Juicio Intento de Magnicidio CFK -día 11- ¿Cómo entregó su teléfono Sabag Montiel?

¿Estaba encendido o apagado cuando lo secuestró la policía? Los testimonios contradictorios entre policías y testigos del procedimiento. El dato es clave para saber en qué momento el teléfono quedó inutilizado, de manera que todavía se desconoce toda la información que podría conducir a quienes planificaron el atentado.

Redacción: Carlos Rodríguez.

El enigma sobre la manipulación del celular de Fernando Sabag Montiel, lejos de ser descifrado, se enrarece cada vez más. Un testigo presencial del momento del secuestro del teléfono móvil, dijo en forma contundente que un policía “lo prendió y lo apagó” en su presencia. Esto contradice lo dicho en el juicio oral por varios efectivos de la Federal que aseguraron que no pudieron encenderlo. Por su parte, un oficial del área Intervenciones Judiciales de la Federal, reconoció que el sistema de custodia del aparato que se utilizó en este caso “se presta a la duda o a la confusión de lo que se hizo con el elemento” secuestrado, ni más ni menos el celular del principal imputado por el intento de magnicidio de Cristina Fernández de Kirchner.

Un repaso de las audiencias 9, 10 y 11 del juicio oral, en lugar de generar credibilidad, incrementa las sospechas de manipulación de un elemento clave. Lo único concreto es que quien puso el celular en el sobre lacrado fue el subinspector Gonzalo Ruiz, que todavía no declaró en el juicio oral. Los abogados de CFK solicitaron al Tribunal la posibilidad de que se vuelva a convocar al oficial que cuestionó el modelo de custodia, una vez que declare como testigo el subinspector Ruiz. La Fiscalía, por su parte, puso en duda que Ruiz sea miembro del Departamento Cibercrimen de la Federal.

Audiencia por audiencia

El primer testigo de la jornada 11 fue Rubén Marcelo Ríos, quien el día del atentado estaba en las cercanías porque es “barrendero”. Trabaja para el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y estaba “en su horario laboral”, a unos cien metros del lugar del hecho. Dos policías lo convocaron para que fuera testigo del momento en que iban a registrar al imputado Fernando Sabag Montiel. El testigo vio cuando las autoridades policiales le sacaron al detenido sus pertenencias, incluyendo el celular, una pieza clave en el presente juicio oral.

Ríos, a preguntas de la fiscal Gabriela Baigún, confirmó que Sabag tenía “una cortadura” en el rostro, “un ojo hinchado y un par de raspones”, producto de los golpes recibidos cuando fue apresado por los manifestantes, luego del intento de magnicidio.

Los testigos del procedimiento policial durante la detención de Sabag Montiel fueron él y Juan Ramón Meza, el portero que declaró en la audiencia diez y que entró en contradicciones respecto de si encendía o no el celular de Sabag.

Ríos dijo que vio al imputado desde el momento en que lo bajaron, esposado, de un móvil policial y lo introdujeron en la carpa que se había montado para que entregara allí sus efectos personales. Con seguridad, el testigo declaró: “Lo paran (a Sabag) delante de nosotros, de mí y del otro testigo, y le empiezan a revisar los bolsillos, donde tenía anillos, cadenas, monedas, le sacaron las zapatillas para revisarlas, y también tenía un teléfono celular”.

Al llegar a este punto, comienza lo más importante que dijo Ríos. Sostuvo que “le sacaron el celular del bolsillo, era un Samsung, no sé bien si era modelo A51, pero era un Samsung”. Agregó que “no lo encendieron (al celular) en un primer momento, porque esperaban a un perito de informática”. El especialista “tardó un montón” en llegar al lugar. Cuando llegó “lo prendió y se fijó que tenía el chip y la memoria del teléfono”. Ante una pregunta de la fiscal, Ríos dijo que no recordaba el nombre del policía que desarmó el celular. La fiscal acotó que “no era un perito informático” el que manipuló el aparato, aunque al testigo le dijeron que sí lo era.

Ríos precisó que cuando llegó el supuesto perito “apretaron el botón de prender y apagar, y el teléfono estaba andando”. Le explicó a la fiscal que al apretar el botón “se encendió el celular y se vio la hora en la pantalla”. Insistió el testigo en que “apretaron el botón de bloqueo y se encendió la pantalla, se encendió el fondo de pantalla que tiene la hora”, que es lo que aparece cuando se pone en funcionamiento un celular.  Ante nuevas consultas de la fiscal, reiteró que como es habitual “la pantalla estuvo encendida 15 segundos y luego se volvió a apagar”. Precisó que quien prendió el celular “miró la hora, lo volvió a bloquear y ahí quedó el teléfono”. Desde ese momento, delante suyo no volvieron a tocar el aparato.

Ríos recordó que la situación se puso tensa porque los manifestantes que apoyaban a CFK comenzaron a arrojar botellas sobre el lugar donde estaba el imputado. Por eso levantaron la carpa y llevaron a los testigos a los tribunales de Comodoro Py, donde estuvieron hasta las 7 de la mañana del día siguiente.

