Contra la revancha misógina de la justicia patriarcal, colonial y racista
A Lucía Pérez la mataron dos veces. La primera vez, los ejecutores directos; la segunda, quienes los absolvieron y así negaron que dos adultos que suministran cocaína para someter a una adolescente son responsables de abuso y Femicidio. Quieren decirnos que su vida no cuenta, que las relaciones de poder que son la base de la violencia machista no existen, que el enorme movimiento feminista que llevó su sonrisa como bandera de lucha a todos los rincones del país tiene que callarse. No lo vamos a hacer, nosotres no perdonamos, no olvidamos, no nos reconciliamos. Fue femicidio.
Esta sentencia que deja sin culpables el crimen de la joven de 16 años cuya conmoción impulsó el primer paro nacional de mujeres, en octubre de 2016, quiere reponer el poder patriarcal sobre nuestras vidas....