Les trabajadores de las universidades públicas anunciaron otro paro por 48 horas

Boletín de informaciones educativas al 15.3.2025.

Les trabajadores de las universidades públicas anunciaron otro paro por 48 horas

Mario Hernandez

El Frente Sindical de Universidades Nacionales convocó a un paro de 48 horas para el 17 y 18 de marzo, en reclamo de mejoras salariales y como repudio al desfinanciamiento por parte del Gobierno de Javier Milei hacia las casas de altos estudios.

El Frente Sindical de Universidades Nacionales.

En un comunicado difundido en redes sociales, el Frente Sindical sostuvo que se trata de una medida de fuerza que es “respuesta a las políticas implementadas por el gobierno de Javier Milei, que han generado un impacto devastador en las universidades nacionales”.

“El incremento salarial del 1,5% para enero y del 1,2% para el mes de febrero, impuesto por la subsecretaría de Políticas Universitarias (SPU), continúa profundizando la pérdida salarial acumulada durante el año 2024”, añadió el sector gremial.

El texto agrega que “el Gobierno no solo intensifica la crisis salarial de los sectores docente y no docente, sino también desconoce el ámbito paritario como espacio de discusión en el que se dirimen las diferencias, se encauzan los conflictos y se generan los acuerdos acerca del salario y las condiciones de trabajo”.

Además, la medida de fuerza, que coincide con el inicio del ciclo lectivo en ese segmento educativo superior, apunta a que el “desfinanciamiento de las universidades nacionales se constituye en un grave problema que la comunidad universitaria y la sociedad en general enfrenta”.

“Sin Ley de presupuesto para el 2025, las universidades quedan otro año más sin un horizonte presupuestario claro y con ello se afectan aspectos sustantivos como el desarrollo de proyectos académicos, la investigación, el sostenimiento del sistema de becas para estudiantes y, en general, se pone en riesgo el funcionamiento básico de las universidades”.

UBA Facultad de Psicología Tomada. Av Independencia 3065. CABA

Sin respuesta del Gobierno, se activa el conflicto universitario

Por Celeste del Bianco

Llegó marzo y, con el inicio de las clases, en las universidades se vislumbra un escenario de conflictividad como fue el 2024. Si el año pasado tuvo picos de protesta con dos movilizaciones masivas, con el mismo presupuesto del 2023 y un aumento salarial irrisorio, los gremios ya decretaron un paro para el 17 y 18 de marzo. A su vez anunciaron que iniciarán las conversaciones con los sectores de estudiantes y rectorados para planificar los pasos a seguir. Mientras tanto, el gobierno de Javier Milei mantiene su postura de no llamar a paritarias y aumentar unilateralmente el salario de docentes y no docentes al mismo nivel que los estatales, que fue de 1.5 % para enero y 1.2 % para febrero, números que están muy lejos de la recomposición salarial que piden los sindicatos. Según los cálculos la pérdida del poder adquisitivo es de 40 puntos. “La idea es seguir peleando fuerte y visibilizando la situación”, anticiparon.

Desde CONADU Histórica también reclaman un programa de recuperación del poder adquisitivo y advierten sobre la falta de diálogo con el subsecretario de Políticas Universitarias de la Nación, Alejandro Álvarez. “No tenemos ningún puente de conversación ni con el Gobierno ni con la subsecretaría, que son con quiénes históricamente hemos negociado y nos hemos sentado en paritaria”, contó la secretaria general del gremio, Francisca Staiti. “Nos igualan con los salarios estatales, pero eso no quiere decir que tengamos las mismas condiciones de trabajo. Esta pretensión de igualdad ha provocado que nuestros salarios cada vez pierdan más y sigan perdiendo con la inflación”, agregó Staiti.

Más allá de los sueldos, que es el gran problema ya que representan el 90 % del presupuesto, también está la cuestión del funcionamiento, donde también habrá conflictividad porque las universidades tienen el presupuesto prorrogado del 2023. Es por eso que la medida engloba a docentes y no docentes y participarán también Fedun, Ctera, Fagdut, Fatun y UDA.

La FUA arrancó este año con recambio de autoridades, Joaquín Carvalho es el nuevo presidente en reemplazo de Piera Fernández, que el año pasado se convirtió en una de las voces destacadas del bloque universitario. Siguiendo el camino trazado, la nueva autoridad sostuvo que “la expectativa es que continúe el trabajo articulado que nos sirvió mucho” porque “la más amplia unidad es lo mejor para la consecución del objetivo, que es que la universidad tenga un presupuesto acorde y que los trabajadores docentes y no docentes tengan sus salarios también acordes a la a la inflación y a la realidad económica actual”.

Carvalho agregó que es probable que el 2025 también sea un año conflictivo en la medida en que el Gobierno no dé una respuesta. “Resta ver si el gobierno, igual que el año pasado, tiene una arremetida ideológica, política y simbólica hacia las universidades, eso va a presentar el conflicto”, agregó.

