Declaración Anarquista Internacional -a 150 años de la Comuna-
Las victorias del futuro florecerán a partir de las luchas del pasado. Viva la Comuna de Paris!
Este año se cumple el 150 aniversario de la primera revolución social moderna en la gloriosa historia de las luchas del pueblo oprimido, la Comuna de París de 1871. Durante 72 días, el proletariado de París reorganizó las relaciones sociales en términos de democracia directa en la dirección de la igualdad económica, la ayuda mutua y la libertad política.
La crisis capitalista estructural de 1866 y la competencia entre los Estados había exacerbado los antagonismos de clase y las rivalidades transnacionales. La guerra austro-prusiana de 1866 dejó abierta la cuestión de la no devolución de los territorios reclamados por el Segundo Imperio francés. El 19 Julio 1870 Francia declaró la guerra a la Prusia y la invadió en el 2 Augusto. Las tropas francesas fueron vencidas, el Segundo Imperio Francés se derrumbó y el ejército prusiano llegó a las afueras de París.
Entonces, la burguesía francesa formó un gobierno de unidad nacional y capituló ante los prusianos el 26 Febrero 1871, entregando territorios y puntos claves. El armisticio estipulaba que en un plazo de 8 días debía elegirse una Asamblea Nacional para decidir sobre las cuestiones de la guerra y la paz. Las condiciones económicas de la capitulación fueron especialmente insoportables para el pueblo francés.
El 18 de marzo de 1871 presidente provisional Adolphe Thiers envió tropas a los barrios obreros de París para arrebatar los cañones de la colina de Montmartre, que pertenecían a la Guardia Nacional y que fueron financiados por suscripción pública durante el asedio de la ciudad por los prusianos. El intento fracasó particularmente por la acción de las mujeres de Paris. Mujeres del comité de seguridad del 18o distrito, incluso Louise Michel, convencieron y organizaron a los guardas nacionales, formada principalmente trabajadores. El pueblo de París se rebeló. La Guardia Nacional no entregó las armas. Entonces estalló una guerra entre la clase obrera y el gobierno burgués. Este último trasladó temerosamente sus posiciones a Versalles.
Disgustado por el armisticio, a pesar de los sacrificios que se habían hecho, y sintiéndose traicionado por la burguesía, el pueblo de París fundó un poder que rivalizaba con el del gobierno provisional: la Comuna fue elegida el 26 de marzo. Por un lado, el gobierno provisional encarnaba el poder burgués que deseaba preservar el orden social; por otro lado, la Comuna, que izó su propia bandera roja sobre el ayuntamiento, quiso encarnar un poder popular que deseaba cambiar la sociedad.
Entre los miembros de la Comuna de París, había una alta proporción de trabajadores (la burguesía mayormente se abstuvo de votar por consejo de Thiers). La contribución de los núcleos políticos organizados fue particularmente importante, ya que sus acciones estaban encaminadas a reforzar el carácter socialista de la revolución. Los miembros blanquistas, proudhonistas, marxistas y anarquistas de la Primera Internacional actuaron en este sentido. Aunque fue una iniciativa revolucionaria de corta duración, la Comuna de París logró hitos muy importantes, sin precedentes para su época, rupturas que más tarde se convertirían en temas y objetivos clave para las posteriores revoluciones sociales. La Comuna de París fue un arquetipo de la estructura organizativa política de la sociedad postrevolucionaria, actuando como catalizadora en la formación y desarrollo de la corriente política del comunismo anárquico.
La Comuna de París fue un cuerpo político que combinó los poderes legislativos y ejecutivos en sí misma. Suprimió el ejército regular y lo sustituyó por el pueblo en armas, hizo revocables a los puestos administrativos y judiciales de funcionarios electos. Como también estudió la posibilidad de tomar las fábricas cerradas o abandonadas por los capitalistas para entregarlas a los trabajadores. Procedió también a unir los trabajadores en cooperativas obreras de producción industrial y artesanal. Además, erradicó la Iglesia de la vida política de la Comuna, socializó las propiedades de las iglesias y escuelas eclesiásticas para introducir la enseñanza gratuita desvinculándola de la religión. En nombre del internacionalismo, eligió extranjeros para órganos de la Comuna. Prohibió el trabajo nocturno para en las panaderías, suspendió el alquiler por tres meses y suprimió los intereses de mora. Al mismo tiempo se formaron círculos autónomos de mujeres.
No idealizamos las medidas particulares tomadas por la Comuna, ni las estructuras que se crearon. La clase obrera estaba improvisando, dada la emergencia de las circunstancias, aprendiendo sobre la marcha, y algunas instituciones eran más restos del viejo gobierno que creaciones originales de la Comuna. Más bien, lo que celebramos, es el espíritu igualitario de la Comuna y la actitud radical y democrática que tomó, no dedicándose únicamente a la política si no atendiendo la cuestión económica. Las trabajadoras y los trabajadores en el poder iniciaron una transformación social fundamental, pero la oportunidad de terminarla no pudo llegar.
