El hecho ocurrió el 30 de enero a las 10 de la noche, en la zona del parque Saavedra. Fuera del horario servicio, el oficial de la Policía de la Provincia de Buenos Aires estaba trabajando como repartidor y, según la investigación judicial, tras un intento de robo en la calle, desenfundó su arma reglamentaria y disparó varias veces contra los jóvenes: Nicolás de 17 años recibió dos disparos, cayó muerto en el lugar; su compañero fue detenido cuando ingresó al hospital San Martín con una herida de bala en el brazo. Las víctimas estaban desarmadas. Contrariamente a lo que manda la Resolución 1390, la fiscalía delegó algunas diligencias investigativas en una unidad de la misma Policía Bonaerense. La CPM, en su carácter de Mecanismo Local de Prevención de la Tortura, realizó distintas presentaciones judiciales.
Una vez más en un supuesto intento de robo, un policía de civil usa el arma reglamentaria de manera desmedida e irracional: disparar a matar cuando no está en riesgo la vida. Nicolás es la primera víctima de uso letal de la fuerza en La Plata en el 2022, tenía 17 años.
De acuerdo a la investigación judicial que dirige la Unidad Fiscal N° 15 de La Plata, el pasado 30 de enero alrededor de las 22 horas, en la zona de parque Saavedra, una vecina a la que intentaron robar comenzó a gritar y pidió ayuda a un repartidor que esperaba entregar su pedido en un edificio de calle 65 entre 9 y 10. El repartidor era un oficial de la Policía de la Provincia de Buenos, que trabajaba como delivery de una aplicación cuando estaba fuera de servicio.
Ante esa situación, el policía desenfundó su arma reglamentaria y cuando estuvo frente a los jóvenes, sin que mediara alguna amenaza razonable, realizó varios disparos, podrían haber sido cinco: Nicolás recibió dos disparos en el torso, cayó muerto en el lugar; su compañero logró escapar de la balacera con un disparo en el brazo y fue detenido cuando ingresó al Hospital San Martín con la herida de arma de fuego.
Cuando se hicieron las primeras pesquisas en el lugar del hecho, a metros del cuerpo de Nicolás se encontró una llave pico de loro que, supuestamente, el agresor confundió con un arma de fuego. Ni Nicolás ni su amigo estaban armados.
La Comisión Provincial por la Memoria (CPM), en su carácter de Mecanismo Local de Prevención de la Tortura, tuvo vista de la causa y comunicó el hecho a la Auditoría General de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad bonaerense y a la Subsecretaría de derechos humanos, política penitenciaria y denuncias de la Procuración General.
En la primera presentación ante la Unidad Fiscal interviniente, la CPM había señalado la necesidad de aplicar la Resolución 1390 y apartar de la investigación a la Policía de la Provincia de Buenos Aires. A pesar de lo que indica esta norma, desde la fiscalía reconocieron que en algunas diligencias intervino personal de la Delegación Departamental de Investigaciones de La Plata, una unidad que forma parte de la Policía bonaerense, es decir, la misma fuerza que está siendo investigada.