Leer es muy bueno: se disfruta y…
…abre la mente (pero, ojo, solo si se lee reflexionando y “dialogando” con el texto).
Porque, veamos: por ejemplo, hay gente que ha leído y releído la Biblia (ambas partes, “Antiguo” y “Nuevo” testamentos), y no ha encontrado nada erróneo, nada a todas luces falso, y LO QUE ES PEOR, nada moralmente reprochable en el dios de la Biblia y en sus acólitos.
¡Y la ha leído letra por letra, palabra por palabra!
Bueno, ahí está la trampa. Leer p-u-e-r-t-a, puerta, esté escrito en la Biblia o en cualquier otra parte, no lleva a ninguna confrontación, como no sea con la ortografía.
Es que hay que leer y confrontar ideas, no letras o palabras. Son las ideas las que tienen que quedar rebotando entre todos nuestros grupos neuronales: ellos deben examinar todas sus posibles relaciones...