Desafortunadamente, el poder militar era absolutamente desigual. Sólo había unas 40.000 personas en armas de la Federación de la Guardia Nacional de Paris, con armemento de baja calidad, y teniendo que enfrentarse a casi 170.000 soldados bien armados y asistidos por unidades de artillería pesada. Temiendo el triunfo de la revolución social, el gobierno burgués francés de Adolphe Thiers, con permiso de Otto von Bismarck, canciller de Prusia, coordinó la represión de la Comuna de París. El 21 Mayo, las tropas del gobierno de Versalles entran en París. Durante 8 días se produjeron cruentos combates. El 28 Mayo, a las 14:00 horas, cayó la última barricada ubicada en la calle Ramponeau en Belleville. Los partidarios y partidarias de la Comuna combatieron heroicamente para defender la libertad hasta el final en todas las calles y callejones de París.
El saldo de la derrota de la Comuna de París fue especialmente sangriento. Al menos unos 20.000 comuneros -muertes, hombres, mujeres y niñes- murieron, no solo en combates sino en su mayoría, masacradas después. Unas 45.000 personas fueron detenidas. Hubo al menos 3.000 muertes en centros de detención, presidios, galeras, cárceles y también en colonias penales en el exterior. El 1 Julio de 1871, 3.859 partidarias de la Comuna fueron exiliadas a Nueva Caledonia. Entre ellxs, Louise Michel, que se convertiría más adelante en una de las más importante activistas del anarquismo revolucionario, y los hermanos Reclus que habían participado activamente en el establecimiento de la Comuna. Finalmente, los tribunales militares obligaron a unas 3.500 personas al exilio forzoso.
Tras la derrota de la Comuna de París, Eugene Pottier escribió la letra del himno mundial de la clase obrera, “La Internacional”. El mensaje central de la Comuna de París y del himno de La Internacional es que el poder de los trabajadores reside en la solidaridad de clase y el internacionalismo. Solamente confiando en nuestras fuerzas colectivas y la ayuda mutua podremos liberarnos de las cadenas de la explotación y la opresión estatal y capitalista. La unidad nacional es para las y los de abajo una pérdida de compromiso de clase con sus propios intereses y un arma ideológica de la burguesía, para persuadir a los oprimidos de que sirvan a sus propios intereses, ya sea reduciendo su consentimiento o llevándolas a los mataderos de las guerras entre estados. La Comuna de París llegó a esta conclusión, aplastando la unidad nacional en beneficio de la unidad de clase y del internacionalismo. No hay otro camino para la emancipación de los oprimidos y explotados.
Los “amos” no están dispuestos a abandonar los privilegios materiales asegurados mediante su poder económico y político, las instituciones, la ideología, los mecanismos y la violencia que la sostienen. Por eso siempre está dispuesta a sofocar con sangre todo intento de cambio social radical, todo intento revolucionario que desafíe su poder y aspire a derrocarlo. Las transformaciones sociales revolucionarias sólo se realizan mediante la lucha de clase de los oprimidos y explotados. Estamos obligados a recorrer este camino. Los de arriba no nos deja otra opción.
Por eso no vamos a luchar por los intereses de los capitalistas, no vamos a tomar las armas y dirigirlas hacia los oprimidos de otros países, porque no tenemos nada que nos separe. Tenemos intereses de clase comunes y tareas históricas comunes. Unámonos, pues, con estrechas relaciones de solidaridad de clase y de internacionalismo revolucionario, en la dirección de la revolución social mundial y del comunismo libertario.
Las victorias del futuro florecerán a partir de las luchas del pasado!
¡Honor para siempre a quienes dieron su vida por el objetivo universal de la Revolución Social!
¡Viva la Comuna de París! ¡Viva la Anarquía!
Oprimidos y explotados por todo el mundo, ¡organizáos y uníos para sacudiros el yugo estatal y capitalista!
☆ Coordenação Anarquista Brasileira – CAB
☆ Federación Anarquista Uruguaya – FAU
☆ Federación Anarquista de Rosario – FAR (Argentina)
☆ Organización Anarquista de Córdoba – OAC (Argentina)
☆ Organización Anarquista de Tucumán – OAT (Argentina)
☆ Federación Anarquista Santiago – FAS (Chile)
☆ Union Communiste Libertaire (Francia)
☆ Embat – Organització Libertària de Catalunya
☆ Alternativa Libertaria – AL/fdca (Italia)
☆ Die Plattform – Anarchakommunistische Organisation (Alemania)
☆ Devrimci Anarşist Faaliyet – DAF (Turquía)
☆ Organisation Socialiste Libertaire – OSL (Suiza)
☆ Libertäre Aktion (Suiza)
☆ Melbourne Anarchist Communist Group – MACG (Australia)
☆ Aotearoa Workers Solidarity Movement – AWSM (Aotearoa / Nueva Zelanda)
☆ Zabalaza Anarchist Communist Front – ZACF (Sudáfrica)
☆ Anarchist Communist Group – ACG (Gran Bretaña)
☆ Αναρχική Ομοσπονδία – Anarchist Federation (Grecia)