La movilización, organizada por familiares y amigas/os de las víctimas de la violencia policial en la Argentina, será el próximo viernes 26 de agosto y tendrá convocatorias en distintas localidades de Buenos Aires y a lo largo del país en lugares como Santiago del Estero, Mendoza, Jujuy, Mar del Plata, Salta, Córdoba, Bariloche, Cipolletti y Chaco.
“Este año nos estamos preparando con la misma fuerza de todos los años para visibilizar lo más posible los casos, tratar de empezar a poner esa semillita para que se empiece a tomar conciencia. Con las mismas consignas acusando al estado de que es el que mata a nuestros pibes en los barrios y penales. Y hoy más fuerte que nunca con el hambre y la desigualdad social que hay”, dice Inés Alderete una mamá que conoce lo que es pelear por justicia en una causa de violencia institucional.
La Marcha Nacional contra el Gatillo Fácil es organizada por familiares de víctimas de violencias estatales en forma independiente y autogestionada, fue creciendo y se constituyó más allá de la expresión del reclamo en un espacio de encuentro para quienes denuncian la violencia que han sufrido, y para que se acerquen quienes tienen un caso que denunciar y no saben dónde o cómo hacerlo. “La Marcha es un espacio de construcción colectiva que busca que ninguna piba/ningún pibe sufra la violencia policial/judicial que estas/os familiares conocen de primera mano. La Marcha ofrece un lugar de lucha, para que ningún/a familiar, sobreviviente o amigo tenga que pelear en soledad”, definen.
“Los casos que hay hoy ya son tremendos y mientras se ha perdido escolaridad, se han perdido muchos chicos y lo que hace el estado es lo más fácil: comprar una bala o mandarlos a estos centros donde hay 50 presos en un solo cuarto. Eso es lo que hay que evitar y que el estado empiece a hacerse cargo de hacer un cambio”, dice Inés sobre la situación actual.
Si bien las consignas que se sostienen siguen siendo las mismas, y se plantan frente a la muerte violenta de pibes y pibas y a las causas armadas de la policía hacia los sectores más pobres, ya se van viendo diferencias en su alcance y profundidad, y en las estrategias que los y las organizadoras se plantean para instalar el reclamo. “Este año una consigna importante es empezar a visibilizar que los grandes medios vean las caras y rostros de los asesinos, no que siempre vean a las víctimas, nuestros hijos, que este año tengan en cuenta que nosotros conocemos los rostros de los que fusilaron, de los jueces, los fiscales que miraron para otro lado, de los responsables políticos de las masacres. Que no son casos aislados, es el sistema que no cambia”, señala Inés.
La violencia – dice Inés- se despliega más allá de las balas policiales o la brutalidad penitenciaria. “La justicia es la que falla, las causas se vencen, las pruebas se pierden, es la que mete adentro a los pibes y no les enseña un buen camino, no les abre una meta de trabajo ¿qué chico de un penal va a salir en buenas condiciones cuando está hacinado con 50 y tiene que pelear por cada cosa?”, pregunta. Por eso desde la organización de la Marcha convocan a llevar imágenes de los rostros de quienes deberían dar respuestas, de los responsables de las muertes y torturas por su acción u omisión.
Fuente: https://www.andaragencia.org/se-realiza-la-viii-marcha-nacional-contra-el-gatillo-facil/