica dura hacia el gobierno de Milei, comparándolas con el tweet contra CFK que le costó una causa penal por amenazas.
El tono exaltado del testigo fue creciendo, al punto que cuestionó el clima del juicio oral. “Muchos actores se han comportado muy mal, estas personas (por algunos de los presentes) se están cagando de risa. Qué es todo esto, carajo”, arremetió El Presto, como si fuera miembro de un Tribunal superior. Su discurso desbocado fue interrumpido por la presidenta del Tribunal, Sabrina Namer: “Espere, espere, espere, señor. Usted está declarando como testigo, pero basta de vehemencia, está diciendo malas palabras”. El Presto pidió disculpas y ante una última pregunta, dijo que su “encuentro sexual” con Brenda Uliarte ocurrió unos cinco meses antes del atentado. Como final, ratificó: “Yo no la quiero muerta a Cristina Kirchner y si tiene que pagar culpas por hechos de corrupción, que cumpla prisión efectiva”.
Las patas políticas esconden los pies
Luego fue el turno de Hernán Carlos Carrol, de 48 años, quien se presentó como presidente de una agrupación del partido de La Matanza que se llama Somos Libertarios. Sobre su relación con la Nueva Centro Derecha dijo que “esa fue una agrupación política apartidaria que se fundó a raíz de la cuarentena en el año 2020, en la Ciudad de Buenos Aires”. Dijo que no participó de esa agrupación. En La Matanza, Carrol fue candidato a concejal por la lista encabezada por José Luis Espert.
El testigo participó en las manifestaciones que se realizaban en el Obelisco, contra el gobierno kirchnerista y contra la cuarentena, como integrante de la agrupación Gimnasios Unidos. “Me vi forzado a participar en política porque me quedé sin trabajo”, dijo. Carrol también negó cualquier relación con el grupo Revolución Federal. Agregó que esta agrupación no había participado en los actos en 2020 y 2021, pero luego “aparecieron con tanta demencia”.
Sostuvo que su agrupación tenía “mucho cuidado, porque había muchos ‘conspiranoicos’ que intentaban ridiculizar nuestras protestas porque venían con el tema de ‘la Tierra plana’ (…) nosotros nos separamos de esa gente”. La diferencia que marcó con Revolución Federal es que las protestas de su grupo “nunca fueron violentas”. El testigo aseguró que no tiene “ningún contacto” con Jonathan Morel, uno de los líderes de Revolución Federal. En este punto, la fiscala Gabriela Baigún le dijo al testigo que Morel “tiene el contacto suyo en el celular”. Carrol sostuvo que él no sabe nada de eso.
Morel, junto con los referentes de Revolución Federal Leonardo Sosa y Gastón Guerra, son investigados por las amenazas públicas contra Cristina Fernández de Kirchner. Este grupo es el que recibió 7 millones de pesos en dos fideicomisos pertenecientes a la firma Caputo Hermanos, propiedad de los hermanos de Luis “Toto” Caputo, actual ministro de Economía. Morel había expresado públicamente su deseo de matar a la exvicepresidenta.
La fiscala le recordó al testigo que él fue orador en un acto que se realizó, el 9 de julio de 2022, en la Plaza de Mayo. En ese acto estuvo presente Morel. Hubo incidentes porque la Casa Militar de la Rosada no había puesto la bandera argentina en el mástil de la plaza y varios de los manifestantes, entre ellos Carrol y Morel, subieron al mástil y colocaron banderas celestes y blancas. Recordó que cantaron el himno nacional y admitió que había una guillotina, presencia simbólica que aludía a un final a lo María Antonieta para CFK.
Carrol dijo que no vio las bolsas negras mortuorias, con los nombres de dirigentes políticos, y el muñeco inflable que representaba a Cristina Fernández de Kirchner con el traje a rayas de los presos. El testigo dijo que no fue orador en ese acto, que participó activamente de la protesta, que arengó a los presentes con un megáfono, pero insistió en que Nueva Centro Derecha “no era violento”. Después se enteraron “por los medios” que los violentos eran de Revolución Federal.
Ante una pregunta, sostuvo que está “en las antípodas” del pensamiento de CFK, a quien igual consideró “la única presencia fuerte en la oposición” en el actual momento político. En lo personal, dijo que “aprecia” la gestión de Patricia Bullrich, pero que está “más del lado de Javier Milei”. “En mi vida ví a (Gerardo) Milman”, aseguró el testigo, quien desmintió a CFK, quien al prestar declaración en el juicio oral sostuvo que Carrol y Milman viajaron juntos a Perú, poco antes del atentado en su contra. “No tengo la suerte de conocer Perú, desde el año 2016 no salgo de la Argentina”, declaró. Como parte de la “batalla cultural” en la cual dijo estar alineado, señaló que “está bien que los profesores tengan una posición política, pero está mal que quieran bajarle línea a los estudiantes”.