Habrá un paro en todas las facultades de la UNR en la semana del 17 de marzo

En Rosario, el sindicato Coad comunicó su adhesión a lo resuelto en el plenario de Conadu y anticipó que realizará un paro en todas las facultades de la UNR, en la semana del 17 de marzo.

La protesta, por tanto, se articula con las federaciones estudiantiles y el gremio de trabajadores no docentes. “Esta unidad y coordinación nacional es indispensable para enfrentar la estafa del gobierno nacional”, definió el comunicado de Coad.

Según cálculos de la entidad gremial, los sueldos de docentes requerirían hoy un incremento de 35% para recuperar el poder de compra que tenían en diciembre de 2023. “Pero Milei impuso una nueva rebaja salarial mediante una actualización de 1,5% en enero, y 1,2% en febrero, cifras que ni siquiera cubren las expectativas de suba del índice de precios en dichos meses. El gobierno empezó el año profundizando su ataque a la universidad pública”.

El planteo gremial concluye en recordar que más del 50% de la docencia universitaria ha caído por debajo de la línea de pobreza. “A lo largo de todo el país, una gran cantidad de compañeros y compañeras opta por abandonar la docencia universitaria que es atacada salarial y simbólicamente de forma brutal por el gobierno nacional. Así, ser docente se convierte en una opción de vida cada vez más difícil”, concluyó.

Despidos arbitrarios en «Grupos Dos» de la Facultad de Psicología de la UBA

El jueves 20 y el viernes 21 de febrero 2025, Cinthia Rolón y Eduardo Cossi, en breve comunicación informaron la no renovación de las designaciones de, hasta el momento, Verónica Scardamaglia, Mercedes Ramírez, Fernando Stivala y Dalila Fuxman, docentes de más de 10 años de antigüedad, sin ningún tipo de explicación ni anticipación alguna.

Estos despidos arbitrarios se suman a los ya ejecutados por la gestión de Jorge Biglieri en la Facultad de Psicología UBA que no garantiza estabilidad laboral alguna al no habilitar concursos académicos.

En la cátedra, esto se produce en el marco de la jubilación de Marcelo Percia (mayo 2024) y el inicio de un traspaso lleno de maltratos, crueldades y violencias que ahora escalaron a los despidos. Desde el segundo cuatrimestre del 2024, la Cátedra se encuentra a cargo de la adjunta interina Cinthia Rolón. Estas desvinculaciones no se deben a poca matrícula en las inscripciones, sino en complicidad con la gestión, a una premeditación dirigida hacia eliminar una posición teórico-política desarrollada durante 18 años, lo que queda a la vista al expulsar a docentes cercanos al Profesor Marcelo Percia.

Este espacio, entre 2008 y 2014 supo funcionar como lugar de resistencia frente a crueldades e injusticias. Hoy crueldades e injusticias están entre nosotrxs acá también.

¿En qué momento esta cátedra se convirtió en esto? ¿Cuántas crueldades son capaces de ejercer de un modo que, por acción u omisión, provocan precariedades y violencias cuando podrían evitarlas?

De lxs docentes despedidxs, algunxs dependen de este trabajo o es su único trabajo formal o están por jubilarse o quedan sin obra social o tienen hijxs a cargo o están con tratamiento y turnos médicos pendientes por enfermedades.

En este momento estamos asesoradxs por los gremios Feduba y AGD. Acompañadxs por la solidaridad de diferentes agrupaciones estudiantiles. Y por Marcelo Percia, compañerxs docentes y ayudantes de la cátedra y montones de amistades que nos están sosteniendo.

Estamos coordinando diferentes acciones a las que convocaremos para enfrentar este embate que podría sentar precedente en formas de seguir precarizando las condiciones laborales y de cursada.

Por último, destacamos que en el traspaso anterior de Romero a Percia en 2008, no hubo ilegalidades ni despidos, sí muchas tensiones por diferencias políticas. Y se buscaron muchas formas de transitar aquel difícil malestar para hacer vivir otras formas de trabajo universitario de las que fueron parte quienes hoy operan como patrones de estancia. Se respetó la antigüedad en la facultad, el Convenio colectivo de trabajo, la libertad de expresión y la convivencia de diferencias sostenidas por la libertad de cátedra. No hubo despidos. Y mucho menos crueldades.

Verónica Scardamagia (JTP, 18 años de antigüedad en GruposDos)

Fernando Stivala (ATP 15 años)

Mercedes Ramírez (ATP 14 años)

Dalila Iphais Fuxman (ATP 13 años)

FUA: un Congreso que le queda cómodo a Milei. Preparemos la resistencia en las aulas y en las calles

Por Sofía Martínez Naya y Luca Bonfante

Luego de más de doce horas, con treinta y tres grados a la sombra, en horario laboral y sin que arranquen las clases, la Franja Morada realizó el antidemocrático Congreso de la Federación Universitaria Argentina. Una renovación de autoridades a medida de los rectores y con la peluca puesta. Entre vallas y sin un solo estudiante independiente, se quedaron con la conducción, aunque esta vez necesitaron la ayuda del MNR y parte del peronismo: la UES. Por su parte, el peronismo fue dividido. Y el FITu plantó bandera.