Ríos reiteró que estuvo presente cuando llegó el perito del área de Cibercrimen de la Policía Federal. “Bajó con un portafolios en el que tenía computadoras, se encargó de prender el teléfono, de ver que funcionaba, lo desarmó, comprobó que tenía una (tarjeta de) memoria, le sacó el chip y anotó los datos” sobre las distintas piezas del celular, incluyendo “el mail del teléfono”.

Luego le hicieron firmar un acta donde consta lo que dijo sobre lo que vio como testigo. Ríos dijo que no pudo entender algunos datos volcados en el acta, por ser ajenos a su conocimiento sobre informática. Ríos, ante la insistencia de la fiscal, volvió a reiterar que pudo constatar que “el celular prendía, pero después no sé si funcionaba bien”, pero lo vio encendido, en contraposición a lo que declararon en el juicio varios oficiales de la Policía Federal.

El testigo Ríos confirmó que era su firma la que aparecía en tres actas que le hicieron leer, una de ellas referida a la “cadena de custodia” del celular de Sabag. Una de las actas está firmada también por el comisario Julio César Soria y el oficial ayudante Facundo Balverdi.

A consulta de una de las defensas, el testigo aclaró que el que encendió el celular de Sabag fue “un policía” que lo manipuló antes de la llegada (una hora y media después) del perito informático. Todo ese tiempo, el celular estuvo tirado en el piso, sin que nadie lo tocara.  Cuando terminó la declaración de Ríos, la fiscal solicitó a la presidenta del tribunal, Sabrina Namer, que autorizara una reunión con los defensores y en especial con el abogado de Brenda Uliarte. Durante unos minutos, todos deliberaron en privado; no fue oral y público lo que allí se dijo.

Se supone que después, dentro de un sobre lacrado, el celular de Sabag llegó en custodia al despacho de la jueza María Eugenia Capuchetti, a cargo de la instrucción de la causa que se analiza hoy en el juicio oral.

Lo que dijo Meza

El creíble relato de Ríos, coincidió con la primera parte de lo que dijo el otro testigo presencial del momento en que le sacan el celular a Sabag Montiel.

En la audiencia 9 del juicio, el portero Juan Ramón Meza, se nostró frágil y temeroso por la posibilidad de ir preso por falso testimonio. Lo superó el hecho de ser testigo en una causa de tanta trascendencia.

Además de decir que tenía “una hija de 3 años” que lo estaba esperando, admitió casi con culpa que “por chusma” lo llevaron de testigo, ya que salió a la calle para ver que estaba pasando en Juncal y Uruguay.

La presidenta del tribunal, Sabrina Namer, siguió la broma y le recomendó: “Para la próxima ya sabe que no tiene que salir a ningún lado”.

Meza recordó que le dijeron que iba a estar solo “un ratito”, pero lo retuvieron desde las 11 de la noche hasta las 6 de la mañana. El testigo dijo que se sentía “presionado” por la advertencia sobre los diez años de prisión que puede sufrir un testigo por incurrir en falso testimonio.

De todas maneras, al principio dijo en forma clara que vio que al celular de Sabag “lo prendieron y lo apagaron”. Agregó que luego “lo fueron desarmando pieza por pieza, lo guardaron en un sobre sellado y lo pusieron en un maletín negro”. Es más, reiteró que al celular “lo prendieron y lo apagaron, le sacaron el chip, la batería y lo pusieron dentro de un sobre”.

Hasta allí, todo era coherente. El problema comenzó cuando la fiscal le pidió más detalles. Los fantasmas del falso testimonio empezaron a operar sobre Meza, quien llegó a decir que “un policía” manipuló el celular y que “lo prendió y lo apagaron”.

Invitado a reproducir lo que dijo haber visto con su propio celular, se fue enredando en su laberinto y se mostró cada vez más nervioso, al extremo de ponerse a llorar. Terminó por poner en duda la veracidad de lo que había dicho en primer término. Ya no supo discernir si el celular estaba prendido o apagado, hasta que optó por decir que estaba “apagado”. De haber prestado declaración el mismo día que Ríos, tal vez todo hubiera sido diferente.

El laberinto policial

Antes que Meza, en la audiencia 9 declararon dos policías vinculados con el misterio del celular de Sabag Montiel. Julio César Soria, comisario inspector de la Policía Federal, el día del atentado se desempeñaba en la División Intervenciones Judiciales. Concurrió al lugar de los hechos acompañado por su entonces secretario, el oficial ayudante Facundo Balverdi. Ellos fueron quienes supervisaron la requisa en la que fueron secuestraron los efectos personales de Sabag Montiel, incluyendo el celular.

