A 45 años de la desaparición de estudiantes secundarios en manos de la dictadura genocida, les jóvenes platenses recuperan su lucha.
Para septiembre de 1976 la dictadura cívico, militar, eclesiástica ejercía secuestros, torturas, muertes y desapariciones. Sus víctimas eran todas aquellas personas que se venían organizando y luchando por un mundo democrático, participativo e igualitario; libre de opresiones y privilegios. La juventud junto a la clase trabajadora venía siendo el motor de cambio y resistencia en los últimos años de los sesenta y principios de los setenta. La máxima expresión de esa articulación entre obreros y estudiantes se dio el 29 de mayo de 1969 en la ciudad de Córdoba, desatándose una insurgencia popular de más de 24 horas, que más tarde se llamó “El Cordobazo”.
La situación para la juventud, la clase obrera y las organizaciones revolucionarias se puso aún más hostil luego de la masacre de Trelew en 1972 donde 16 militantes de distintas organizaciones fueron asesinades luego de que intentaran fugarse de la carcel. A partir de ese momento empieza avanzar la represión estatal y se incrementan los ataques de la Alianza Anticomunista Argentina, más conocida cómo Triple A, integrada por facciones de la derecha peronista y agentes de la policía.
En enero de 1975, el flamante ministro de Cultura y Educación, Oscar Ivanissevich, prohibió las actividades de los centros de estudiantes secundarios. Esta decisión en vez de acallar las voces de la juventud generó más iniciativa y movilización.
En septiembre de 1975 en un contexto de alta conflictividad social y política; y con la creciente represión del Estado la juventud se moviliza en varias ciudades, la más importante se dio en La Plata, para exigir el Boleto Escolar Secundario.
Les jóvenes además de luchar por la reivindicación del boleto estudiantil, venían luchando contra los gobiernos de facto y se esmeraban en la construcción de una nueva sociedad: libre e igualitaria. La mayoría de elles militaban en corrientes estudiantiles, cómo la Unión de estudiantes Secundarios (UES) y la Juventud Guevarista, que eran los frentes juveniles de las organizaciones revolucionarias.
“Cómo jóvenes nos parece importante recordar la lucha que se realizó durante la dictadura. Donde las juventudes y estudiantes se organizaban para exigir mejoras edilicias y boleto estudiantil; pero no solo se conformaban con eso, también querían un futuro mejor”, dijo Roció, delegada de la asamblea de Jóvenes FOL de la ciudad de La Plata.
En diciembre de 1975 la situación ya estaba pesada y la represión crecía vertiginosamente, en ese mes la Triple A asesina a uno de los referentes de la UES, “Patulo Rave”.
El 16 de septiembre de 1976, grupos de tareas conducidos por el general Ramón Camps secuestraron a Claudia Falcone (16 años), Francisco López Montaner (16 años) -ambos alumnos del Colegio de Bellas Artes-, María Clara Ciocchini (18 años) -ex alumna de la Escuela Normal Superior de Bahía Blanca-, Horacio Ungaro (17 años), Daniel Racero (18 años)- ambos de la Escuela Normal Nº 3- y Claudio de Acha (18 años) -alumno del Colegio Nacional de la UNLP-. Todes elles eran militantes de la UES.
Pero no fueron ni los primeros ni los últimos estudiantes secundarios secuestrades y desaparecides.
Lo que sucedió ese día, hoy se conoce como “La noche de los lápices” y fue parte de ese plan represivo puesto en marcha durante la última dictadura cívico militar; donde les militantes políticos y sociales, la mayoría jóvenes, fueron las principales víctimas del Terrorismo de Estado.
“Hoy en día está lucha sigue con los mismos ideales y también queremos justicia por aquellas personas desaparecidas. Queremos que se escuche nuestra voz. Estamos en contra de esta sociedad conservadora, queremos un futuro donde tengamos las herramientas necesarias y que ningún joven deje de estudiar “, sostuvo la joven militante del FOL.
Es por eso que, en La Plata, este jueves al cumplirse 45 años, la Coordinadora Estudiantil Independiente de secundarixs convoca a las 14 horas a concentrar en plaza Italia, haciendo una columna que se diferencie de todos los gobiernos y movilizar por el centro de la ciudad contra la impunidad de ayer y de hoy.
Y tendrá como cierre, un acto en la plazoleta de la “Noche de Los Lápices” de 8 y 61.
Fuente: http://folweb.com.ar/nota/1964/los_lapices_de_ayer_escriben_la_historia_de_hoy/