“Se termina de condenar al país a un aislamiento del mundo sin precedentes. El idilio del presidente Milei con Donald Trump y Elon Musk se traduce en un costo social muy alto. Nos estamos arrodillando frente a un par de locos estadounidenses y lo vamos a pagar muy caro”, denunció el dirigente estatal Rodolfo Aguiar.
A partir del anuncio del Gobierno de la salida de la Argentina de la Organización Mundial de la Salud, el Secretario General de ATE Nacional, Rodolfo Aguiar, indicó que “esta decisión es un golpe demoledor para el sistema sanitario público” y “termina de condenar a la Argentina a un aislamiento del mundo sin precedentes”.
“El idilio del presidente Milei con Donald Trump y Elon Musk se traduce en un costo social muy alto. Es imposible dimensionar con exactitud la magnitud del daño que le generará al país esta medida. Se está afectando la soberanía de nuestro país. Nos estamos arrodillando frente a un par de locos estadounidenses y lo vamos a pagar muy caro”, señaló el dirigente de ATE, recordando que el Gobierno estadounidense también ordenó su retirada del organismo semanas atrás.
En esta línea, el dirigente cuestionó: “¿A partir de ahora el Estado argentino con quién va a coordinar la política sanitaria? ¿Con Tesla, directamente con Elon Musk?”.
“Luego de muchos años, y solo en cuestión de horas, nos quedamos sin la intervención de expertos internacionales y sin lineamientos ni estrategias que nos permitan elaborar e implementar políticas sanitarias en coordinación y articulación a nivel local, como así también en la región y el mundo”, explicó Rodolfo Aguiar.
“Hasta poder redefinir una estrategia, salirnos de este organismo internacional frenará de manera inmediata no sólo la adquisición de vacunas e insumos a precios razonables, sino que también se perderá el apoyo y la financiación de numerosos programas”, concluyó el Secretario General de ATE Nacional.
Por su parte, la Secretaria de Formación, Vanina Rodriguez, señaló: “Esto lleva a un desastre sanitario. No nos llama la atención de Javier Milei porque claramente su planteo, desde su perspectiva antiderechos y alejada de la ciencia, es un cuestionamiento al funcionamiento de la Organización Mundial de la Salud particularmente en la última pandemia”.
“Es triste, es desolador. Sigue profundizando el odio a quienes sostenemos una salud pública gratuita y de calidad para con los trabajadores y trabajadoras del sistema sanitario argentino, fundamentalmente para aquellos usuarios del sistema que no cuentan con las herramientas necesarias como para comprar una vacuna o poder acceder a medicamentos de alto costo. Esta decisión tiene que pasar por el Parlamento argentino y ahí es donde nosotras y nosotros sembramos esperanza de que los legisladores tengan en cuenta que la salud pública en Argentina es un bastión que no se pone en discusión. Tanto la salud como la educación pública en Argentina son pilares fundamentales de la construcción de una sociedad igualitaria”, apuntó.
La Organización Mundial de la Salud cuenta con más de 800.000 profesionales, todos ellos expertos en salud pública, y trabajan con 194 estados miembros en 150 lugares del mundo. Tiene como finalidad la cooperación técnica entre los países miembros, lo que implica mejorar las condiciones sanitarias, la aplicación de un régimen sanitario internacional para que se puedan abordar las desigualdades sociales en salud, el acceso a medicamentos de alto costo, mejorar la distribución de vacunas y otros insumos médicos y fundamentalmente la cooperación con países pobres.
El Secretario de Convenios Colectivos de Trabajo, Flavio Vergara, explicó: “La OMS recomienda políticas a los países pero nunca impone. Esas políticas se definen muchas veces en el marco de opiniones que se dan desde cada país que forma parte por ser miembro integrante. Esto lo que hace es dejarnos a nosotros sin poder opinar al respecto de las políticas internacionales de salud respecto de la posibilidad de que haya algún tipo de epidemia, algún tipo de pandemia, la necesidad de probar una nueva vacuna, la necesidad de atender problemas sanitarios de otro tipo y efectivamente es una forma de aislamiento”.
“Si la OMS obligara a los países a tomar determinadas políticas, en la época de la pandemia Bolsonaro no podría haber hecho el desastre que hizo desatendiendo a la gente. Y si el Gobierno está dispuesto a evaluar que hay organismos multilaterales que no le sirven al país, sería bueno que lo haga y se vaya de la Organización Mundial del Comercio y del Fondo Monetario Internacional, en lugar de la OMS”, sentenció el dirigente.
Entre las consecuencias que esta medida implica, el sindicato enumeró:
- Las complicaciones en certificaciones en el sector farmacéutico que son otorgadas por la OMS;
- La redefinición de lineamientos, acuerdos y estrategias locales y regionales, como así también de acuerdos claves para la compra de insumos y medicamentos;
- La pérdida del estatus de Centros Colaboradores en laboratorios prestigiosos como la ANMAT;
- La desaparición del apoyo a programas de enfermedades transmisibles y no transmisibles, salud mental, materno infantil, vacunas, entre otros, lo que iría en detrimento a mediano plazo, en la calidad y sustentación de los mismos; entre otras.