En los últimos años, Latinoamérica ha visto el resurgimiento de grupos neofascistas que, escondidos en una falsa identidad de oposición, reprimen, asesinan, destruyen instituciones públicas, incendian sedes sociales, sindicatos y domicilios privados, en nombre de una supuesta democracia y libertad, cuando se trata de estrategias delincuenciales para imponer sus intereses y que han estado desestabilizando gobiernos democráticamente elegidos y reconocidos por la comunidad internacional.
La burguesía oligárquica peruana, ha complotado contra el gobierno del presidente Castillo desde su inicio de gestión, llegando a derrocarlo mediante un “golpe de estado suave”, interrumpiendo la vigencia de un gobierno democrático y popular internacionalmente reconocido.
Este hecho, ha provocado una gran lucha nacional de trabajadores, otros sectores urbano populares e indígena-campesinos de la Sierra y la Amazonia del Perú profundo y poblacionalmente mayoritario, que continúan resistiendo la violencia estatal del Gobierno golpista de Dina Boluarte. Por eso, decimos alto a la ola de violencia estatal que cobró la vida de más de sesenta peruanos y cientos de heridos, vulnerando los derechos humanos reconocidos por múltiples tratados internacionales.
Esta arremetida antipopular responde a los intereses de la oligarquía colonialista, la burguesía antinacional y el imperialismo, basados en el racismo discriminando a los pueblos indígenas-originarios del Perú (y agrediendo a todos los pueblos originarios de Nuestra América) utilizando métodos fascistas para implementar el neoliberalismo en cada país para fomentar la explotación del trabajo y el despojo de los recursos naturales por parte de las corporaciones transnacionales. Su objetivo es que la mayor parte del excedente generado internamente sea transferido a los países centrales del capitalismo, cobrando sus beneficios por brindar tal servicio y manteniendo sus privilegios.
Por lo tanto, saludamos la gran movilización y resistencia popular por reivindicaciones populares legítimas en el hermano país del Perú, respetamos plenamente la soberanía y autodeterminación de los pueblos peruanos en la defensa de su democracia e institucionalidad que exigen una Asamblea Constituyente que implemente reformas genuinamente participativas y consensuadas en las que todos los sectores sociales puedan definir el destino y soberanía de su país.
La Paz, febrero de 2023
Red Boliviana de Economía política