Propuesta de Plan Macroeconómico. Ideas de Acción

Toda crisis es una oportunidad

El contexto de recesión y parate de escala mundial pone nuevamente a los países emergentes – al igual que en los años ’30/’40 – en el desafío de reorientar sus económías.

La reestructuración de los sectores productivos que ocupará a los países centrales, con la aplicación de políticas de incentivo a sus economías internas, irán de la mano de medidas proteccionistas que ‘cerrarán’ sus mercados a la entrada de productos del exterior.

Esto impondrá a los paises periféricos vitalizar todos sus sectores económicos a fin de autoabastecerse de bienes y servicios, desarrollando un mercado interno vigorozo que demande en su mayor parte esa producción, pudiendo generarse algún excedente de exportación.

Y en este sentido Argentina – al igual que la mayoría de los países latinoamericanos – cuenta con la enorme ventaja de tener todos los recursos naturales, tecnológicos y energéticos necesarios para producir todos los bienes que su economía necesita y satisfacer su demanda, sin ninguna dependencia del exterior.

Constituye entonces una excelente oportunidad de movilizar sus fuerzas productivas en cantidad y calidad suficiente para lograr este objetivo.

A tal fin proponemos los siguientes puntos:

1) Pasar de una economía enfocada en el crecimiento del PBI a otra que diferencie entre sectores que deben crecer y requieren inversión (sectores públicos críticos, energías limpias, educación, salud) y sectores que deben decrecer radicalmente (complejo militar-industrial, prod. hidrocarburífera, publicidad, banca especulativa)

2) Construir una estructura económica basada en la redistribución. Establecer una Renta Básica Universal (RBU) para todo ciudadano y un fuerte impuesto a los ingresos, al lucro y la riqueza acumulada, horarios de trabajo reducidos y trabajos compartidos.

3) Recuperar la soberanía alimentaria, donde el país decida qué y cómo producir. Transformar la agricultura hacia una de carácter regenerativo. Basada en la conservación de la biodiversidad, sustentable y sin uso de agroquímicos, además de condiciones de empleo y salarios agrícolas dignos.

4) Que las divisas que eventualmente genere el comercio exterior así como los saldos monetarios en poder de los bancos se destinen al incentivo de las actividades productivas y necesidades habitacionales y no a la especulación financiera.

5) Cambio a un ritmo sostenido y acelerado de la matriz energética, reemplazando la utilización de recursos hidrocarburíferos en beneficio de energías limpias y renovables. Fuerte incentivo a municipios de todo el país para la implementación de la tecnología necesaria para este objetivo.

6) Detener inmediatamente la depredación de todos nuestros ambientes naturales que hasta el momento implicaba la producción de soja y la actividad minera, recuperando cada uno de los ecosistemas dañados de manera de reducir la huella ecológica y atenuar el cambio climático.

7) Extender a todo el pais y en forma descentralizada la necesariedad de reutilizar y reciclar la totalidad de los desechos que genera la economía, reduciendo drásticamente los niveles de contaminación por la acumulación de basura sin tratar.

8) Bajar el ritmo de producción (decrecimiento) ajustándolo a las necesidades actuales de la población, lo que implicará el uso de recursos renovables medido y adecuado para tal fin, (guardando para las generaciones futuras suficiente número de ellos para la satisfacción de sus necesidades) y que la generación de saldos exportables deje de ser un objetivo de la economía.

9) Implementar en todos los centros urbanos espacios de huertas destinados a la producción de frutas y verduras con el fin de satisfacer cada vez más a sus habitantes, convirtiendo las ciudades en lugares más agradables y sanos.

10) Asegurar los ambientes naturales a cada uno de los pueblos originarios por el excelente mantenimiento y uso que de ellos hacen, incentivando asimismo formas colaborativas y comunitarias de producción, en desmedro de las competitivas.

11) Condonación de la deuda interna, especialmente de trabajadores y poseedores de pequeños emprendimientos y negocios, así como también de deudas externas de países del Sur Global (tanto la deuda a países como a instituciones financieras internacionales)

12) Desarmar la guerra y la actividad especulativa financiera para construir la paz y acabar con la pandemia del hambre y la pobreza

Todas estas medidas son plausibles de aplicar. No solo eso, son necesarias. Algunas de ellas ya tienen historia en nuestro pais, baste recordar como salió Argentina de la gran depresión del ’30.

No esperemos a que las elites mundiales deciden cual será el nuevo esquema económico mundial y asignen a los países periféricos el papel que deben cumplir. Es hora de recuperar la soberanía sobre nuestra economía y nuestras decisiones.

Para usar términos tan en boga hoy, debemos achatar la curva de la desigualdad social de una vez por todas, gravando fuertemente la riqueza acumulada y asegurando ingresos a toda la población. En un país como éste la pobreza es insostenible.

El escenario es inmejorable para cerrar filas y decidirnos a atacar pandemias como la contaminación ambiental, la degradación de los suelos, la desaparición de áreas naturales. No hay otra opción. Es ahora. Y el mundo va en esa dirección. No quedemos atrás.

Si decidimos ‘cuidarnos entre todos’ pues cuidemos la salud de la tierra, el agua y el aire porque de ellos depende nuestra salud.

ECONOMISTAS Y PENSADORES INDEPENDIENTES
Contacto: propuesta-macroeconomica@riseup.net

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