Electrolux: patota, agresión y muerte

En la mañana de este miércoles, una patota de la Unión Obrera Metalúrgica intentó amedrentar a los despedidos de Electrolux que sostienen un acampe frente a la planta. Hubo golpes y forcejeos y tras un paro cardíaco murió un delegado de otra planta que acudió al lugar con la conducción de la UOM. Además hubo varios activistas heridos. El conflicto ingresó en una escalada desde que ayer a la tarde se conociera la definición judicial de desestimar la represión y reconocer como tal el conflicto laboral.

Marcha realizada el 7 de mayo en solidaridad con los despedidos. Indymedia Rosario

Un trabajador murió en el marco de varias horas de tensión en las puertas de la fábrica de Batlle y Ordóñez al 3400, donde se sostiene una protesta por 25 despidos. Desde la Unión Obrera Metalúrgica denunciaron rápidamente que el fallecido había discutido con un activista y murió porque no se dejó pasar la ambulancia. Versión desmentida por un video que circuló por redes sociales donde se ve el ingreso del móvil de Emerger.

Vídeo que muestra el ingreso de la ambulancia (Fuente: despedidos de Electrolux)

Los abogados de los cesanteados, Celina Tidoni y Agustín Comas, expresaron en un comunicado que “en ningún momento el día de hoy se interrumpió el paso de ninguna ambulancia para entrar o salir de la planta. Esto se trata de una mentira alevosa de la UOM. Lo que sucedió fue el fallecimiento por un infarto de un delegado de otra empresa que fue llevado allí por la dirección de la UOM. Es repudiable y deleznable que la dirección de la UOM quiera utilizar este hecho, una vez más, contra los trabajadores despedidos que reclaman legítimamente por sus puestos de trabajo”. Según afirmaron el fallecido era delegado de otra empresa, Cym materiales.

La mañana ya había sido tensa. Por whatsapp llegó el mensaje de los despedidos: “La UOM (Unión Obrera Metalúrgica) está montando una provocación contra sus propios afiliados despedidos, tratando de echarlos del acampe en el que defienden sus puestos. Con métodos hostiles, como grupos de choque, quieren resolver con la fuerza e ilegalmente lo que el juez determinó que es un problema LABORAL. Basta. Pedimos que nos acompañen. La UOM tiene que representar a los trabajadores. No a la empresa. El viernes hay audiencia y pediremos la reincorporación”.

Vídeo del accionar de la patota de la UOM (Fuente: despedidos de Electrolux)

Es que tras la definición del Juez Hernán Postma que afirmó que el conflicto es laboral y no penal, por lo que se negó a reprimir el acampe que se instaló desde el 29 de abril, se puso a andar el resto del andamiaje para garantizar el ajuste en la planta. En 24 horas la escalada no tuvo límites y la tragedia obligó a levantar el acampe por cuestiones de seguridad.

Tríada

El conflicto en la fábrica del sudoeste rosarino muestra una vez más el funcionamiento de la famosa tríada: patronal, Estado y burocracia sindical garantizando el ajuste. La UOM es el sindicato que debería representar a los trabajadores y trabajadoras, pero firmó un acuerdo con la empresa para futuros despidos el día que fue cesanteada esta última tanda de trabajadores.  En ese acuerdo no se cuentan las desvinculaciones previas, que según afirman ascienden a cien en lo que va de 2019.

En una maniobra repudiada por numerosos sectores sindicales y sociales, la Policía de Investigaciones (PDI) intervino en el acampe y requisó a quienes acampan por sus puestos laborales. En idas y vueltas de audiencias y desestimaciones, y ante la presencia del propio Ministro de Trabajo Julio Genesini, la misma PDI ingresó a una audiencia en el Ministerio a notificar a trabajadores de las imputaciones.

Dentro de la senda judicial, el Diario El Ciudadano dio a conocer un audio de una conversación mantenida por una fiscal que acusó a los obreros con un jefe de la planta y su abogado. En ella, la funcionaria judicial instruye a un jefe de la empresa y su abogado de cómo proceder para reprimir a los trabajadores. La fiscal Valeria Haurigot tiene una suerte de prontuario criminalizador de la protesta. En esta ocasión imputó a 14 obreros por “sabotaje y usurpación por turbación”. Pero ya había intervenido en otros dos conflictos gremiales en 2018, acusando a delegados gastronómicos en el marco del Paro Nacional y posteriormente a un grupo de recolectores de residuos por una protesta sectorial. Además protagonizó un escándalo por haber manejado ebria en Funes, por lo que no fue sancionada.

Pero, el revés vino de la mano del juez Hernán Postma ayer martes, que si bien aceptó la imputación a los despedidos de Electrolux, no hizo lugar al pedido de mover a los empleados del predio hasta que finalice el trámite administrativo por el conflicto laboral en el Ministerio de Trabajo. Eso fue vivido como una victoria no sólo para este caso sino para la creciente cantidad de personas que se ven en la necesidad de instrumentar medidas de lucha ante el cierre de fábricas, despido y hambre.

Los traidores

Raymundo Gleyzer en su documental “Los Traidores” pintó la estructura de la burocracia sindical argentina. La UOM ha sido parte de ese segmento afín a la patota, la conciliación y la flojedad de pelea por los derechos de sus afiliados. De Augusto Timoteo Vandor en adelante, la conducción del gremio goza de poco prestigio y mala fama ratificada. Antonio Caló, que dirige la entidad a nivel nacional expresa esa decadencia político institucional.

En Electrolux, la seccional de la UOM que encabeza Antonio Donello, apareció para defender el derecho de trabajar de los no despedidos y con una patota a amedrentar para levantar el acampe. No pudieron con la pata judicial y acudieron a la patota. Algo que ya no sólo generó tensión en el acampe, sino que le ha costado la vida a un trabajador que lejos de descansar en paz, será utilizado para dirimir un conflicto laboral por el derecho al trabajo.

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