La certeza del 10 de enero y los disparos por venir
Venezuela parece por momentos un río sin orillas. Las lógicas del conflicto profundo, silencioso como las piedras que se arrastran bajo el agua, han trastocado los tiempos. La multiplicación de acontecimientos como escuadrones envejece lo más reciente. ¿Cuánto parece haber pasado desde los drones que quisieron que ingresáramos a un agujero negro sangre? ¿Cuánto desde que veíamos cómo nos quemaban a la luz del día ante los fotógrafos de Reuters, AFP y EFE?
No es casualidad, confusión analítica o vivencial -hablar desde las trincheras tiene la ventaja de tocar las formas de los asaltos y el peligro de recibir impactos invisibles- es parte de la estrategia que enfrentamos, conducida por el bloque de la revancha que busca hacer tierra arrasada del chavismo. Donald Trump lo...