En el marco de la entrega de los premios Balón de Oro, que otorga anualmente la revista francesa especializada France Football, ayer lunes 17 de octubre, fue entregado por primera vez el “Premio Sócrates”, que alude al recordado jugador brasileño, activo promotor de movimientos sociales y políticos. El premio, pensado para aquellos futbolistas profesionales que realizan una importante labor social, fue entregado a Sadio Mané, delantero de Senegal y del Bayern Múnich de la Bundesliga alemana.
Este lunes 17 de octubre, se llevó a cabo la Gala del Balón de Oro en el Teatro del Châtelet de París, Francia. Todos los flashes y luces estuvieron, claro, en la entrega del principal premio, el Balón de Oro 2022, que quedó en manos del delantero francés del Real Madrid, Karim Benzema por sobre el senegalés Sadio Mané del Bayern Munich, el belga Kevin de Bruyne del Manchester City y el polaco Robert Lewandowski del Barcelona.
En una entrega que sorpresivamente no tuvo al último ganador de 2021, Lionel Messi, entre los nominados, este año se implementó un nuevo premio, un reconocimiento a la solidaridad de los futbolistas, que se han comprometido con causas sociales, antirracistas, ambientales, o de ayuda a personas que sufren la guerra, la pobreza y enfermedades. Esta distinción se denomina “Premio Sócrates”, en honor al talentoso futbolista y médico brasileño fallecido en 2011, recordado por su compromiso político, un luchador por el cambio social. Sócrates Brasileiro Sampaio de Souza Vieira de Oliveira, más conocido simplemente como Sócrates, cuando jugaba Corinthians impulsó en los años ´80 junto a otros “Democracia Corinthiana”, movimiento pionero de autogestión en el deporte y tuvo activa participación en “Directas Ya”, campaña política desarrollada en Brasil de 1984 a 1985, que reivindicaba el derecho de elegir el presidente del país por voto directo de los electores, en plena dictadura militar.
Sadio Mané, the very first winner of the Socrates Award! #PrixSocrates with @peaceandsport#ballondor pic.twitter.com/VU3eAYiZ0L
— Ballon d'Or (@ballondor) October 17, 2022
Entregado por Rai, hermano de Sócrates y ex jugador de la selección brasileña, el trofeo fue para Sadio Mané, jugador estrella del FC Bayern Múnich, debido a su compromiso social y comunitario con varias iniciativas destinadas a su Senegal natal. Mané es un extraordinario futbolista, con 25 goles actualmente en Champions League, se ubica en el Top 5 de jugadores africanos en esa liga, luego de Didier Drogba con 44 goles, Mohamed Salah con 42 y Samuel Eto’o, con 33. De indiscutible talento, sus logros son impresionantes. Fue ganador, entre 2019 y 2020, de la Liga de Campeones, la Premier League, la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes con el Liverpool; también campeón de la Liga de Austria con el RB Salzburg; Bota de Oro de la competición liguera inglesa; nominado al Balón de Oro en 2019; MVP del partido de su selección ante Japón en el Mundial de 2018; dos veces galardonado como el mejor futbolista de los torneos británicos para la Asociación de Futbolistas Profesionales y es campeón de la última Copa África.
Pero el atacante del Bayern también es reconocido por involucrarse solidariamente con causas humanitarias en la región Casamance, en Senegal, lugar que lo vio nacer en el pueblito llamado Bambali, a 400 kilómetros de Dakar. Allí, en pos de ayudar para mejorar la vida de la población, contribuyó con donaciones para la construcción de escuelas y un hospital, así como facilita la promoción del desarrollo educativo en general.
Es sabido que durante la pandemia de Covid-19, Mané donó US$46 mil al comité de salud de su país para colaborar con la prevención y tratamiento de la enfermedad. La prensa mundial destaca que la donación de US$515 mil para la construcción del hospital se debe, según sus propias declaraciones, a que de niño perdió a su padre por no contar su pueblo con un lugar sanitario. Así como se subraya su preocupación para que la escuela secundaria gratuita que impulsó financieramente tenga computadoras portátiles para los estudiantes, ropa y accesorios deportivos.
La pobreza en la que nació y creció Mané dejó huellas profundas en su vida, al punto de que no olvida esas raíces y hoy a sus 30 años sigue colaborando con el desarrollo de su pueblo. Más que merecido premio.