La Cámara de Diputados aprobó anoche el proyecto de Promoción a la alimentación saludable, conocido como etiquetado frontal, por 200 votos afirmativos, 22 negativos y 16 abstenciones, y de esa manera convirtió en ley una iniciativa que esperaba debatirse desde su sanción en el Senado, en octubre del año pasado.
La normativa apunta a marcar con un octógono negro con letras blancas los productos que contengan exceso en azúcares, sodio, grasas saturadas, grasas totales y/o calorías. Según la ley, el sello se colocará en la parte delantera de los alimentos y bebidas, y no podrá ser menor al 5% de la superficie del paquete.
La sesión fue convocada a las 12 aunque recién comenzó el debate sobre etiquetado frontal pasadas las 16. Una vez que pasaron los más de 70 expositores, cerca de las 23 horas se sometió el proyecto a votación, la primera de manera presencial tras declararse la modalidad mixta por el avance de la pandemia de Covid-19.
“Una ley que es una herramienta clave para garantizar un derecho tan elemental como el de acceder información clara y transparente sobre los alimentos y bebidas que consumimos habitualmente, que trata básicamente de poner un freno a las mentiras de la gran industria alimentaria”, aseguró la diputada del Frente de Todos, Florencia Lampreabe.
Una de las impulsoras del proyecto, que tuvo gran protagonismo de organizaciones sociales y profesionales de la salud, entre otros, mostró una gaseosa y enfatizó: “¿Usted sabía, señor presidente, antes que se haya iniciado este debate que, por ejemplo, esta gaseosa tiene 60 gramos de azúcar y que esto equivale a cuatro veces lo que un niño niña puede consumir en un día? ¿O que un agua saborizada o un juguito que parece de frutas puede tener la misma cantidad de azúcar o inclusive más que una gaseosa?”.
Antes de terminar su exposición, la legisladora manifestó que “el enorme problema que tenemos en Argentina no es únicamente poder garantizar el acceso a una alimentación suficiente en cantidad para toda la población”, si no “que esta alimentación sea verdadera, de calidad, es decir suficientemente nutritiva como para proveer condiciones mínimas de salud y calidad de vida a todos y a todas”.
El proyecto finalmente se aprobó antes de perder estado parlamentario a fin de año y con una gran campaña en contra por parte de las grandes empresas alimenticias. Eso generó que se dilatara su tratamiento en la cámara baja, que incluyó la falta de quórum para iniciar la sesión del pasado 5 de octubre.
Además del sello frontal en los paquetes, la normativa establece que el Estado nacional priorizará las contrataciones de alimentos que no tengan este tipo de etiquetas, sobre todo las que serán destinadas a establecimientos educativos.
También prohíbe la publicidad dirigida a niños, niñas y adolescentes en estos productos y la inclusión de personajes infantiles, celebridades, deportistas o mascotas en los envases.
En la sesión , que duró hasta las primeras horas de esta mañana, se aprobó la ley de protección de los derechos de las personas en situación de calle, que prevé la creación de centros de asistencia en todo el país, y el proyecto de jubilación anticipada para trabajadores vitícolas. También recibió media sanción el alivio fiscal para organizaciones sin fines de lucro, mini pymes y monotributistas.