El 2024 estuvo marcado, sin lugar a dudas, por el conflicto universitario que tuvo como hitos movilizaciones de las más grandes de la historia del país, como el 23A y una extensión nacional de tomas de la que no se tenía registro hace años. Para miles y miles de estudiantes universitarios el año pasado significó su primera marcha, su primera asamblea, su primera clase pública, su primera toma. Pero, sobre todo, la primera vez que fueron sujetos activos y tomaron ellos las decisiones. El movimiento estudiantil fue protagonista en la resistencia a los ajustes del gobierno de Milei. Después de semejante lucha, el congreso de la Federación Universitaria Argentina, que nuclea a todos los Centros de Estudiantes del país, debería tener el objetivo de hacer parte a la mayoría de los estudiantes que protagonizaron la pelea, para potenciarla y preparar la resistencia. Pero no, nada más lejos de eso. La Franja Morada, conducción de la FUA, volvió de sus vacaciones solo para hacer un congreso absolutamente vaciado.

No solo la Franja Morada “olvidó” el conflicto y a los estudiantes, salvo alguna mención discursiva para su tribuna, sino que este congreso no se da en un contexto cualquiera. Como decíamos acá, “En el momento de mayor debilidad de Milei, el congreso de la FUA podría ser una instancia de organización y coordinación, democrática y con la participación de todos los estudiantes de la universidad pública. Podría estar al servicio de poner, nuevamente, la fuerza del movimiento estudiantil en la calle junto a docentes y no docentes, que siguen en emergencia salarial y preparan medidas de lucha. Defender el sistema científico técnico. Para organizar, desde cada Centro de estudiantes en todo el país, la solidaridad con las comunidades afectadas por los incendios en la Patagonia y en el Norte argentino. De preparar una enorme movilización para el 8M. Podría tener el objetivo de potenciar el apoyo a las y los jubilados, que marchan todos los miércoles y, el más reciente, fueron reprimidos otra vez por Patricia Bullrich. La FUA podría debatir el apoyo a la lucha de la salud, del Hospital Bonaparte, entre tantas otras luchas, para unirlas y golpear ahora a Milei.” Sin embargo, como anticipamos, nada de todo esto sucedió.

El Congreso, que fue convocado sin mencionar una palabra de la crisis nacional que atraviesa el gobierno a raíz de la estafa de $Libra, incluía una serie de Comisiones de Debate sobre diferentes temáticas que involucran a la universidad pública. Pero si un estudiante de cualquier universidad del país hubiese querido entrar, no podría haberlo hecho. Quienes fueron parte de tomar su universidad, organizar clases públicas, luchar por la educación, se hubieran encontrado con que la entrada estaba vallada, llena de patovicas que, si no eras delegado, te impedían pasar. Pero no hizo falta retener a nadie, no sólo porque nadie se enteró del Congreso debido a que la Franja Morada no lo difundió, sino porque además las comisiones no existieron, una fake de un flyer de instagram. Al ingresar en la Facultad de Odontología de la UBA, donde estaban convocadas, lo que había era un mar de cripto-bros con remeras de la Franja Morada.

Mucha rosca y poca resistencia

La Franja Morada, aunque retrocedió en su cantidad de delegados del congreso pasado a este, logró sostener la conducción de la federación gracias al MNR, pero también con la ayuda de un sector del peronismo, que ya le viene haciendo la segunda a los radicales en la universidad: la UES. En el acto de asunción, el nuevo presidente decía sin sonrojarse que hay que enfrentar a Milei. Fingiendo demencia, como suelen hacer, ya que no habían pasado ni veinticuatro horas desde que los radicales con peluca le volvieron a salvar las papas a Milei, votando en el Senado en contra de investigar al gobierno por la criptoestafa.

Párrafo aparte merece el peronismo. Son quienes forman parte del espacio político que conduce la CGT dejando pasar todos y cada uno de los ataques del gobierno nacional, al nivel de juntarse varios burócratas sindicales en persona con la mismísima directora del FMI. De llamar a paro general y llenar las calles ni hablemos, como sucede en el movimiento estudiantil: donde conducen mantienen los centros de estudiantes completamente pasivos. Pero además en la Cámara de Diputados vienen de regalarle a Milei sus últimos triunfos, votando a favor de la reforma política electoral a medida del presidente y colaborando con sus leyes de ajuste.

