La Federación Sindical de Profesionales de la Salud de la República Argentina (Fesprosa) denuncia una nueva amenaza y persecución a dirigentes gremiales de salud que exponen las malas condiciones de trabajo del sistema público.
En el día de ayer, la compañera Verónica Reyes, bioquímica del Hospital Domingo Funes y miembro de la Comisión Directiva de la UTS, gremio base de la Fesprosa en Córdoba, recibió una intimación amenazante por parte del gobierno de Schiaretti a raíz de sus declaraciones públicas sobre el desborde asistencial al que se ve sometido su Hospital, al igual que buena parte del sistema sanitario cordobés.
Estas amenazas son parte del menú represivo del gobierno de Schiaretti, que en el mismo establecimiento ha trasladado y cesanteado trabajadores y trabajadoras de la UTS con fueros sindicales por efectuar similares denuncias sobre condiciones de trabajo, como es el caso de Ariel Gómez, secretario adjunto de CTA Córdoba, miembro de la conducción de UTS y de Fesprosa a nivel nacional. La lista de dirigentes perseguidxs y sancionadxs es larga: Marcelo Lamon, Carlos Altamirano, Estela Giménez, Valentina Noroña, entre otrxs.
El objetivo de Schiaretti es acallar toda voz disidente y desarticular a la UTS Fesprosa para favorecer a sus gremios amigos servidores del poder, como es el caso del SEP de José Pihen. Fesprosa convoca todas sus regionales, a la Multisectorial de la Salud de Córdoba, a las centrales sindicales, movimientos sociales y partidos políticos a solidarizarse con Verónica Reyes y exigir al gobierno de Schiaretti el pleno respeto a la libertad sindical y a la libertad de expresión, garantizadas por la Constitución Nacional.