Soria afirmó que ante la presencia del teléfono, se convocó al lugar a personal del Departamento de Cibercrimen de la Federal. Precisó que el personal especializado estuvo encabezado por una oficial cuyo nombre no suministró. El comisario Soria dijo no recordar que el celular tuviera alguna parte dañada. Sin embargo, en el acta labrada el día del hecho, consta que el celular Samsung SMA50, chip de la empresa Movistar tenía “su pantalla dañada”. La contradicción fue señalada por Fernanda López Puleiro, la defensora de Sabag Montiel.

Luego entró en escena, como testigo, el oficial ayudante Facundo Héctor Nahuel Balverdi, quien fue interrogado con mucha más precisión que lo ocurrido antes con su jefe Soria.

El testigo admitió que fue “raro” que la jefatura de la Federal haya ordenado, ese día, la presencia de la División Intervenciones Judiciales. El testigo explicó que ellos son convocados “como fuerza imparcial, como fuerza neutral, donde medie (la presencia) de otra fuerza, cuando haya dudas sobre el accionar policial de otra fuerza”, como podría haber sido la intervención en el hecho de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires. Balverdi confirmó que no hubo “otra fuerza” y que por ello “fue raro” que ellos hayan sido enviados a intervenir. Resaltó, además, que nunca habían intervenido en un caso de tanta gravedad como el intento de magnicidio.

Balverdi fue quien supervisó y firmó el acta en la que consta que se le leyeron “los derechos” como imputado a Sabag Montiel. En la audiencia se vio y escuchó el video de ese requisito elemental en la apertura de una causa judicial. Balverdi dijo que el subinspector Gonzalo Ruiz fue el oficial del área de Cibercrimen que se presentó en el lugar. Dijo no recordar si el celular estaba “prendido o apagado”, pero sí que tenía la pantalla dañada, con una pequeña rotura en la parte superior. Balverdi reconoció que no había dejado sentado en el acta que el celular tenía la pantalla dañada, dato que sí apareció en otra de las actas confeccionadas el día del hecho. Insistió en que no recordaba si la pantalla estaba dañada, a la vez que admitió que era “un detalle importante que tendría que haber sido mencionado” en ese documento.

En el acta figura que el subinspector Gonzalo Ruiz secuestró el celular y a las 0,30 se lo entregó a Balverdi, quien se lo devolvió a Ruiz diez minutos después, a las 0,40 del día 2 de septiembre de 2022.

Balverdi aclaró, sobre el pasa mano del celular, que su dependencia tiene “otro modelo de custodia” que le fue aportado por el Departamento de Actividad Antiterrorista. Ese modelo tiene “un eslabón aparte en cada ítem, que es Observaciones, que permite con mayor facilidad entender el traslado del material”, porque se va señalando paso a paso, cada uno de los eslabones por los que va pasando el efecto secuestrado. Lo curioso es que en la investigación del atentado contra la entonces vicepresidenta, el formulario que se utilizó carece del ítem “Observaciones”. El propio Balverdi reconoció que esa ausencia “se presta a la duda o a la confusión de lo que se hizo con el elemento” secuestrado, ni más ni menos el celular del principal imputado en este juicio.

Sobre el pasamanos de una dependencia a otra, el testigo explicó que él recibió el teléfono celular en un sobre cerrado y luego se lo devolvió al suboficial Gonzalo Ruiz, quien supuestamente lo derivó luego a la dependencia que corresponde para que el aparato fuera objeto del peritaje correspondiente.

La presidenta del Tribunal, Sabrina Namer, se mostró sorprendida de que el testigo no haya visto de cerca al celular, ya que Balverdi dijo que lo vio “de lejos”, que nunca lo tuvo a mano para observarlo y cuando lo recibió, ya estaba en un sobre lacrado. Namer le dijo al testigo: “Si no entendí mal, usted está entregándole al señor Ruiz el teléfono que es descripto por el señor Ruiz, pero el que lo entrega es usted (…) que nunca lo vio al teléfono. No entiendo por qué usted no vio nunca el efecto, pero entrega el efecto, en este caso un celular, en el que no da cuenta de ningún daño”. El comentario de Namer fue directo al punto: “No entiendo como usted se resguarda entregando algo que no vio (…) si después alguien reclama, le van a reclamar a usted porque usted lo entrega” sin haber constatado el estado en el que se encontraba el celular.

El acta incorporada al juicio, dice en forma textual: “Funcionario que levanta, secuestra, traslada subinspector Ruiz Gonzalo, testigo presente Ríos Rubén Marcelo, dependencia interviniente Departamento Técnico de Cibercrimen”. Como se comprueba, ya no figuraba como testigo el portero Meza. Agotadas las preguntas, el abogado querellante José Manuel Ubeira, solicitó al Tribunal que contemple la posibilidad de citar nuevamente al testigo Balverdi, una vez que declare en el juicio el subinspector Gonzalo Ruiz.


Fuente: https://laretaguardia.com.ar/2024/10/juicio-intento-de-magnicidio-cfk-dia-11-como-entrego-su-telefono-sabag-montiel.html

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