Le dijo a la fiscala que entrevistó a Brenda Uliarte, a la que conoció como “Ambar”, porque había escuchado una entrevista que le hicieron en Crónica TV en la que ella decía que “no quería planes sociales porque a ella le interesaba trabajar vendiendo copitos”. Él fue quien invitó a Brenda y a Sabag Montiel al cumpleaños de Matías Almeida, el siguiente testigo. Sobre el atentado, admitió que al principio creyó que “no había existido, creí que era sólo una puesta en escena”. Agregó que a pesar de estar “en las antípodas del pensamiento de Cristina Kirchner”, él no atentaría “contra la vida de nadie”.
El testigo habló del contacto en vivo, por las redes sociales, que tuvo con Brenda Uliarte después del atentado. Justificó esa entrevista diciendo que “en ese momento” él seguía “sin creer que había sido realmente un atentado”. Baigún leyó un posteo que publicó Carrol burlándose de lo sucedido: “Fer (por Fernando Sabag Montiel) hizo una joda para hacerse el gracioso, sin saber que la mafia K iba a utilizar esto para victimizarse y ahora se come flor de garrón”.
Carrol admitió que Sabag Montiel trató de comunicarse con él para que le consiguiera un abogado, pero aseguró que “nunca” tuvo contacto telefónico ni con él ni con Brenda Uliarte, con la que se comunicó a través de Instagram.
El humor negro de Almeida
Luego ingresó Martín Ezequiel Grosso Almeida, de 35 años, comediante de Stand Up. En lo político, dijo que pertenecía a lo que llama “las fuerzas del cielo”, en alusión al espacio de Javier Milei. Aclaró que “no es orgánico”, pero tiene “cierta afinidad” con ese espacio. Tiene militancia en la Nueva Centro Derecha. Como los testigos anteriores, dijo que no conocía a los militantes de Revolución Federal. El testigo señaló que considera “un amigo” al presidente Javier Milei, pero eso no significa que se comuniquen “todos los días”. Vio una sola vez a Patricia Bullrich y dijo que no conoce a Gerardo Milman.
A la que sí dijo conocer es a Silvina Wagner, la influencer que sube a las redes videos donde se la ve aprendiendo a disparar una pistola porque “la mejor manera de empoderarnos es capacitarnos para aprender a defendernos”. Wagner tuvo relación directa con Sabag Montiel y Brenda Uliarte, a quienes ofreció ayuda luego del atentado contra CFK. Los abogados de la exvicepresidenta solicitaron a la Justicia que investigara la posible conexión de Wagner con el intento de magnicidio.
Almeida dijo que se conocieron con la influencer porque ambos han compartido encuentros con “los jóvenes libertarios”. La conoció en un evento que se hizo en el Parque Rivadavia.
Confirmó que Sabag Montiel y Brenda Uliarte estuvieron en su cumpleaños, el 18 de agosto de 2022. A Uliarte la conocían como Ambar y era atractiva para ellos porque “decía que se pagaba su carrera de Medicina vendiendo copitos” de azúcar. Como se dijo en el juicio, Brenda nunca inició la carrera de Medicina.
El 2 de septiembre, al día siguiente del atentado, Almeida le envió un mensaje por Instagram a Brenda: “Qué pasó, se pudrió?”. Nunca tuvo respuesta.
El testigo, ante una pregunta, reconoció que hizo “un montón de chistes” sobre el atentado. Recordó uno de esos “chistes”: “Está bueno pasar a la acción si querés que hayan cambios en el país y que todos tenemos que ser parte del cambio y todos tenemos que pasar a la acción, excepto que seas Sabag Montiel, ahí mejor no hagas nada”. Almeida escuchó risas entre los presentes y certificó una broma fuera de lugar: “Viste, es bueno”. Luego relató el “chiste” que hizo el día que se mezcló en una marcha de repudio al atentado. Hizo un video que lo mostraba en medio de la marcha, con la siguiente leyenda: “No saben que el que atentó contra Cristina estuvo en mi cumpleaños”. El abogado Gastón Marano, defensor del imputado Gabriel Nicolás Carrizo, le preguntó: “¿Se puede hacer humor con el intento de homicidio de una persona?”. El testigo dijo que sí, que “el humor negro puede servir para reírse de cualquier cosa, otra cosa es si a la gente le gusta o no le gusta” ese tipo de “humor”. Lo extraño fue que, cuando Almeida desplegó su negrísimo humor, hubo risas de algunos de los que participan en el debate.