Al igual que a nivel nacional, sus idas y venidas entre internas que nada tienen que ver con enfrentar al gobierno de Milei, en el Congreso de la FUA se dividieron en dos listas. Por un lado, el frente “Malvinas Argentinas”, conformado por la Juventud Universitaria Peronista, La Cámpora y La Mella, el MUI, el PM, el MPE, el Miles y otros, quedando en segundo lugar y dejando momentáneamente de lado el enfrentamiento entre la JUP ligada a Kicillof y La Cámpora ligada a Cristina, no para organizar la resistencia al gobierno, sino por un par de cargos en una FUA completamente vaciada de participación. Por otro lado, se presentó también el frente “Papa Francisco, de la periferia al centro”, conformado por el MUC, el Movimiento Evita y agrupaciones peronistas que responden a intendentes del Conurbano de la Provincia de Buenos Aires que no tienen la intención de unirse a La Cámpora cristinista. ¿Diferencias entre cómo enfrentar a Milei? No. Solo internas pensando en las elecciones. Mientras dejan correr desde los sindicatos a los Centros de estudiantes.

Ya entrada la noche, en un Congreso donde sobró rosca y faltó resistencia, en el salón de actos de la Facultad de Medicina de la UBA se escuchaba gritar a los criptobros de la Franja Morada con la cara como una piedra “y ya lo ve, y ya lo ve, los que le armaron las listas a Milei”, en referencia al peronismo que, como asumió Massa y también Grabois en su momento, formaron parte de armarle la lista a La Libertad Avanza favoreciendo el triunfo del “bobo de Wall Street”. Por su parte el peronismo respondía cantando “fiscalizaste para Milei” a los morados. En cada caso, ante las chicanas, el sector atacado aturdía con su silencio. Y como se dice popularmente, el que calla otorga.

La pelea por recuperar y revolucionar las Federaciones y Centros

Por eso desde la izquierda, conformamos la lista del Frente de Izquierda Unidad, integrada por la Juventud del PTS, la UJS – PO, la Juventud de Izquierda Socialista y el MST. Con un claro programa para organizar la resistencia al gobierno del ajustador y estafador de Milei, el FMI, los grandes empresarios y sus aliados que le votan las leyes y dan gobernabilidad como radicales y peronistas. Como es de costumbre, el Ya Basta – Nuevo MAS se quedó afuera de la lista de izquierda. Yendo solos y quedando últimos.

Denunciamos lo antidemocrático del congreso, totalmente anacrónico, desfasado de la situación política y la fuerza que mostró el conflicto universitario; lo hacemos con la responsabilidad que implica el avance que tuvimos desde la Juventud del PTS siendo la fuerza de izquierda que más creció en representación. Planteamos a los miles de estudiantes que fuimos parte de las tomas, asambleas, clases públicas, de los cuales muchos seguimos organizados en grupos pese a la pasividad de las conducciones, la necesidad de que el movimiento estudiantil redoble la organización y lucha por la defensa de la educación pública, coordinando no solo con nuestros docentes y no docentes, sino también uniéndose a los y las trabajadoras de distintas luchas en curso que vienen enfrentando los ataques de Milei.

La pelea por recuperar los Centros de Estudiantes y Federaciones que están en manos de la burocracia estudiantil es fundamental para poder fortalecer las luchas que tenemos por delante. Desde los Centros de estudiantes y secretarias que conducimos desde la Juventud del PTS estamos dando un importante paso en sumar a la pelea por la educación pública a las nuevas camadas que están entrando en la universidad. Ya en los ingresos son cientos los estudiantes que quieren transitar la universidad organizándose por nuestros derechos y contra este gobierno ajustador. Porque vieron al movimiento estudiantil de pie y quieren ser parte. La pelea por el presupuesto educativo y los salarios sigue vigente, por eso estamos preparando un inicio de clases donde nuevamente convoquemos a asambleas en unidad con nuestros docentes y no docentes, cortando las calles con clases públicas y debatiendo un plan de lucha a seguir, empezando por la exigencia de paro general.

Coordinar con otros sectores en lucha es fundamental para poder tirar abajo el plan del gobierno, por eso en cada una de las casi 100 facultades en las que estudiamos y militamos desde nuestras agrupaciones queremos sumarnos a la convocatoria de una enorme marcha federal de por la salud pública el jueves 27 de febrero, para llenar de apoyo al Hospital Bonaparte y brindar nuestra solidaridad a la pelea en defensa de la salud que tanto ataca Milei, al igual que nuestras universidades. Así como preparar una enorme movilización el 8M donde se exprese la fuerza que mostramos el 1F en las calles contra los dichos de Milei en Davos, porque desde el movimiento estudiantil podemos potenciar la pelea de las mujeres y la diversidad sexual.

