Desde las 8.30 de la mañana de este martes 11, más de cien compañerxs nos concentramos en Lavalle y Talcahuano para hacernos presentes en la primera jornada del juicio contra Adrián Gustavo Otero. Otero es el policía de la Ciudad que asesinó a Cristian “Paragüita” Toledo el 15 de julio de 2017, quien además quiso matar a dos amigos de Cristian, Dani y Carlitos. Declararon los testigos y querellantes de la causa, junto a Leónidas Medina, mamá de Paragüita, representadxs por Micaela Corzo y María del Carmen Verdú.
Tras poco más de un año del asesinato de Cristian, familiares y amigos de Dani, Carlitos y Paragüita, el Padre Toto, (cura de la parroquia de Caacupé de la villa 21-24) y distintas organizaciones (Hagamos Lo Imposible, C.RE.AR, La Ciega, Poder Popular, Frente Popular Dario Santillán y La Poderosa), nos encontramos una vez más para exigir justicia en los Tribunales de Talcahuano al 500.
La audiencia estaba prevista para las 9.30, pero empezó recién pasadas las 11. Los tres jueces que conforman el tribunal iniciaron el debate a sala llena. En el centro y a la izquierda, se veían remeras que decían “Paragüita presente”, y eran muchas. Familiares que se organizan en CORREPI, también llevaban las fotos de sus seres queridos asesinadxs por la institución policial.
Luego de la lectura de derechos y de la acusación que realizaran la fiscalía y la querella, la defensa planteó por quinta vez la nulidad de todo lo actuado, como también una excepción por falta de promoción legal de la acción. Estos planteos fueron, una vez más, rechazados por el tribunal. El abogado defensor, Marcelo Pecorelli, afirmó, sin vueltas: “voy a interrogar a (Daniel) Nadalich y a (Carlos) Gavilán no como víctimas sino como imputados”. Se trato de una verdadera confesión anunciada del modo en que hostigaría a los testigos durante el interrogatorio.
Esta forma de proceder en los casos de gatillo fácil no es novedosa: sistemáticamente se investiga a las víctimas en calidad de victimarios.
El primero que tuvo la oportunidad de declarar fue el imputado, quien luego de aclarar que no respondería preguntas, leyó un breve texto y entregó un folleto al tribunal. Luego, declaró el primer testigo por la querella, Daniel Nadalich. Con palabras firmes y claras, pudo relatar la cacería humana que vivieron esa madrugada: el intento de llegar al hospital Penna para salvarle la vida a su amigo, el modo en que Otero le apuntaba a la cabeza desde su vehículo y cómo luego fue puesto tras las rejas. “Durante esa mañana, se escuchaban gritos, bombos; si no fuera por la gente que fue a apoyar, seguiríamos estando ahí”, concluyó.
Más tarde, llegó el momento de Leo, la mamá de Paragüita. Ella no solo relató desde un profundo dolor el momento en que se enteró que Cristian no iba a volver nunca más, sino que hizo que quienes estábamos allí lo conociéramos y supiéramos que era un pibe trabajador, amante del fútbol, y cuánto se lo extraña. “Pido una condena que sea firme (…) a mí lo único que me queda es la foto de mi hijo”.
Cuando le tocó declarar a Carlitos Gavilán, se volvió a revivir todo lo sucedido esa madrugada: el miedo paralizante, y el saber que “uno de nosotros estaba herido”. Ambos testigos relataron que ya estando tirados boca abajo y siendo apuntados por Otero con su arma reglamentaria, le pedían que por favor llamara a una ambulancia, porque su amigo estaba herido. “Dejalo que se muera ese hijo de p***” fue la respuesta que recibieron de este policía, quien también sentenció: “su amigo ya me cagó la vida, me da lo mismo matarlos a ustedes ahora”.
Lo que fuera un anticipo por parte del abogado defensor, se hizo efectivo durante los testimonios de Dani y Carlitos. Pecorelli no ahorró oportunidad de presionarlos mediante insistentes preguntas reiteradas e inconducentes. Más de una vez, tanto el tribunal como la querella y la fiscalía, tuvieron que llamarle la atención por la generación de preguntas repetitivas y mal formuladas.
Luego de una larga jornada de lucha, concluyó la primera audiencia de este juicio que puso al primer policía de la Ciudad en el banquillo de los acusados por gatillo fácil.
La próxima audiencia quedó fijada para el próximo martes 18 de septiembre a las 9.30 de la mañana.
Continuemos con fuerza adentro y afuera de los tribunales para conseguir la única condena que Adrián Gustavo Otero merece: la cadena perpetua.
¡JUSTICIA POR CRISTIAN TOLEDO!
¡BASTA DE GATILLO FÁCIL!
Fuente: http://www.correpi.org/2018/juicio-paraguita-dia-1-11-09/