Mar del Plata: en sólo una semana fallecieron cinco trabajadores de la educación

El Covid-19 y el mal manejo de la pandemia continúan haciendo estragos. Ahora, otro récord lamentable: cuatro docentes y un auxiliar fallecieron en tan solo siete días tras contraer el virus en el partido balneario. Mientras los casos de fallecimientos y contagios no cesan, sectores docentes marplatenses denuncian la inacción de UDOCBA – el gremio oficialista -, la falta de insumos higiénicos y calefacción en las aulas. A la vez, señalan un acuerdo político entre el gobernador provincial, Axel Kicillof, y el intendente del partido, Guillermo Montenegro, para no levantar la presencialidad en los establecimientos educativos de la zona.

Por Máximo Paz, para ANRed.

Se trata de Adriana Amestoy, José Pablo Vaccaro, Natalia Arregui (30), Guillermo Migliorini Izurieta (27) y Laura Andreiko (40).

“Nuevamente recibimos la triste noticia del fallecimiento de otra docente, Adriana Amestoy, que se suman a los cuatro trabajadores que la semana pasada murieron por Covid-19”, expresó en un comunicado urgente la agrupación sindical Tribuna Docente de la seccional de la jurisdicción.

“A pesar de los números de contagios, Kicillof y Montenegro se niegan a suspender las clases presenciales. El invierno amenaza con una catástrofe. Es imprescindible la continuidad de las clases en forma virtual para resguardar la salud y la vida de toda la comunidad educativa”, remarcó la agrupación.

“El gobierno debe proveer de equipos y conectividad a docentes y estudiantes. Impulsemos un paro con esta perspectiva. ¡Basta de muertes evitables de trabajadores!”, completa el comunicado.

Es que en la Provincia de Buenos Aires, si bien se impartió la suspensión de la presencialidad en las aulas, ésta es limitada, ya que coloca a varios distritos – a partir de acuerdos políticos, según se advierte – por fuera de la medida. El partido de General Pueyrredón y su ciudad cabecera, Mar del Plata, gobernadas por el intendente Guillermo Montenegro, de Cambiemos, se ubican dentro de ellos.

Ante el anuncio de restricciones en la circulación, la provincia halló una merma en la cantidad de afectados por la pandemia: los casos acumulados pasaron de 80.210 en la semana del 11 al 17 de abril, a 58.092 en la semana del 2 al 8 de mayo.

Pero la estrategia se trata de anuncios –como la declaración oficial de “riesgo epidemiológico” y la necesidad imperiosa de “bajar la circulación” por parte del gobierno nacional – y de contabilizaciones que abarcan el trazo grueso de las regiones. En los puntos donde se cuelan los acuerdos, la situación se plantea distinta. Por ello, a pesar de que en Buenos Aires en términos generales y de momento la situación aparece aplacada, en el partido balneario los contagios se mantienen en un promedio de 300 casos diarios, mientras que los fallecimientos en mayo, y hasta la fecha, han aumentado un 60% respecto a abril. A su vez, Mar del Plata continúa en fase 3, lo que se traduce a altos niveles de circulación de personas en actividades laborales, sociales y, sobre todo, el transporte público.

Asimismo, desde sectores del cuerpo docente se imputa que hay cada vez más burbujas aisladas y más trabajadoras y trabajadores de la educación contagiados. Las y los educadores y auxiliares marplatenses también revelaron, desde la hora cero, que las escuelas no están en condiciones sanitarias ni edilicias y que, sin embargo, el gobierno aplica la presencialidad en las paupérrimas aulas.

La denuncia se recrudeció y tomó vigor ante el advenimiento de las bajas temperaturas y la exigencia desatinada de que se dé clases con ventanas y puertas abiertas a fin de garantizar la ventilación cruzada en recintos sin la mínima calefacción. Mientras, trascendió que varios directivos de diferentes escuelas tuvieron que realizar pedidos públicos de artículos de limpieza e higiene porque desde la Dirección de Escuelas les proveen poco y nada.

“Hay padres que ya no están enviando a los hijos a las escuelas porque todo el tiempo hay contagios entre chicos y docentes”, aseguró María Fernanda Díaz, de Tribuna Docente-Tendencia, en diálogo con el medio local “0223”.

“Lo que siempre denunciamos es que no se informan los casos que hay dentro de las escuelas. Y como no se dice nada, eso es lo que termina generando la mayor cantidad de contagios. Nosotros veníamos haciendo un conteo pero ya perdimos la cuenta. En las escuelas municipales y privadas es impresionante la cantidad de infecciones. Pero los docentes tienen miedo a represalias y por eso nos escriben por privado para denunciar y nosotros tratamos de canalizarlo”, agregó.

Desde los gremios los planteos fueron más tibios. La Unión de Docentes de La Provincia de Buenos Aires (UDOCBA), ante la presencialidad, y días antes de que ocurra la serie catastrófica de fallecimientos docentes, se restringió a formalizar un planteo judicial donde solicitó la suspensión de las clases, pero la justicia provincial, con el mismo argumento de la autonomía de las provincias que sostuvo la Corte Suprema de la Nación en CABA, rechazó el pedido. Asimismo, ningún plan de lucha se vislumbra, por lo menos hasta el cierre de la nota, por parte del oficialismo sindical.

“Tengo mucha fe en los profesionales que me cuidan y en las personas que me quieren y están tirando rezos, oraciones y buenas energías. Ojalá a muchos de mis contactos que creen en la estúpida ficción de la nueva presencialidad, montada para aplacar a los medios – que no paran porque son criminales de la peor calaña – se les caiga esa fachada y puedan ver la realidad”, posteó el 18 de abril en su cuenta personal de Facebook Guillermo Migliorini Izurieta, quién se convirtió, hace pocos días, en una de las primeras víctimas fatales entre los trabajadores de la educación de General Pueyrredón.


Fuente: https://www.anred.org/2021/05/19/mar-del-plata-en-solo-una-semana-fallecieron-cinco-trabajadores-de-la-educacion/

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