Según la Procuraduría General de la Nación, la docente no hizo nada para evitar que los compañeros del menor le hicieran matoneo. El 6 de octubre de 2017, la docente llamó al niño “ladrón” sin ninguna prueba en su contra.
03/08/2018
A la luz de las pruebas que acumula la Procuraduría General de la Nación, Elizabeth Montaña Hernández no merece ser llamada docente. Resulta que el 6 de octubre de 2017, la mujer tildó de “ladrón”- sin ninguna prueba contundente – a un estudiante de 14 años.
Lo responsabilizó por la pérdida de gasolina que estaba almacenada en las instalaciones del colegio y le dijo, frente a todos sus compañeros, “que no servía para nada”. Ese mismo día, según la Procuraduría, horas después de finalizada la jornada escolar, el joven se ahorcó y su cuerpo fue hallado cerca de la sede del plantel educativo. Este jueves, la Procuraduría destituyó e inhabilitó por diez años a la profesora. Lea también: Vaupés y su epidemia de suicidios indígenas
Para la Regional de Vaupés, la docente se extralimitó en sus funciones al hostigar constantemente al estudiante, de 14 años e integrante de la comunidad indígena Ceima de San Pablo, de la etnia Desano, a quien responsabilizaba permanentemente por las diferentes situaciones anómalas que ocurrían en su salón de clase o en el colegio, ubicado en zona rural de Mitú.
El caso es grave. El órgano de control determinó que “en algunas ocasiones la maestra le prohibió al joven el ingreso a clases sin ninguna justificación y toleró que sus compañeros de sexto grado le hicieran matoneo, sin intervenir en su defensa o llevar el caso por los procedimientos e instancias establecidas para solucionar esas situaciones”.
El suicidio es una epidemia que es imposible ocultar en Vaupes. En los últimos diez años se disparó 91 % y los más jóvenes han sido sus principales víctimas. Gran parte de los casos (el 76,4 %) ocurre entre quienes tienen de 14 a 26 años.Ninguno de ellos entró jamás a una consulta con un psiquiatra porque el hospital simplemente no lo tiene y no es rentable para la EPS.
Es un asunto de salud pública. En julio de 2016, El Espectador visitó la región para tratar de entender las causas de la creciente ola de suicidios. Entonces Rocío Gómez, psicóloga y coordinadora del programa de salud mental de Mitú, señaló que “sobre el suicidio en el Vaupés no hay investigación. Y la necesita con urgencia”.