Luis Barrionuevo lo acusó de “casta” y abandonó la aventura electoral de Javier Milei. “No puedo, ni voy a acompañar esta sorpresiva alianza entre Milei, Mauricio Macri y Patricia Bullrich”. Le retira la estructura de fiscalización.
El pacto sellado entre el candidato presidencial de La Libertad Avanza, Javier Milei y la titular del PRO, Patricia Bullrich, quien oficializó su apoyo al ultraderechista, ya trajo la primera consecuencia en lo que fue, tal vez, la relación político-sindical más exótica del último tiempo. Es que el líder de los gastronómicos, Luis Barrionuevo, rompió todos los puentes con Milei.
Con un comunicado dirigido “Al pueblo argentino”, Barrionuevo ratificó hoy lo que adelantó ayer InfoGremiales en exclusiva: “En las elecciones generales, no sólo respaldé, sino que defendí con convicción y pasión a Javier Milei, creyendo en valores, principios y una nueva visión para nuestro querido país. Pero hoy, con un sentimiento de profunda indignación y desencanto, me veo en la necesidad de alzar mi voz para comunicar que no puedo, ni voy a acompañar esta sorpresiva alianza entre el partido de Milei, Mauricio Macri y Patricia Bullrich”.
Y agregó: “La pregunta sobre ‘la casta’ ha inundado esta campaña, y me veo forzado a cuestionar: al final del día, ¿Quién resultó ser la verdadera casta? Es evidente que la ilusión de nuestra juventud, sedienta de autenticidad y cambio, ha sido traicionada al observar que se pacta con personajes que encarnan lo que se prometió combatir”.
En el mismo escrito que lleva su firma, Barrionuevo señala que “En la vida, la dignidad no se vende ni se negocia. Y, aunque se proclame lo contrario, no todo es lo mismo. Patricia Bullrich no sólo ensucia la esencia de la propuesta inicial, sino que desvirtúa y contradice frontalmente los pilares que me motivaron a respaldar a Milei. No voy a compartir un mismo esfuerzo político con alguien que es la encarnación del castigo al pueblo trabajador, como lo demostró en sus reiterados pasos por el poder. Por estas razones, y pese a todo lo que prometía ser un nuevo futuro para la Argentina, tomo la firme decisión de desvincularme de esta nueva alianza”.
La tirria entre Barrionuevo y Bullrich es conocida. De hecho en sus últimas apariciones públicas, el sindicalista se había encargado de cuestionarla largamente y de poner en evidencia sus contrastes, en momentos en los que la dirigenta lo señalaba como “casta”.
En la práctica el quiebre implica el retiro inmediato de la armada de fiscalización que Barrionuevo le prestó a Milei en las generales del pasado 22 de octubre. Esa maniobra cubrió unas 11 provincias del país y movilizó a miles de militantes.
“Claro que fiscalizamos. Nosotros estuvimos en todas las mesas que nos tocaron”, explicó una importante fuente del sindicato desmintiendo a quienes sugirieron que no le habían cuidado los “porotos”.
Barrionuevo también había ordenado el armado de mesas sindicales que promuevan la candidatura del ultraderechista en diferentes puntos del país. Si se quiere, la de Córdoba era un caso testigo. Eso tampoco continuará.
La derrota electoral del domingo de Milei, su apariencia política desperfilada de estas horas, el derrotero mediático ofrendando cargos por votos y el acuerdo final con el PRO, habrían terminado con sepultar la simpatía de Barrionuevo.
Hasta hoy el gastronómico era el único sindicalista que se había jugado por Milei. Lo había apoyado públicamente tras las PASO, se había reunido posteriormente en privado, le había ofrendado un acto en Parque Norte, había operado de nexo con otros gremialistas y le había aportado base y logística para la fiscalización de los comicios.