
Una tumba para Gaza
Después del ataque a las torres gemelas y el pentágono el 11 de septiembre del 2001, el presidente de los EE.UU George Bush enfurecido juró venganza. Y para responder con contundencia al reto de los terroristas de al Qaeda de inmediato ordenó movilizar al ejército más poderoso de la tierra para iniciar la invasión de Iraq y Afganistán, el “eje del mal”. Una despiadada invasión del imperialismo yanqui que dejó miles de muertos, heridos, desplazados y la destrucción de incontables pueblos y ciudades.
Ahora “mar bitajón” Netanyahu, fiel cachorro de Washington, tras el certero golpe propinado por Hamas también ha jurado venganza. Parece que ha aprendido bien la lección y seguirá el mismo guion de George Bush.
Israel no sale de su asombro, todavía están en estado...