Caciques y miembros de aldeas mbya guaraní de la provincia de Misiones llegaron al territorio de la Comunidad Indígena Punta Querandí en el Partido de Tigre, el pasado sábado 14 de julio. Un emocionante encuentro de intercambio sobre las distintas problemáticas que violan nuestros derechos, tanto en la selva litoraleña como en los humedales bonaerenses.
La Biblioteca Palabras del Alma de Pilar cumplió una década de labor, focalizada no sólo en su sede bonaerense sino en 18 comunidades mbya guaraní y algunas colonias agrarias y barrios populares de pequeñas localidades de la provincia de Misiones.
Para festejar a lo grande dicho acontecimiento, la institución pilarense financió el viaje a Buenos Aires de 55 personas – la mayoría integrantes de las aldeas- durante una semana, tiempo en el que formalizaron reclamos a organismos nacionales y participaron de distintas actividades, como la ronda de Madres de Plaza de Mayo, una charla con el investigador Marcelo Valko -con traductor guaraní de por medio- y (por supuesto) también conocieron las canchas de Boca Juniors y River Plate.
Una de las últimas jornadas antes de emprender el regreso a sus comunidades, fue la visita a Punta Querandí. Los mbya guaraní expresaron solidaridad y apoyo, pero también compartieron toda su experiencia de lucha y su gran espiritualidad.
Medio centenar de ancianas, adultos, niños y niñas, realizaron una ceremonia, cantaron y danzaron en el Opy, templo de barro y paja presente en todas las comunidades mbya de Misiones, y que en Buenos Aires se ha levantado por primera vez como un símbolo del fortalecimiento de los pueblos originarios en este tiempo.
“Punta Querandí está muy fuerte porque tiene el Opy, así que nadie los va a sacar”, aseguró el cacique Pablo Zaya de la Tekoa Ivyraity del Municipio de El Soberbio.
La jornada se inició cerca de las 11 del mediodía, cuando la comitiva de Misiones junto a los integrantes de Palabras del Alma, arribaron en un micro de larga distancia. Luego del lento cruce en bote por el arroyo Garín, arrancaron una caminata decidida hacia la entrada de Punta Querandi. De repente, de la voz de los caciques se escucha un ‘alto’: “Hay que pedir permiso”. Entonces se acercaron algunos de los habitantes de la comunidad a darles la bienvenida, encabezados por Reinaldo Roa del Consejo de Ancianos de Punta Querandí, perteneciente a la cultura guaraní y hablante de esa lengua originaria. El avá ñee – su verdadero nombre- se hizo escuchar: una parte importante de los discursos fueron hechos en este idioma y luego eran traducidos.
Se formó una gran ronda entre el Museo Autónomo de Gestión Indigena, la estatua de la Yaguareté y el Salón Comunitario Cacique Manuá. Primero se presentaron algunos representantes de Punta Querandí: Reinaldo Roa (Guaraní), Santiago Chara (Qom), Alberto Aguirre (Qom), Valentín Palma Callamullo (Kolla) y Paula Antivero (Mapuche). Luego fueron tomando la palabra las autoridades de cada una de las comunidades, entre ellos los caciques Marciano Silva (Arroyo Isla), Néstor Britez (Kokué Poty), Roberto Fernández (Ypsapy Poty), Cristian González (Yryapy), Paulo Benitez (Curupaity), Basilio Escobar (Pozo Azul 1), Juancito Villalba (Guaviramí), Bernardino Villalba (Mbokajaity) y Francisco Gimenez (Takua Poty).
Un rol muy importante ejerció la abuela Ana Escobar de la Tekoa Pozo Azul 1, referente espiritual que realizó su intervención antes de que tomen la palabra los caciques. También hablaron miembros de las comunidades Mbokajaity, Fracrán, Tekoá Arandú, Perutí y Pasarela Nueva, muchos de ellos muy jóvenes.
En diálogo con el Consejo de Comunicación de Punta Querandí, Pablo Zaya, cacique de la Tekoa Ivyraity del Municipio de El Soberbio, expresó: “Nos sentimos muy cómodos, como dentro de la comunidad nuestra, por eso estamos agradecidos”.
