Memorias de diciembre

Diciembre es un mes pesado en la memoria popular de nuestro pueblo. En un sistema que castiga siempre a los que menos tienen para cuidar los privilegios de los dueños de todo, la corrupción y la represión matan en forma sistemática.

Se cumplieron 23 años de la represión del 20 de diciembre en la que la policía asesinó a 39 compañerxs en las calles cuando el gobierno decretó el estado de sitio y a pura bala se enfrentó a un pueblo hambreado que dijo “que se vayan todos”. De esa represión, recordamos especialmente a nuestro compañero Carlos “Petete” Almirón.

20 años de la masacre de Cromañón donde 194 pibxs fallecieron a causa del incendio de un boliche producto de la connivencia entre empresarios de la noche y funcionarios del gobierno a los que nada les importan lxs pibxs ni la música sino sus negocios.

Estamos finalizando un año en el que la violencia del estado desplegó toda su crueldad de la mano de un gobierno que no dejó derechos populares sin atacar, acompañado de una retórica que muestra sin disimulo el desprecio por los más vulnerables, prometiendo más cárcel y bala y el sálvese quien pueda como única forma de supervivencia.Una de las consecuencias de esta “nueva forma” de gobernar fue la del colectivero muerto por la bala de un vecino, ex comisario, y las justificaciones de semejante aberración en numerosos posteos en redes sociales. Ya no podemos saber cuánto de eso es verdad o es obra de trolls que pagan “con la nuestra”. Lo cierto es que desde hace un poco más de un año, quienes creemos en la necesidad de construir una sociedad más justa y solidaria, tenemos la certeza de que este modelo de libertad no tiene nada, sólo sometimiento y destrucción.

El Archivo de casos de CORREPI, sigue creciendo de manera exponencial, cifras que, con las políticas que se promueven desde los altos mandos del gobierno, sólo pueden crecer. La muerte bajo custodia y el gatillo fácil siguen siendo las principales causas de muerte a manos de la represión estatal.

Asistimos a una etapa muy difícil. La opción elegida por la mayoría en 2023 posiblemente debería enseñarnos qué cosas es necesario cambiar para construir no sólo lo nuevo, sino algo bueno y para el pueblo. En esa reflexión, a nosotrxs nos toca seguir trayendo a la memoria, parte de la historia que muestra que la represión sigue siendo una política de estado que se cobra una vida por día.

Leonel Sotelo (Burzaco, GBA): tenía 19 años cuando el primero de diciembre de 2016 el oficial de la policía bonaerense, Giuliano Armando Fattori, le disparó nueve veces con su arma reglamentaria a él y a su amigo que iban en una moto. Leo recibió tres disparos, dos por la espalda, que terminaron con su vida. Otro de los disparos alcanzó a herir a Alan. A pesar de que pudo demostrarse la responsabilidad del policía en el asesinato de Leo, Fattori está en libertad.

Nahuel Acosta (CABA): tenía 18 años cuando el 7 de diciembre de 2019 fue fusilado por la espalda en su mismo barrio por el policía de la ciudad Daniel Alejandro Lucero Quiroga. El oficial disparó con su arma reglamentaria estando fuera de su horario de servicio y de civil. Esta causa aún sigue abierta luego de lograr que la Cámara revocara el sobreseimiento y se realizaran las pericias correspondientes que demuestran que Nahuel fue fusilado por la espalda por el policía.

Eduardo Ramón Ocampo: el 7 de diciembre de 2021, Eduardo Ramón Ocampo fue fusilado por la espalda por el oficial de la Policía de la Ciudad, Juan Federico López.

Juan Pablo Kukok (CABA): tenía 18 años cuando el 8 de diciembre de 2017, fue asesinado por el policía Luis Chocobar en el barrio porteño de La Boca. El accionar del policía fue tomado como ejemplo en aquel momento por Patricia Bullrich, también ministra de seguridad, que instauró la “doctrina chocobar” que promueven ahora, vuelva a implementarse para devolver todas las facultades y garantizar la impunidad para el gatillo fácil.

