Dos de las organizaciones gremiales con mayor peso en el complejo agroexportador reanudaron hoy las medidas de fuerza en el marco del plan de lucha que sostienen por la negociación salarial con las camaras patronales aceiteras, cerealeras y portuarias donde se concentran las empresas -en su mayoría, multinacionales- que controlan un sector fundamental para la economía argentina, necesitada de divisas extranjeras.
La medida de fuerza en distintas plantas y puertos del país. Fotos: Prensa FTCIODyARA y URGARA.
La Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina (FTCIODyARA) tiene la revisión de su acuerdo paritario sin respuesta desde agosto. Es peor aún para la Unión Recibidores de Granos y Anexos de la República Argentina (URGARA), cuya paritaria está vencida desde julio.
En ambos casos, denuncian que las cámaras patronales han propiciado activamente llegar a una situación conflictiva con todos los gremios del sector -hay otros, como el Sindicato Aceitero de San Lorenzo, que está fuera de la Federación- negándose a discutir los salarios y cualquier otro punto de los varios reclamos de los trabajadores, con dilaciones primero y provocaciones después.
El objetivo: generar condiciones que les sirvan como “cortina de humo” para “justificar la baja liquidación de divisas con las que aportan a la embestida devaluatoria contra el peso argentino y contra el gobierno nacional”.
Además, las cámaras patronales “buscan continuar presionando por nuevas medidas en beneficio de los intereses empresarios”, indicaron.
Desde los sindicatos apuntan específicamente contra las cámaras patronales CIARA (Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina), CEC (Centro Exportador de Cereales), Cámara Argentina de Biocombustibles (CARBIO), Cámara Industrial de Aceites Vegetales de Córdoba (CIAVEC), Cámara de Puertos Privados Comerciales (CPPC) y las empresas que representan.
Hoy precisamente el Consejo Agroindustrial Argentino, donde la CIARA-CEC tiene un protagonismo central, pautó una reunión con el gobierno nacional buscando “impulsar las exportaciones” en un nuevo episodio del lobby sectorial por mayores bajas de retenciones e impuestos, entre otras ventajas.
Por el salario
La medida de fuerza tiene su fundamento en “la falta persistente de voluntad para alcanzar un acuerdo en la negociación salarial de parte de las cámaras patronales”. Además, los sindicatos señalan la existencia de una “campaña de desinformación”, con “datos groseramente falsos que han querido desatar en los medios”.
Ambas organizaciones enfatizaron en sus respectivos comunicados la unidad de acción conjunta. “No dudaremos en llevar adelante las medidas de acción que consideremos necesarias para recuperar el poder adquisitivo de quienes a lo largo de toda la pandemia mantuvieron al sector portuario en pleno funcionamiento”, indicaron desde URGARA.
En tanto que desde la Federación de aceiteros señalaron que “reanudamos la medida de fuerza en defensa del Salario Mínimo Vital y Móvil según su definición en el artículo 14 bis de la Constitución Nacional y artículo 116 de la Ley de Contrato de Trabajo, esto es, que asegure a los trabajadores ‘alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte y esparcimiento, vacaciones y previsión'”.
“No aceptamos la prepotencia patronal, porque estamos luchando por lo que nos corresponde y es el derecho constitucional y legal de toda la clase trabajadora argentina: el Salario Mínimo Vital y Móvil para una vida digna”, concluyeron los aceiteros.