Sería muy distinta la situación si para todas esas peleas contáramos con nuestras herramientas de organización de nuestro lado, donde realmente podamos participar, organizarnos colectivamente y coordinar con todos los que vienen luchando. Por eso, es una necesidad urgente recuperar nuestras herramientas de organización y abrirlas como espacios de organización democráticos, participativos y de lucha. Podríamos derrotar a Milei, que ya está débil, con la fuerza que los y las estudiantes ya mostramos que tenemos y que se potencia cuando nos organizamos en unidad con los trabajadores.

CyT: el gobierno retiene más de U$S 50.000.000

Científicos de la Red de Autoridades de Institutos de Ciencia y Tecnología (Raicyt) denunciaron ante el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que el Gobierno nacional mantiene retenidos más de 50 millones de dólares asignados a proyectos de investigación.

Estos fondos forman parte del financiamiento de la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (Agencia I+D+i), organismo clave para la ciencia argentina.

El reclamo, firmado por más de 2000 investigadores, becaries y personal de apoyo, expone la crisis que atraviesa el sector desde 2024, con convocatorias congeladas, sueldos estancados y la reciente renuncia de Alicia Caballero, expresidenta de la Agencia.

“Hubo muy escaso flujo de fondos para financiación de proyectos en 2024”, explicó Martín Rumbo, investigador del CONICET y miembro de Raicyt, en diálogo con la Agencia de Noticias Científicas de la Universidad Nacional de Quilmes.

Ciencia paralizada: sin fondos, sin proyectos y sin respuestas

La crisis del sistema científico no es nueva, pero en 2024 alcanzó niveles críticos. En años anteriores, la Agencia I+D+i otorgó alrededor de 2000 proyectos por año, pero en 2023 y 2024 la cifra se desplomó.

«Que los proyectos estén paralizados implica que, si bien hay un cuerpo de científicos presente en el país, no tienen los insumos para poder ejecutar sus tareas de investigación”, alertó Rumbo.

Además, durante gran parte del 2024 la Agencia estuvo sin presidente ni directorio, lo que retrasó los procedimientos administrativos y profundizó la crisis. En septiembre, la renuncia de Alicia Caballero confirmó que el panorama es incierto y que la falta de financiamiento sigue sin resolverse.

Talento y un futuro incierto

La comunidad científica teme que la parálisis del sistema termine expulsando a los jóvenes investigadores. “Se está recalculando hacia dónde se pretende llevar el sistema científico, pero en el camino estamos perdiendo a nuestra gente por falta de estímulo, depresión salarial o desfinanciamiento de los proyectos”, advirtió Rumbo.

El problema no solo afecta el presente, sino que tendrá consecuencias a mediano y largo plazo. La migración de científicos y el abandono de la investigación representan una pérdida de capital humano difícil de recuperar. “Eso es un capital humano que estamos perdiendo, que no se ve tal vez en forma inmediata, pero que va a costar años recuperar”, subrayó el investigador.

Mientras el Gobierno mantiene millones de dólares en financiamiento ya aprobado, la ciencia argentina enfrenta una crisis sin precedentes. Sin una respuesta concreta ni un plan de reactivación, el futuro del sector sigue en riesgo.

Una hoja de ruta para el sector científico-tecnológico 

Por Santiago Liaudat 

El siguiente documento fue elaborado a solicitud del Centro Latinoamericano de Estudios de Derecho y Estado (CLADE) como insumo para la reflexión en las jornadas “Estado, Derecho y Políticas Públicas”, a ser llevadas adelante en mayo en la ciudad de Tigre. Consiste en identificar brevemente las fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas relativas a la Ciencia y Tecnología en nuestro país. Al finalizar, se formulan a modo de preguntas cuestiones referidas a la táctica y la estrategia a seguir.

Hemos decidido ofrecer este material al público como disparador de un debate en dos planos. Por un lado, un balance en términos de logros y limitaciones del pasado y su expresión en el presente. ¿Qué fortalezas y debilidades tiene el sector CyT tras varias décadas de políticas específicas? Por otro lado, una prospectiva que nos permita detectar los peligros que nos acechan y, sobre todo, orientar futuros ejercicios de gobierno. ¿Qué amenazas y cuáles oportunidades se presentan en la actualidad y hacia el porvenir? Gracias al intercambio de opiniones, este documento puede ser enriquecido y contribuir como una hoja de ruta a guiarnos en esta etapa oscura de nuestra historia.