“Es un territorio que nos sentimos libres: caminamos, hablamos, no tenemos a nadie que en ningún momento nos venga a prohibir estas cosas”, agregó el cacique.
“Es muy importante para nosotros conocer y llevar algo nuevo sobre lo que está pasando en el país. No es sólo en Misiones sino que en Buenos Aires también está la lucha por el territorio. Nos sentimos muy orgullosos de apoyarlos”, manifestó la autoridad originaria.
El mbya señaló que estas injusticias “vienen de siglos, de más de 500 años” y mencionó las “problemáticas de territorio, de la lengua, de la cultura”, y llamó a la articulación entre pueblos. “La unión hace la fuerza, unir cada pueblo, cada nación y entonces podremos lograr el objetivo”.
“EL OPY NOS DA OTRO PODER”
Después de la presentación inicial, donde la palabra circuló con tanta fuerza, nos dirigimos todos al fondo del territorio comunitario donde se encuentra el Opy. La delegación mbya realizó una ceremonia frente a esta construcción ritual, que el cacique Pablo Zaya describió como “una iglesia”, con un importante rol para “guiar a los jóvenes” según señaló.
“Nosotros valoramos mucho el Opy porque ahí está la guía espiritual de los ancestros, nuestros hermanos, abuelos, bisabuelos. Por eso hicimos el ritual y nos pone contentos, nos da energía más potente para seguir adelante y enfrentarnos a lo que viene”, explicó.
“Es muy importante que esté plantado en Punta Querandí el Opy, nos da un poder espiritual, es otro poder”, agregó la autoridad originaria.
MENSAJE A LOS HERMANOS “URBANOS”
Mientras los mbya están firmes en su identidad, en propia cultura y en su religiosidad, a otros sectores de los pueblos originarios, como quienes viven en las grandes ciudades desde hace generaciones y se han ‘mezclado’, les cuesta asumirse como tales.
“Mi mensaje a los jóvenes que están en Buenos Aires es que vuelvan a sus raíces, busquen la forma de saber de qué naciones vienen”, pidió el cacique Pablo Zaya, y agregó: “Algunas veces viene la discriminación, pero en ningún momento nos vamos a esconder. Algunos pierden el idioma pero el rostro nunca desaparece”.
“NO SE IMAGINABAN QUE PODÍA EXISTIR”
Palabras del Alma tomó contacto con nuestra comunidad hace algunos meses y estamos muy agradecidos con ellos por haber impulsado este reencuentro. Uno de los referentes de la institución, el profesor de escuelas secundarias, Hernán Nemi, expresó: “Muy contento de haber compartido una jornada más en Punta Querandí, un espacio de gran serenidad donde se combinan la hermandad y el espíritu de lucha”.
“Los hermanos guaraníes están muy emocionados por haber encontrado un lugar que ellos no se imaginaban que podía existir, un lugar en Buenos Aires donde se pelea por mantener viva la cultura, la historia, el presente, la cosmovisión de los guaraníes, de los qom, de los kollas, de los mapuche”, agregó el docente.
“Me expresaron, como lo expresaron ahí delante de todos, el total apoyo a la lucha de Punta Querandí, para que ese espacio sea de los pueblos originarios y para que se pueda seguir desarrollando ahí un lugar de encuentro, de cultura, de retorno a las raíces milenarias. Me volvieron a decir que cuenten con las comunidades guaraníes”, puntualizó Hernán Nemi.
Punta Querandí es una comunidad indígena pluriétnica enclavada entre los barrios privados, en una zona ancestralmente habitada por querandíes, chanás y guaraníes, que hoy corre peligro de desalojo por un juicio iniciado por Jorge O’Reilly, presidente de la desarrolladora inmobiliaria EIDICO. A la vez que amenaza a nuestra comunidad, este empresario es uno de los responsables de la destrucción del equilibrio ambiental en nuestra región, lo que dio como resultado el aumento de las inundaciones, el desplazamiento de pobladores históricos y la devastación de cementerios indígenas.
Fuente: https://puntaquerandi.com/2018/07/18/respaldo-y-ceremonia-mbya-guarani/