Días atrás la vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández, disertó en el Congreso de la CTA de los Trabajadores que encabeza el dirigente docente Hugo Yasky. Allí arremetió contra las organizaciones sociales, reivindicó al ex presidente Eduardo Duhalde y recicló propuestas de dos décadas atrás con el objetivo de fortalecer a los intendentes, gobernadores y la estructura punteril del Partido Justicialista.
Por Nicolás Salas.
Estas declaraciones se dan en el marco de una avanzada que desde hace más de un año el kirchnerismo puro viene llevando a cabo a partir de la asunción de Juan Zabaleta al frente del Ministerio de Desarrollo Social. Repasemos alguno de los dichos de la vicepresidenta durante el plenario de la central trabajadora:
- “Pero digo que el Estado nacional debe recuperar el control, la auditoría y la aplicación de las políticas sociales, que no pueden seguir tercerizadas. No pueden seguir tercerizadas”.
En la actualidad, el Estado tiene la potestad, y de hecho la ejerce, de auditar cada uno de los recursos que se transfieren a organizaciones, asociaciones civiles o cooperativas.
- “Hoy tenemos 7% de desocupación. Estamos solamente a 1,1 de alcanzar el 5,9 que teníamos allá por el 2015 pero tenemos 1.300.000 planes”.
Varios estudios, como el del economista Nicolás Quaglia, sostienen que si no se contabilizaran los planes sociales o programas de empleo la desocupación pasaría del 7% al 12,6%. Esta forma de medición no es nueva, ya que se viene aplicando desde hace décadas. De hecho, dicho mecanismo le permitió al kirchnerismo aseverar que en 2015, en Resistencia, Chaco, había pleno empleo.
- “El peronismo no es depender de un dirigente barrial para que me dé la alta y la baja. No. Y sobre todo las mujeres, que son las más explotadas”.
El procedimiento de altas por bajas en los programas de empleo se ejecutó, por ejemplo, en el Argentina Trabaja, programa creado durante el gobierno de Cristina Fernández. Dicho mecanismo se utiliza para reemplazar los cupos cuando las personas definen no trabajar en las cooperativas que son cargadas y se reemplazan por otrx trabajadorx.
Omite, a su vez, que bajo la tutela y acompañamiento de Néstor Kirchner se construyeron las principales organizaciones sociales peronistas de la actualidad.
- “(…) Había el plan, te acordás Jorge, Jefes y Jefas de Hogar, que lo había creado Eduardo Duhalde. Que lo había creado bien, ojo”.
El plan “bien” creado por Duhalde tuvo 800 denuncias por irregularidades en los manejos entre abril de 2002 y octubre de 2003. ¿Las denuncias recaían contra las organizaciones sociales? Para nada, las presentaciones judiciales no apuntaban a lxs piqueterxs sino que recaían en su totalidad contra intendentes, funcionarios municipales, concejales y miembros de consejos consultivos, cuestión reconocida por el mismo Duhalde.
- “Los piqueteros, por lo menos en la República Argentina, son hijos de las políticas neoliberales de los años 90′. No, no, no. No nacieron con ningún gobierno populista. Fueron el producto de los altos índices de desocupación y de la falta de trabajo y oportunidades en la República Argentina”.
Es una verdad que las organizaciones sociales surgieron al calor de la desocupación generada por las reformas impulsadas por el menemismo (e iniciadas por la dictadura militar). Por ejemplo, las primeras puebladas piqueteras se dieron en pueblos petroleros dependientes de YPF, empresa estatal vendida a la multinacional Repsol y desguazada en tiempo récord. ¿Quiénes habilitaron dicha entrega? A parte del ejecutivo nacional, las provincias petroleras, entre las que se encontraba Santa Cruz. De hecho, en ese momento Néstor Kirchner, como máximo referente de la Organización Federal de Estados Productores de Hidrocarburos (OFEPH), dio el visto bueno para que el Estado nacional avanzara en la privatización de una empresa insignia.
La avanzada actual de Cristina, La Cámpora y los intendentes del conurbano tienen un objetivo claro y es poder lograr lo que Duhalde no pudo hacer 20 años atrás: eliminar los movimientos sociales que dan marco organizativo a las familias más empobrecidas del país.
Este domingo se cumplen dos décadas de la masacre del Puente Pueyrredón, que le costó la vida a Darío Santillán y Maximiliano Kosteki. En la estación de trenes de Avellaneda volverá a escucharse la exigencia de juicio y cárcel para los planificadores de los asesinatos, entre ellos Duhalde, ese referente de la derecha peronista que hoy es aclamado por Cristina y la Cámpora.