Fortalezas

  • Capacidades científicas instaladas: el país cuenta con reconocidas competencias en las más diversas áreas del conocimiento. Si bien en la mayoría de los temas no está en la frontera (muchas veces por falta de recursos), hay idoneidad distribuida en los distintos campos científicos.
  • Instituciones consolidadas y diversificadas: la mayoría de los organismos de CyT tienen décadas de funcionamiento, lo que contribuyó a lograr dinámicas y aprendizajes institucionales no desdeñables y mecanismos de gobernanza reconocidos a su interior. A su vez, se destaca una diversificación de funciones desde organismos que se concentran en la producción general de conocimiento a otros más orientados por misiones determinadas y con aplicación más directa (por ej., INIDEP, ANLIS, etc.).
  • Entramado normativo y legislativo: desde los años noventa en adelante se acumularon leyes y normas de distinto tipo que constituyen un considerable andamiaje para la organización de las actividades científico-tecnológicas. Se destacan la Ley 25.467/01 de CTI, la Ley 27.614/21 de Financiamiento al SNCTI, Ley 27.738/23 del Plan Nacional CTI 2030, entre otras.
  • Importantes subsistemas tecnológicos en áreas aplicadas: el caso de INTA, CNEA/NASA, la ex ANLAP, CONAE/ARSAT/VENG y UTN, entre otros, en articulación con capacidades distribuidas en distintos organismos y universidades, reflejan apreciables desarrollos dirigidos al agro, al sector nuclear, a la farmacéutica, la actividad aeroespacial y satelital y la ingeniería.
  • Buena formación de posgrado: la articulación entre el complejo CyT y las universidades durante la educación de posgrado permitió alcanzar un aceptable nivel, lo que —sumado a que es más accesible que otros países en términos comparativos— ha constituido al posgrado de Argentina en un polo de atracción en la región.
  • Comunicación pública de la ciencia: se ha consolidado una red de periodismo científico y se destacan progresos en materia de comunicación pública de la ciencia de parte de las instituciones, importante en la producción de imaginarios más elaborados en torno a la CyT, la divulgación de actividades y la relación con la sociedad.
  • Avances en el nivel de conciencia y discusión: en la última década y media se aprecia entre los integrantes del sector un proceso de politización en relación al papel de la CyT en un país como el nuestro. Producto de lo cual han proliferado agrupaciones que lograron cierta coordinación (hoy reunidas en la Mesa Federal por la Ciencia y la Tecnología), así como se ha incrementado la sindicalización.

Oportunidades

  • Orientar decididamente la CyT hacia las necesidades nacionales: la articulación entre conocimiento y las más variadas necesidades sociales, económicas y ambientales es considerada en el mundo un elemento crucial. Argentina cuenta con fortalezas en la producción de conocimiento y se multiplican las problemáticas que demandan una respuesta. En tal sentido, la dinámica problema-solución debe convertirse en el criterio prioritario en la definición de prioridades.
  • Transitar de un complejo a un sistema nacional de CyT: hace más de veinte años se adoptó a nivel normativo un enfoque sistémico en relación con los organismos del sector. Pero, si bien hubo avances, no se ha logrado pasar de un complejo a un sistema articulado al interior y en relación con el entorno y el gobierno (triángulo de Sábato). Con decisión política, es preciso dar los pasos necesarios para lograr la transformación.
  • Fortalecer la economía popular y PyME mediante la CyT: muchas necesidades productivas y cognitivas de segmentos rezagados técnicamente no requieren de conocimiento de frontera, sino de la aplicación de saberes que están en el estado del arte de muchas disciplinas. Es un tipo de innovación aplicada al contexto que está al alcance de nuestro sector y que tiene efectos positivos en lo económico y social.
  • Profundizar los avances relativos más importantes: Argentina puede ser competitiva en nichos de alto valor agregado —biotecnología, nuclear, software, satelital, bioquímica, biomedicina, etc.— que pueden ser explotados con una estrategia que garantice, en el vínculo con el sector privado, la apropiación pública de los beneficios en relación al aporte estatal.
  • Agregación de valor en sectores primarios con ventajas comparativas: el país tiene excepcionales condiciones naturales en materia de agro, energía (gas, petróleo, renovables) y minería (litio y otros metales y tierras raras). Estos sectores deben articularse mucho más con el complejo CyT para agregar valor a sus exportaciones merced a la incorporación de conocimiento y trabajo nacional.
  • Robustecer la soberanía argentina en Patagonia, Atlántico Sur y Antártida: el continente blanco, el paso bioceánico y el extremo sur de América pasarán a ocupar un lugar de creciente importancia en la nueva etapa de la geopolítica mundial. Frente a lo cual, el país necesita fortalecer su presencia en la región en todos los sentidos en miras a resguardar su derecho soberano, a explorar las posibilidades que presenta y sustentar el reclamo por la descolonización de las Islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur.
  • Incentivar la integración latinoamericana desde la CyT: la atracción que ejerce la educación universitaria y, en particular, el posgrado, así como el prestigio científico argentino en general, puede servir para apalancar procesos de articulación regional. La internacionalización debe regirse por una estrategia geopolítica soberana y no quedar sujetas a los vaivenes de organismos financieros o las potencias en pugna.

