Desde la comunidad Qom reclaman que no hay profesionales que traduzcan el español para al menos 87 pacientes oncológicos o con enfermedades crónicas.
27/11/2020
En barrio Las Lomas (y en Santo Domingo y zona noroeste) hay una gran comunidad originaria Qom, en la que se habla su propio idioma. Una traductora trabajó al menos cinco años en el Centro de Salud ubicado en Boneo y Camino Viejo a Esperanza, pero desde marzo fue trasladada a otro lugar y la institución se quedó sin un profesional que ocupe ese rol. Reclaman un reemplazo urgente.
Las mujeres Qom relevaron que hay 87 pacientes oncológicos o con enfermedades crónicas que asisten de manera corriente al Centro de Salud, según informaron a UNO Santa Fe. “La chica que trabajaba ahí en el centro de salud como traductora, con el cambio de gestión de gobierno, la mandaron a otro lugar más o menos en marzo. Ella no dependía de Salud, sino de Desarrollo Social. No hay traductores desde el comienzo de la pandemia, lo que significa una discriminación a nuestra comunidad y a todo el barrio ya que no tenemos un acceso completo a la salud”, explica Gladis Jara, referente de las mujeres Qom a UNO Santa Fe.
“Hay pacientes crónicos y oncológicos que necesitan entender lo que les dicen. Sí o sí, dependen de la comunicación. Y hay personas que les dicen a los médicos «sí, sí» a todo, pero saliendo del consultorio te plantean que no entendieron. Hay alrededor de 87 pacientes, entre embarazadas y personas adultas mayores que necesitan saber bien sobre los medicamentos que les indican, sus efectos, saber cómo se deben cuidar”, agrega.
Y explica: “Muchas personas hablan en castellano fluidamente, pero a veces necesitás desmenuzar ciertas informaciones. Si un profesional hace un diagnóstico de un tratamiento y la medicación necesaria, hay que buscarle la vuelta para explicarle a las personas qué es lo que tiene, qué es lo que debe tomar. En las leyes tenemos derechos los pueblos originarios, pero son solo letras muertas escritas en papeles y archivadas porque ninguna se ejerce hoy en día. El derecho al acceso de salud, el derecho a la tierra, el derecho a vivir dignamente están plasmadas pero no ejercidas”.
El Covid-19 las dejó sin trabajo
Además del grave problema que enfrentan al no poder comunicarse con los profesionales de la salud, las medidas de cuarentena afectaron la cadena de producción de sus trabajos. En general, los Qom se dedican a producir y vender artesanías. La materia prima son las hojas de palma, que únicamente crecen en regiones muy secas, como los montes de Chaco. Al estar las fronteras cerradas no pueden adquirirlas. “Muchas de las mujeres son independientes y jefas de familia, y levantan pedidos de la zona y el país. Algunas exportan al exterior, la pandemia cerró todo, lo que hacíamos se nos está dificultando porque no nos podemos mover”, relató Jara.
Mujeres Qom
Cada comunidad Qom tiene una autoridad máxima, que es el cacique. Para luchar contra las estructuras patriarcales, al igual que en todo el país, las mujeres se organizaron para debatir y pensar cómo avanzar en ocupar lugares de poder y decisión con el fin de terminar con las desigualdades. El año pasado armaron entre cerca de 85 madres comedores comunitarios para alimentar al menos a 350 personas. “Asisten desde bebés hasta nuestro vecinos más longevos, como el que nos dejó hace unos meses que tenía 117 años”.
“El cacique decidió sin argumentación la suspensión de nuestra labor en la comunidad el año pasado. Entonces hicimos la primera asamblea de mujeres y pusimos esto sobre la mesa. Hasta buscamos abogadas. Logramos finalmente la continuidad, presentamos la actividad a Desarrollo Social que nos entregó una tarjeta alimentaria para el comedor y merendero. Las mamás ponen el trabajo y no hay gas, cada una trae un poquito de leña y tratamos así de manejarla”, relató.
Y contó: “Los jóvenes también se están organizando y están haciendo la primera escuelita de fútbol intercultural. Venimos trabajando tanto dentro como fuera de la comunidad. Dentro de la comunidad nunca le dan la participación a la mujer en política, y fuimos moviendo y planteando cosas a los referentes y logramos un montón de cosas las mujeres. Por ejemplo, el traslado de las personas que quedaron varadas en Chaco durante el aislamiento por la pandemia. Ahora nos falta es una traductora para el centro de salud y recuperar la forma de trabajar”, concluyó Gladis.
Fuente: https://www.unosantafe.com.ar/santa-fe/no-hay-traductores-el-centro-salud-las-lomas-n2626449.html