El domingo 8 de noviembre se llevó a cabo un encuentro organizado por el Consejo de Mujeres de la Comunidad Indígena Punta Querandí. Además, comenzó el rodaje de un documental sobre su rol en la lucha. Se fusionaron la palabra, la espiritualidad, la identidad y la música.
Cobertura fotográfica: Punta Querandí, Tres Ombúes y Academia de Cine Leonardo Favio
En Punta Querandí se venía gestando hace tiempo un encuentro de mujeres, de hermanas, de hijas de la madre tierra, que se fueron conociendo en distintas luchas.
“Sentimos desde las mujeres que necesitábamos compartir nuestras fuerzas para no olvidarnos que estamos presentes, para acompañarnos desde una comida, un mate, una escucha y una mirada, donde todas coincidimos en este proceso identitario tan importante y que venimos recorriendo y reconstruyendo para rearmarnos desde lo comunitario”, explicaron desde el Consejo de Mujeres.
Se compartió un Apthapi, el almuerzo comunitario. Se ofrendaron unas hojitas de coca al fuego, intencionando cada una. Y comenzó a circular la palabra. “El territorio nos abrazó y nos contuvo, entre brisas que nos acariciaban o desde el sol que nos brindaba su calor o el aroma de la manzanilla que nos regaló la pachita”, relataron.
Cintia Lopez, cacica de la Comunidad Qompi de Garín, integrante de la Unión de Pueblos Originarios de Tigre y Escobar, quien vino acompañada con su hija Anahí, señaló: “Fue muy emocionante, una felicidad inmensa el reencuentro con las hermanas en territorio sagrado”.
“Volví con una increíble energía, renovada, con ganas de que se prolongue en el tiempo estos encuentros de mujeres, ganas de proyectar, ganas de hacer y muchas más ganas de estar”, manifestó Mónica Santos, de raíces guaraníes e islera del zanjón Miramar del Delta tigrense. “Mujeres de pie en la tierra sin mal. Esto es Punta Querandí, un pedacito de Tierra sin mal en donde me conecto con mis ancestrxs”, agregó.
Durante la jornada comenzó el rodaje de un documental llevado a cabo por la estudiante de cine Bárbara Chávez, con el apoyo de la Academia Leonardo Favio con sede en Don Torcuato. “Mi idea es visibilizar cómo influyeron las mujeres en los distintos logros de la comunidad, contándolo desde sus propias miradas”, explicó Bárbara, vecina de Rincón de Milberg, quien fortaleció la búsqueda de sus orígenes cuando comenzó a participar de Punta Querandí desde el 2017.
WARMIS (MUJERES) DE TRES OMBÚES
Mientras muchas eran vecinas cercanas otras vinieron de más lejos, como Paula Mercedes Alvarado, Jakeline Mariaka y Delia Claros, integrantes de la Comunidad Tres Ombúes de La Matanza, todas ellas de raíces quechua-aymaras con una conexión muy particular con nuestro territorio.
Jakeline fue parte activa de Punta Querandí y en este lugar despidió a su fallecida bebita, Uma. Ahora vino con su segunda hija Ayni: “Nos volvimos muy felices después de tanto compartir y tanto abrazo. Fue un apoyo a las luchas que cada una están emprendiendo desde su lugar”.
Por su parte, Paula, quien es una de las abogadas de Punta Querandí, agradeció la invitación ya que la mayoría de las veces asiste como defensora legal y “esta vez, por organización del Consejo de Mujeres fue en calidad de hermana”. Agregó: “Fue un encuentro especial, todas mujeres con raíces originarias o con identidades, orígenes y realidad diferentes y muy fuertes”. Y resaltó que “cada una pudo expresar su vinculación con el Territorio de Punta Querandí”.
“Rearmarnos, escucharnos y fortalecernos para continuar en esta lucha de recuperación de la Memoria de nuestrxs ancestrxs de nuesta Pacha”, describió la hermana Delia, quien llevó a cabo varios talleres de alfarería en Punta Querandí. Y habló de un “tejido que fue entrelazando la energía, los saberes y el poder de quienes no descansarán, cada una desde su espacio, hasta lograr el respeto y el valor a nuestro territorio, nuestras cuerpas y nuestra Pacha. Jallalla warmis de Abya Yala”.
RAÍCES BROTANDO
El círculo de mujeres fue un espacio de contención para quienes están en proceso de repensar su identidad. Soledad Olmos, de Rincón de Milberg, señaló: “Unimos fuerzas para continuar este camino de reconocimiento, de expresar nuestra espiritualidad, y de conformar un deseo colectivo”.
“Pude colectivizar mi identidad muysca, que venía siendo un proceso en silencio. Me acogieron y reconocieron”, agregó Diana Peña, nacida en Colombia, quien vive en Buenos Aires desde el 2017. “Fue un espacio para el reencuentro con nuestras raíces, nuestras lenguas desde una sensibilidad sorora, con lágrimas que abrazan, con la caricia compañera en la espalda cuando nos derrumbabamos en nuestro relato”, subrayó.
“Punta Querandí ha sido y es un espacio para repoblar los pueblos originarios, reconociendo las raíces de cada compañerx. Ipqua mibizine nzhinga (muchas gracias a todas)”, expresó Diana.
La jornada cerró con una tocada de sikus, soplando historias y alegrías, nuestro pasado y nuestro presente, donde la espiritualidad se hizo presente.
Finalmente, desde el Consejo de Mujeres de Punta Querandí manifestaron que este reencuentro se va a a repetir “uniendo fuerzas, identidad y resistencia” con el compromiso de “seguir poniendo el cuerpo, el amor y la firmeza en búsqueda de la ‘Yvymarae´ÿ’ (tierra sin mal)”.
Fuente: https://puntaquerandi.com/2020/11/14/kuna-pyrenda-mujeres-de-pie/