Debilidades

  • Menores capacidades tecnológicas instaladas: sintéticamente podemos decir que el país tiene una buena ciencia, pero una pobre tecnología (exceptuando algunos sectores puntuales). Hay menos conocimiento en relación al quehacer tecnológico, cuesta pensar en esos términos, y la innovación orientada a lograr soluciones viables a problemas sociales, económicos o ambientales no ocupa un lugar central en la agenda de las instituciones.
  • Perfil profesionalista y liberal en la formación universitaria: así como destacamos un posgrado articulado a la CyT con un nivel aceptable, en el ámbito de grado predomina un tipo de educación que no promueve la investigación y falta en ambos niveles un fomento a la creatividad y a la interdisciplinariedad. Tanto en el grado como en el posgrado, además, prima una mirada liberal y se carece de una reflexión sobre el rol social y el aporte a la nación como profesionales o investigadores. Esa impronta poco innovadora, sesgada disciplinariamente, individualista y carente de conciencia nacional se traslada a las restantes esferas sociales donde los graduados universitarios ejercen la dirección (empresas, FF.AA., gobiernos, partidos políticos, medios de comunicación, etc.).
  • Fuertes disparidades regionales: si bien han existido esfuerzos de federalización de la CyT y hay una presencia en todas las provincias de organismos del sector, lo cierto es que los recursos siguen enormemente concentrados en la zona núcleo de la Argentina.
  • Supervivencia de marcos normativos obsoletos: tanto a nivel de legislaciones como de normas es preciso un proceso de actualización y reorientación. Por caso, en materia de propiedad intelectual falta una mirada nacional e integradora de las distintas leyes, la carrera del investigador en distintos organismos desincentiva la producción tecnológica, etc.
  • Dificultades para la gobernanza y la coordinación: los consejos para la articulación interinstitucional (CICYT), federal (COFECYT) e interministerial (GACTEC) no han logrado resolver —cuando funcionaron— los problemas de coordinación y orientación del conjunto del sector. Tampoco se logró una vinculación adecuada con el sistema de investigación universitario. Además, el “loteo” de la cartera de CyT entre distintos sectores y los fuertes vaivenes aun dentro de un mismo proyecto de gobierno generó en distintos momentos dificultades operativas y políticas que obstaculizaron seriamente la gestión.
  • Sesgo ofertista y escasa vinculación con el entorno: la producción de conocimiento sigue mayormente regida por los intereses de los investigadores y no por las prioridades establecidas por actores económicos, sociales o políticos. Aun cuando hay un interés por conectar con el entorno —incluso cuando se llegan a realizar encuentros con actores externos (sociales, económicos, etc.)— suele haber dificultades en lograr con éxito la consecución de las metas propuestas en la relación, lo que genera un aprendizaje negativo y un desincentivo para futuras vinculaciones.
  • Sector empresario poco propenso a la inversión en CyT: como contracara del punto anterior, el empresariado cuando realiza inversión en innovación opta por incorporar tecnología importada. Salvo sectores puntuales, es muy bajo el esfuerzo colocado en innovar localmente mediante ciencia y tecnología argentinas. Prima un tipo de relacionamiento donde la CyT y universidades se limitan a brindar servicios tecnológicos a demanda de las empresas.
  • Políticas explícitas versus políticas implícitas: a pesar de los cambios logrados a nivel discursivo en normas y planes (lo explícito), en los organismos suelen reproducirse prácticas cientificistas que se resisten a cambiar (lo implícito). En particular, esto se observa en la evaluación de personal, financiamiento e instituciones.
  • Limitaciones epistemológicas: en la CyT y las universidades argentinas predomina un estilo de pensamiento neocolonial y dependiente. Los investigadores suelen quedar presos de las tendencias académicas globales, asumiendo pasivamente un lugar subordinado e híper especializado en la división internacional del trabajo científico. Se carece, por un lado, de audacia teórica, de problematizaciones de fondo, de planteos estructurales (dimensión crítica); por el otro, de la capacidad de traducir el estado del arte en la solución eficaz de problemas locales (dimensión pragmática y propositiva); y, por último, de la interdisciplinariedad necesaria para abordar cuestiones complejas (dimensión sistémica).

