Y la infancia no aparece
Y la infancia no aparece en los discursos. Ni en las perspectivas de amanecer que son tan mezquinas. No aparece en las campañas ni en el reparto del ajuste propio, el que el mismo gobierno acorralado por un acreedor que podría haberse neutralizado con coraje, asume como costo a pagar: la dignidad y la felicidad de las madres y los padres de los 7 de cada 10 niños pobres.
Por Silvana Melo (APe).-
Y la infancia no aparece. Si son los destinatarios de toda forma de empobrecimiento, eso que les cae encima sin herramientas para repelerlo. Pero la desesperación oficial por evitar el derrumbe (electoral) absoluto dispone dineros apenas paliativos sin pensar ni proponer un cambio de fondo, que compita con el ajuste brutal con el que sus adversarios convencen a los sectores populares...