Luego de la final del US Open, donde Serena Williams fue multada, se multiplicaron los artículos periodísticos criticando y analizando lo sucedido. Desde la Argentina blanca que piensa que en la Argentina no hay afroargentinos, también se realizaron comentarios.
Uno de los casos es el de la Revista Anfibia, que definió convocar a un antropólogo blanco para que realice un “ensayo” sobre la temática. Hubiera sido interesante que el portal consultara a alguna persona afro que analice el tema, o mejor aún, de alguna organización que nuclee afroargentinos que pueda opinar sobre el caso en cuestión. Por citar algunas organizaciones se puede mencionar a África y su Diáspora, de una larga trayectoria en la ciudad de Buenos Aires y por otro lado a la Diáspora Africana de la Argentina, realizando actividades públicas en un local a la calle prácticamente todas las semanas.
De la mano del ascenso de la lucha feminista, el abordaje periodístico de esta problemática incluso en mencionada revista, se realiza con escritoras y fotógrafas mujeres. Es lo lógico. Serían catalogados como machistas si al tratar un tema de mujeres le dan la voz de autoridad para hablar a un hombre. Por más que dicho hombre tenga las mejores intenciones queda bien, es correcto políticamente que convoquen a mujeres para hablar de una temática que las afecta a ellas.
En el caso de Serena no convocan ni a una mujer, ni a un varón afro, le dan la voz al hombre blanco, esta vez un antropólogo. En la Argentina no es muy común hablar de blanco y negro. Cuando a un afro le dicen negro no hace tanto ruido como cuando a un blanco le dicen blanco. Uno de los insultos más comunes en la Argentina es “negro de mierda”. Para darle aún mayor autoridad dicen que el autor de la nota es Doctor, dentro del ámbito académico es reconocido tener un Doctorado.
Siendo que la Revista fue creada por la Universidad Nacional de San Martín y esta dinámica puede estar marcando como funciona dentro del mismo ámbito académico el abordaje de esta cuestión. Por algo, hace ruido un hombre hablando de una mujer, pero no que un hombre blanco haga su carrera académica investigando a los negros, tomándolos como objeto de estudio. Vale aclarar que la fuente no es una persona improvisada, tiene una amplia carrera investigando la temática y es conocido por la mayoría de las organizaciones afro del país.
No se trata de pensar en malas intenciones ni el autor, ni el portal, ni de la fuente. Sí de aportar a la desnaturalización de prácticas que encierran un posicionamiento ideológico aprehendido.
Dentro del artículo se menciona que “Cuando los negros argentinos todavía eran una población socialmente visible (principios del siglo XX)”; y continúa, “Avanzado el siglo XX, los negros (“personas de raza negra”) argentinos dejaron de ser visibles como un colectivo socialmente existente en Argentina.” Lamentablemente, la nota refuerza el estereotipo al no dar la voz a la comunidad. Un portal blanco le da la voz a otro blanco para hablar de una negra. Para cambiar el estado de situación, es necesario cesar con la invisibilización: las comunidades afro tienen voz.
En otros medios locales también salieron notas sobre el tema, por ejemplo en el diario La Nación, se publicó una excelente nota del periodista Ezequiel Fernández Moores. Como es sabido el tinte racista de dicho diario ni siquiera se imaginan hablando de afroargentinos. Sin embargo el periodista sirve para mostrar la supuesta amplitud del medio. Aquí tenemos otro ejemplo de una buena intención del periodista deportivo, demostrando en la nota una amplia cultura general y hasta un interés por la temática citando diferentes fuentes de la comunidad afronorteamericana.
Volviendo al ámbito local, hace pocos días se viralizó una de las conferencias que organiza TEDx Bahía Blanca, la cual llevaba un título por lo menos desafiante, por no decir que cosifica a las personas; “¿Qué tienen los pobres en la cabeza?”. La conferencia la realizó Mayra Arena quien se autodefinió como una estigmatizada con la categoría de pobre. Al conocer un poco más las cosas que fue publicando Mayra podemos entender que el título es utilizado para provocar y para ser escuchada.
Sin dudas la charla la encabezó enfocada desde la inquietud de que se comprenda la forma de actuar de los pobres tuvo la intención de que se produzca un cambio y no se los siga estigmatizando. Sería muy fácil ir recopilando las bestialidades que se comentaron en las redes sociales a raíz de sus exposiciones públicas. Por un lado, los típicos comentarios racistas y discriminadores de la derecha argentina la cual parecía reafirmar sus creencias y temores. Mayra es una poderosa mujer que pudo llevar su vida adelante desafiando los golpes que la fueron marcando desde su infancia y pudo llegar a estudiar Ciencias Políticas en la Universidad Nacional de Tres de Febrero. Recordemos que hace unos meses desde el gobierno nacional se postulaba que había un exceso de universidades. Para ellos era un error que los sectores humildes puedan llegar hasta la universidad.
Para los sectores reaccionarios refuerza su discurso al mostrarse como una madre adolescente: prácticamente no pueden escuchar los argumentos de Mayra. ¿Cómo puede ser que una mujer pobre hable correctamente y hasta mejor que los propios sectores que la atacan?. Ella representa una amenaza individual para estas personas. Desde los sectores pseudo progresistas tomaron a Mayra como un buen ejemplo a seguir. Para ellos, es el claro ejemplo del esfuerzo individual para progresar en la vida, casi llega a ser como los emprendedores que se promocionan desde la derecha. A la vez como representa solo la movilidad ascendente de una persona no implica un cambio colectivo, no está amparada por una organización. Mayra tiene un discurso respetado por pertenecer al sector estigmatizado. Como el ejemplo de la revista La Garganta Poderosa quienes tuvieron entre sus motivaciones el salir a hablar con voz propia evitando que los de afuera signa hablando de ellos reforzando estereotipos negativos.
Luego de la viralización de su exposición, Arena fue invitada a diferentes programas y se escribieron varios artículos periodísticos. Todos los comentarios eran sobre anécdotas personales. Como sabemos, lo personal es político, pero en estos ejemplos si la mirada sólo permanece en el sufrimiento individual, no se podrá llegar a un reforma colectiva o general. Frente a la discriminación de clase como en la discriminación racial y de género es necesario realizar una crítica al sistema general. Esta es otra de las razones por las que se viralizan estos ejemplos siendo que son casos personales y no apuntan a un cambio de raíz más profundo. El sistema no se ve en peligro, es una anécdota más que es tapada por otra. La apelación a lo emotivo por parte de los medios de comunicación hegemónico, a lo sumo abona a una perspectiva donde los responsables de la pobreza estructural se diluyen en el drama de la existencia de quienes no saben qué es un baño. Y, además, consolida su posición de homogeneizar a una clase que molesta, que jode, que repugna: los trabajadores y trabajadoras pobres, desocupadxs, changarines eternxs.
Mientras terminamos esta nota, se conoce una nueva represión de la Policía de la Ciudad contra los vendedores senegaleses quienes representan simbólicamente buena parte de lo que los ‘ciudadanos bien intencionados’ no quieren ser. Cuánto más lejos se puedan ubicar de los pobres y los negros, mejor. Así el crisol de razas podrá seguir siendo la farsa histórica que ahogue en caridad sus miserias.