Nada de lo que ha hecho Israel este último año indica que haya cordura o moderación entre quienes toman las decisiones.
Las cosas están muy, muy mal en Oriente Medio en estos momentos y, por lo que parece, están a punto de empeorar mucho más.
Israel está aplicando una política de tierra quemada en el norte de Gaza para avanzar en su limpieza étnica de la zona, planeada desde hace tiempo. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) están asediando y atacando a la población civil en todo el norte, y el Programa Mundial de Alimentos de la ONU informa de que no se ha permitido la entrada de ningún tipo de ayuda alimentaria en lo que va de mes.
Hossam Shabat, uno de los últimos periodistas que quedan en el norte de Gaza, informa de lo siguiente en Twitter:
“La ocupación israelí nos ha asediado en esta zona, que incluye Beit Hanún, Beit Lahia y el campo de refugiados de Yabalia, durante los últimos ocho días. Desde el 1 de octubre, han impedido la entrada de alimentos, agua y suministros médicos. Han amenazado a los hospitales con cerrar, han impedido la entrada de combustible para que los hospitales puedan funcionar y están atacando a cualquiera que se mueva. Hasta el momento, 400 personas han muerto. La gente se desangra en las calles y no podemos llegar hasta ellos”.
Otro posteo de Shabat:
“Debido al asedio de la ocupación israelí al campo de Yabalia, la mayoría de las heridas causadas por las balas y los bombardeos de la ocupación acaban en muerte, ya que no hay recursos ni capacidades médicas disponibles para tratar eficazmente a los heridos”.
Otro posteo, el más reciente hasta el momento de escribir estas líneas:
“Estamos viviendo literalmente nuestros últimos momentos. Oh Alá, concédenos un buen final”.
Los medios de comunicación occidentales han estado trabajando fanáticamente para facilitar estas atrocidades.
Un informe de la CNN sobre las conclusiones del Programa Mundial de Alimentos titulado “La ONU dice que no ha entrado comida en el norte de Gaza desde principios de octubre, poniendo a un millón de personas en riesgo de inanición” no menciona la palabra “Israel” hasta el duodécimo párrafo, y luego se las arregla de alguna manera para pasar todo el resto del artículo sin dejar claro que Israel está bloqueando la comida.
Un informe de la BBC describe la política de Israel de asediar totalmente a una población de cientos de miles de civiles como meramente “controversial”, con un titular asombrosamente delicado que dice ““Rendirse o morir de hambre”: el ataque en Yabalia insinúa un polémico plan israelí para el norte de Gaza“.
En una entrevista reciente en la CNN, un médico que trabajó en Gaza durante dos semanas corrigió a la presentadora de la CNN Kate Bolduan por referirse absurdamente a los resultados de los crímenes de guerra de Israel como una “crisis humanitaria”, diciendo: “Esto no es una crisis humanitaria, Kate, y voy a decirlo muy claramente para que lo oigan tus espectadores: esto es un genocidio”.
En el sur del Líbano, Israel ha estado atacando deliberadamente instalaciones sanitarias de forma tan generalizada que ya se han cerrado casi la mitad de los centros médicos de las zonas en conflicto. Más miembros de las fuerzas de paz de la ONU han resultado heridos por fuego israelí, ya que Israel sigue atacando deliberadamente al personal de la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en Líbano. Los militares israelíes dicen ahora que van a empezar a atacar ambulancias porque las ambulancias son Hezbolá.
Y por horribles que sean estas dos historias en desarrollo, van a pasar a un segundo plano tan pronto como Israel comience su ataque planeado contra Irán. Como dijimos anteriormente, Irán ya ha dicho que responderá a cualquier nuevo ataque de Israel con ataques propios, y que sus días de contención en este enfrentamiento han terminado.
Según se informa, Estados Unidos ya ha puesto las botas sobre el terreno en Israel, con tropas estadounidenses preparadas para operar los sistemas de misiles antibalísticos THAAD enviados por la superpotencia aliada de Israel. Parece inevitable que Estados Unidos se involucre cada vez más en este conflicto cuanto más se intensifique la escalada israelí contra Irán, y nadie en la Casa Blanca parece particularmente interesado en impedirlo.
Y, por supuesto, los medios de comunicación también están ayudando a allanar el camino hacia esta próxima guerra. El Washington Post ha publicado documentos no verificados que les fueron entregados por el ejército israelí y que supuestamente muestran que Hamás conspiraba para pedir ayuda a Irán en el ataque del 7 de octubre, admitiendo en el párrafo 14 que “la autenticidad de los documentos no podía establecerse definitivamente”. El New York Times publicó su propio informe sobre los documentos, que afirma haber “verificado” preguntando al ejército israelí y a algunas fuentes palestinas que ni siquiera están en Gaza si parecían auténticos.
No parece que haya ningún pie cerca del pedal de freno en este asunto. Todas las partes parecen haber llegado a la conclusión de que dar marcha atrás ya no es una opción, por lo que la única opción que queda sobre la mesa es seguir escalando con la esperanza de que la otra parte parpadee.
Esto podría culminar fácilmente en ataques nucleares israelíes contra Irán. Nada de lo que ha hecho Israel este último año indica que haya cordura o moderación entre los que toman las decisiones, y si los misiles iraníes empiezan a golpear ciudades israelíes no veo razón alguna para confiar en que el mundo no vea un hongo nuclear sobre Teherán en un futuro próximo.
Por muy mal que estén las cosas, no podemos imaginar lo mucho que podrían empeorar pronto.
Caitlin Johnstone es periodista australiana. Escribe sobre política, economía, medios, feminismo y la naturaleza de la conciencia.
Fecha de publicación del artículo original: 12 de octubre de 2024. Traducción del inglés al castellano por Indymedia Argentina.
Fuente: https://www.caitlinjohnst.one/p/its-so-so-bad-and-its-about-to-get