La Procuración Penitenciaria de la Nación (PPN) presentó esta semana su octavo Informe Anual de Casos de Tortura. El principal dato que se desprende del mismo es que a lo largo del año 2017 se registraron 5.328 hechos de tortura y/o malos tratos penitenciarios. “La tortura en el sistema penal argentino constituye un elemento estructural, extendido y persistente”, señalaron.
Se trata de un trabajo realizado en conjunto por la PPN junto a la Comisión por la Memoria de la Provincia de Buenos Aires (CPM) y el Grupo de Estudios sobre Sistema Penal y Derechos Humanos de la Universidad de Buenos Aires.
En el año 2017, el Registro Nacional de Casos de Tortura registró un total de 1.408 víctimas que permiten la individualización de 5.328 hechos de tortura y/o malos tratos penitenciarios. Además, en base a la información acumulada en los primeros 6 años, este año se propuso profundizar el relevamiento sobre determinados tipos de tortura para una mayor densidad descriptiva sobre los mecanismos extendidos de gobierno penitenciario. En lo que refiere a las cárceles federales se seleccionó el tipo “falta y/o deficiente alimentación”, en tanto en las cárceles bonaerenses se indagó acerca de la “falta o deficiente asistencia de la salud”.
Asimismo, se presentan los resultados del Registro de Casos de Tortura y Malos Tratos por parte de las policías y otras fuerzas de seguridad durante el año 2017. Se registraron 971 hechos de malos tratos y/o torturas ejercidos en las instancias de aprehensión, traslado y detención en comisarías sobre 218 víctimas.
La publicación de este Informe Anual 2017 confirma una vez más que la tortura en el sistema penal argentino constituye un elemento estructural, extendido y persistente.