Luciano Olivera (Miramar): tenía 16 años cuando el 10 de diciembre de 2021, Luciano regresaba a su casa en moto después de jugar al fútbol con sus amigos en el Anfiteatro Lolita Torres. En ese momento, fue víctima de un desmesurado despliegue policial y persecución, que terminó con el policía bonaerense Maximiliano González fusilándolo. Cuando la familia llegó al lugar de los hechos, fueron reprimidos. Los acusados son: Maximiliano González, acusado de homicidio triplemente agravado; Nelson Albornoz, acusado de incumplimiento de deberes de funcionario público, encubrimiento doblemente agravado y falso testimonio; Kevin Guerricagoitía y Rocío Mastrángelo, acusados de encubrimiento doblemente agravado y falso testimonio; y Alejandro Cepeda, acusado de encubrimiento doblemente agravado. Hasta el momento, solo los dos primeros acusados se encuentran detenidos esperando el juicio.

Nahuel Bagnato y Tomás Muñoz (GBA): tenían 24 y 19 años cuando el 12 de diciembre de 2022 en Ciudad Evita fueron fusilados por el policía federal Gustavo Hernán Orona por la espalda.

Ariel Santos (CABA): fue asesinado por la policía de la Ciudad, Carla Céspedes. Ariel había intentado robar en un supermercado pero no pudo, y al escapar cae de la moto y levanta una de sus manos para pedirle a la policía que pare, disparó 5 veces, tres de ellos impactaron en su tórax, abdomen y muñeca. Carla Céspedes mató a Ariel Santos, lo sabemos nosotrxs, lo saben las cámaras que registraron todo. Seguimos exigiendo justicia al Poder Judicial.

Sonia Colman (Del Viso, GBA): el 24 de diciembre de 2007 fue alcanzada por una bala de escopeta del teniente de la policía bonaerense Oscar Benitez que disparó nueve veces en plena vía pública a un auto en el que escapaban supuestamente dos ladrones. El disparo atravesó el corazón de Sonia que estaba trabajando de vendedora ambulante en la calle. En 2011 logramos la condena de Benitez, 8 años y medio de prisión.

Federico Godoy y Franco Orellana (GBA): tenían 16 y 17 años cuando, el 28 de diciembre de 2020, tomaron un Cabify cuyo conductor era el policía Gastón Lorenzo Cortéz de la comisaría 4D, quien en ese momento se encontraba fuera de servicio al ser su franco laboral. El policía, alegando un supuesto asalto, le disparó en la cabeza a uno de los menores, y a otro por la espalda, quien murió horas después.

Damián Gómez (CABA): tenía 16 años cuando el 28 de diciembre de 2018 fue asesinado por el sargento de la policía federal Hernán Marcelo Salvatore. El policía se encontraba de civil cuando disparó trece veces con su arma reglamentaria, cerca del barrio de Ciudad Oculta. Los policías involucrados se negaron a darle la asistencia médica inmediata que requería y tras un tiempo considerable lo trasladaron en un patrullero sin la debida intervención de una ambulancia.

Agustín Cruz (GBA): tenía 17 años cuando fue fusilado el 29 de diciembre de 2018. Esa noche junto a un amigo andaban en moto por Monte Grande, cuando dos balazos del policía Matías Ezequiel Rodríguez lo sorprendieron por la espalda. Falleció horas después en el hospital Santa María.

Por estxs familiares, amigxs, vecinxs y compañeros que ya no están y por todxs lxs pibes que hoy merecen un futuro mejor seguimos luchando por:

¡PROHIBICIÓN A TODAS LAS FUERZAS DE SEGURIDAD LA PORTACIÓN Y USO DEL ARMA REGLAMENTARIA FUERA DEL SERVICIO Y DE CIVIL!

¡CONDENA EFECTIVA A TODOS LOS RESPONSABLES DE GATILLO FÁCIL!

¡NO A LA REFORMA DEL ART 34 DEL CÓDIGO PENAL QUE LEGALIZA EL GATILLO FÁCIL!

¡NO A LA BAJA DE EDAD DE PUNIBILIDAD!

¡ABAJO EL PROTOCOLO ANTI PROTESTA DE BULLRICH Y EL DNU Y LA LEY BASES DEL GOBIERNO!


Fuente: https://www.correpi.org/2024/memorias-de-diciembre-2/

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