Amenazas

  • Cientificidio: con la gestión libertaria, el peligro concreto que enfrentamos es la pérdida real y palpable de las capacidades construidas a lo largo de las décadas. Nunca en la historia nacional se combatió contra un proyecto destructivo de tal envergadura. Varios de los puntos que siguen son el reflejo de este fenómeno en distintos niveles.
  • Brutal caída presupuestaria y salarial: contra lo que estipula la ley vigente de financiamiento de la CyT, en 2024 tocamos el piso histórico de 0.213% del PBI destinado a la ciencia y tecnología. Es el menor valor desde que hay mediciones al respecto, es decir, en los últimos cincuenta años. Estamos un 43% por debajo del porcentaje de 2015, cuando se alcanzó la mayor inversión en CyT en la historia argentina. Esta reducción presupuestaria tiene su expresión, entre otras cosas, en un deterioro salarial del personal de CyT del orden del 25 al 40% según el organismo respecto a noviembre de 2023.
  • Reducción de personal: en 2024 se perdieron 3.666 puestos laborales en organismos, universidades nacionales, instituciones y empresas tecnológicas del estado. En vez de crecer en investigadores por habitante —según se establece como medida de desarrollo a nivel mundial— estamos decreciendo. En algunos organismos como la CONAE y en sectores como el informático el panorama es especialmente preocupante debido a la diferencia abismal de ingresos entre el ámbito público y el privado.
  • Fuga de cerebros acentuada y de nuevo tipo: además de la reducción del personal, se profundiza la migración calificada —en particular, de jóvenes— hacia países con mejores posibilidades de desarrollo profesional. Los bajos salarios, el maltrato público y el cese total del financiamiento a la investigación hacen que sea una opción cada vez más tentadora. Además, en la era de las plataformas emergió un nuevo tipo de fuga de cerebros: la de aquellos que, aun permaneciendo en el país, trabajan directamente para el extranjero, sin vinculación alguna ni con el complejo CyT ni con empresas locales.
  • Daño institucional y pérdida de complejidad: una de las facetas más peligrosas del cientificidio es el retroceso en aprendizajes institucionales, la desarticulación de redes y líneas de trabajo, el desmantelamiento de organismos, la regresión a etapas más precarias en materia de planificación y el perjuicio a las vinculaciones costosamente construidas con el entorno social y económico y con otras esferas del Estado.
  • Inestabilidad en las políticas hacia la CyT: la pendularidad argentina ha golpeado duramente a un sector que depende casi en su totalidad del Estado nacional. Los bruscos cambios de orientación de gobierno lo expusieron en la última década a virajes extremos en cuanto al lugar que ocupó en las agendas oficiales. Pese a los discursos comunes en favor de la innovación, no hay consenso a nivel de la élite política respecto a la CyT.
  • Conservadurismo y cientificismo: ante las rápidas alteraciones del entorno, se impone una inercia institucional que obstaculiza las transformaciones y se afianza el cientificismo como política implícita. Cambiar siempre implica asumir un riesgo. La variación constante de señales respecto a qué hacer conduce a un razonamiento del tipo: “mejor seguir haciendo lo mismo” (publicar en revistas internacionales y evaluar con indicadores bibliométricos).

Preguntas de táctica y estrategia

Para finalizar, compartimos algunos interrogantes concretos para un segundo momento de reflexión. Si se acuerda con el diagnóstico de fortalezas y debilidades, y se define una mirada estratégica en relación con las oportunidades y amenazas, puede comenzarse una discusión de medios. En otros términos, alcanzado un consenso respecto al punto de partida y al de llegada, es preciso profundizar en los pasos que nos permitan ir del lugar en que estamos a dónde queremos ir. Sin olvidar, por supuesto, que no operamos en el vacío, sino sometidos a múltiples fuerzas y a la acción de distintos actores. La única posibilidad de éxito que tenemos es con planificación, organización y autoridad. Sin lo cual, quedamos expuestos a la improvisación, el coyunturalismo, la fragmentación, la adopción acrítica de ideas y una actitud meramente reactiva y defensiva.

  • ¿Cómo hacer frente al proceso de cientificidio en curso, cuyas consecuencias nos conducirán a un retroceso de décadas en materia de capacidades de CyT?
  • ¿Cómo lograr consolidar a la ciencia, la tecnología y la innovación como política de Estado?
  • ¿Cómo lograr que las prioridades establecidas en los planes de CyT se interioricen en el conjunto de las instituciones y actores del sector?
  • ¿Cómo transformar la inercia cientificista entre los integrantes del sector en un marco de alta inestabilidad?
  • ¿Cómo modificar la impronta profesionalista y liberal predominante en nuestras universidades tanto a nivel de grado como de posgrado?
  • ¿Es posible “blindar” al sector CyT —normativa e institucionalmente— frente a posibles ajustes sin que eso implique fortalecer las tendencias refractarias al cambio?
  • ¿Qué organigrama institucional a nivel central, pero también en los organismos, se precisa para emprender las transformaciones planteadas?
  • ¿Cómo traccionar el aporte del sector privado para que asuma parte del riesgo de invertir en CyT y agregue valor a su producción con conocimiento nacional?
  • ¿Cómo lograr una vinculación más fluida y productiva con los distintos actores sociales de modo de, por un lado, satisfacer demandas de conocimiento y, por el otro, obtener un reconocimiento público que sirva de resguardo ante posibles atropellos?
  • ¿Cómo promover un estilo de pensamiento más audaz en lo teórico, abierto al diálogo interdisciplinar y al conocimiento de otros actores y más comprometido socialmente, capaz de hacer florecer nuestra creatividad, sentido de la nacionalidad y vida en comunidad?

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Fuentes: ANRed, Perfil, Página/12, La Izquierda Diario, Red Eco Alternativo

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